INDICADORES
Rojo, amarillo o verde: así va el semáforo de la economía colombiana
Muchas dudas persisten entre los expertos y los actores económicos sobre cómo va Colombia. Esta es una mirada indicador por indicador con el fin de tener un diagnóstico más claro sobre hacia dónde vamos.
El debate entre las autoridades y los expertos acerca de la situación económica actual dejó a muchos confundidos. Mientras que el gerente general del Banco de la República, Juan José Echavarría, advirtió sobre los síntomas de alerta que viene mostrando el aparato productivo, la administración Duque señaló que los heraldos negros están equivocados.
Esto hizo que muchos quedaran perdidos sobre la naturaleza del actual devenir económico: ¿estamos o no en estancamiento? y ¿qué es lo bueno y lo malo de lo que ocurre con la economía nacional? son las preguntas que se están haciendo académicos, empresarios y la ciudadanía en general.
En revista Dinero hicimos un recorrido indicador por indicador con el objetivo de determinar quién tiene la razón en esta discusión. Para ello tuvimos en cuenta cifras claves como crecimiento, empleo e inflación, y otros más específicos como precio del dólar y tasas de interés.
El panorama es diverso, pues como ocurre con cualquier economía, unos indicadores muestran buen comportamiento, mientras otros están en franco deterioro. En cualquier caso el mensaje es claro: ni el país va rumbo al precipicio ni se puede cantar victoria, pues los desafíos que se ponen al frente son considerables y de cuidado.
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Por ejemplo, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, reconoció ante inversionistas en Londres que le preocupa una parada súbita de financiamiento para Colombia. Eso podría significar un duro choque que devalúe el tipo de cambio, encarezca las importaciones, golpee el balance de las empresas y hasta genere inflación.
Alberto Carrasquilla Ministro de Hacienda
La manera en que el país se debe vacunar de un impacto de ese tamaño es una mezcla de buenas políticas y buena suerte.
Hay otros indicadores muy positivos. El consumo de energía se disparó en mayo y muestra que, en términos generales, el aparato productivo viene demandando mayores niveles de servicio, lo que estaría relacionado con una actividad económica más dinámica de lo esperado. Se destaca el caso de la Costa Caribe, donde el consumo de energía viene creciendo casi al 7% impulsado por la industria.
Los indicadores también muestran otra vulnerabilidad: la enorme dependencia de Colombia de su sector petrolero que, cuando está de boom, trae buenas noticias para el país, pero que, cuando cae, nos expone a duros choques.
Este es el resultado del análisis de indicadores que realizó Dinero.
SEMAFORO EN ROJO
Desempleo
El deterioro en el mercado laboral impacta directamente la calidad de vida de los hogares. El país lleva un periodo importante, prácticamente de dos años, en el que la tendencia ha sido la destrucción de puestos de trabajo. En abril pasado, el balance fue frustrante y la tasa de desocupación llegó a 10,3%. Se necesitan acciones urgentes.
Construcción
El Dane reveló que durante el primer trimestre el valor agregado de la construcción tuvo un indicador de -5,6%. Lo que más preocupó fue el subsector de edificaciones que registró -8,8%. El exceso de inventario podría ser una de las principales causas de este registro. El Gobierno reaccionó y lanzó un plan de recuperación para la industria. Los resultados deberán verse pronto.
Exportaciones
Desde hace un lustro, Colombia volvió a tener déficit comercial estructural. En 2015, el hueco llegó a US$15.580 millones, gracias a la crisis petrolera. Este año las exportaciones reaccionaron algo en abril. Aun así, el déficit comercial entonces ya superaba los US$2.800 millones. Hay que profundizar la transformación de la canasta exportadora.
Cuenta corriente
Si se agudiza el déficit en cuenta corriente, que en el primer trimestre llegó a 4,6% del PIB, tendremos problemas considerables. Las reservas internacionales están en niveles aceptables, pero el país tiene que prepararse para cualquier problema de financiamiento externo. El propio ministro Carrasquilla así lo advirtió.
Productividad
Entre 2000 y 2016, la productividad total de los factores no aportó nada al crecimiento económico. Esto pone en evidencia un problema estructural que impide, entre otras cosas, que Colombia sea más activa sumándose a las cadenas internacionales de valor y aumentando su oferta exportable de alto valor agregado. Sin cambios en productividad, el país no va a poder avanzar.
Juan José Echavarría Gerente del Emisor.
SEMÁFORO AMARILLO
PIB
En el primer trimestre, el PIB creció 2,8%. Si bien no es un nivel ideal, es cierto que el país viene creciendo por encima del promedio de la región. Aun así, es necesario crecer más. En eso está enfocada la estrategia del Ministerio de Hacienda. Tarea pendiente.
Consumo
El consumo de los hogares creció 4% en el primer trimestre, según el Dane. Eso es positivo, pero hay amenazas: desempleo e incertidumbre. El Índice de Confianza del consumidor de Fedesarrollo muestra escepticismo sobre el futuro económico. Si nos descuidamos, podría pasar a rojo.
Confianza del consumidor
Este indicador que elabora Fedesarrollo siguió en terreno negativo en mayo, aunque mejor frente a abril, es claro que los consumidores en general siguen percibiendo riesgos: positivo, el cambio de tendencia.
Cartera de la banca
Los créditos bancarios crecieron a un ritmo real de 3,65%, acorde con el crecimiento de la economía. Aun así, los indicadores de deterioro han encendido la alerta. El indicador de calidad por morosidad pasó de 4,8% a 4,9%. Hay que seguir alertas.
La deuda externa de Colombia
Este indicador llegó a US$132.794 millones en marzo de este año. Eso corresponde a 41,1% del PIB. Si bien no se trata de un nivel exagerado como el de países en crisis, preocupa la tendencia, pues en ningún momento este indicador ha dejado de crecer. El endeudamiento externo es una de las formas de financiar el déficit en cuenta corriente.
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La construcción empezó el año decreciendo. El Gobierno lanzó un plan de reactivación.
La deuda pública consolidada
Muchos han insistido en la necesidad de que Colombia estabilice su nivel de endeudamiento, con el objetivo de quitarle presión a la economía. Ello solo es posible si se cumple el objetivo de que el Gobierno genere superávit primario (antes del pago de intereses) en 2019. La deuda pública bruta es hoy 56,1% del PIB. Estabilizarla y reducirla es una tarea pendiente.
Infraestructura: obras de ingeniería civil
Las malas noticias sobre proyectos como la vía al Llano dejan la sensación de que en este sector nada marcha bien. Sin embargo, las cifras del Dane muestran que creció 8,5% en el primer trimestre. Aún persisten dudas sobre muchos cierres financieros y, mientras no se den, seguirán las preguntas vigentes. Por eso, aún no pasa a semáforo en verde.
Resultados en pobreza
El país ha logrado una gran revolución social, al sacar de la pobreza a más de 5 millones de personas. Sin embargo, el año pasado esta situación cambió y los indicadores se deterioraron. Colombia cuenta con una estrategia para enfrentar ese fenómeno, pero no puede bajar la guardia. En este frente es clave torcer la tendencia de crecimiento en el desempleo.
Inversión extranjera directa (IED)
La inversión del exterior sigue llegando al país. En el primer trimestre, este indicador creció 68,4% y se ubicó en US$3.335 millones. Mayoritariamente (43,9%) llegó a minería y petróleo. El resto fue para industria, servicios, comercio y electricidad, entre otros. Es necesario atraer inversionistas internacionales a otras industrias, pues claramente la mayor parte de la IED sigue atada a sectores tradicionales.
SEMÁFORO EN VERDE
Importación de bienes de capital
Una de las razones para que las importaciones colombianas sigan altas son las compras de bienes de capital por parte de los empresarios colombianos, que están aprovechando los beneificios tributarios. Este indicador muestra a un aparato productivo, interesado en fortalecer sus capacidades y mejorar la productividad hacia adelante. Los bienes de capital han representado en promedio alrededor de 30% del total de importaciones. A abril de este año, estas compras –incluyendo equipos de transporte– representaron un valor total de US$6.073 millones. Apenas levante la economía, el sector productivo mostrará mejores resultados.
La situación de los precios: inflación
El control inflacionario ha sido uno de los logros históricos de la institucionalidad económica colombiana. Este año la situación se ha mantenido bajo control y a abril, el IPC, medida general de la variación de los precios en la economía, se situó en 3,2%. Según el Banco de la República, la inflación básica (sin regulados ni alimentos) se ha mantenido en cerca de 2,8%. Esto vislumbra un panorama relativamente despejado para la política monetaria.
Tasas de interés
El Banco de la República ha mantenido la política monetaria levemente expansiva, con una tasa de 4,25%. En general, las tasas de la economía se mantienen en niveles aceptables: interbancaria, 4,1%; DTF 90 días, 4,4%. Para los créditos las tasas oscilan entre 11% para comercial, 17% consumo y 36% microcrédito.
Recaudo tributario
El director de la Dian, José Andrés Romero, ha mostrado satisfacción por el nivel de ingresos tributarios. A mayo pasado, el recaudo bruto creció 10,4%, llegando a $67,87 billones. Estos resultados ayudan a enfrentar el problema fiscal. Cabe destacar que la Dian tiene una ambiciosa meta de gestión por $13 billones para 2019; hasta el momento se está cumpliendo.
Reservas internacionales
El saldo de reservas internacionales a finales de 2018 superaba los US$48.000 millones, lo que daba para financiar casi un año de importaciones. Eso muestra un buen arsenal para enfrentar choques externos. A esto se suma el crédito disponible que tiene Colombia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por más de US$11.000 millones. En este frente, el país no parece tener mayores problemas.
Cifras de turismo
En 2018, 2,7 millones de turistas extranjeros llegaron al país. Según el ministro del ramo, José Manuel Restrepo, todos los meses se registran récords en este frente. Los niveles de ocupación hotelera llegaron a 55,4%, mostrando reactivación frente al año pasado. En materia de divisas, el turismo dejaría este año más de US$6.000 millones, convirtiéndose en un sector clave para la balanza de pagos de Colombia. Esta es una industria en plena recuperación.
Remesas desde el exterior
El dinero que envían los trabajadores colombianos a sus familias desde el exterior se ha convertido en un rubro importante de la balanza de pagos. En 2017, por este renglón llegaron al país US$5.496 millones. En 2018 ya alcanzaron US$6.339 millones y en los primeros tres meses de 2019 van US$1.520 millones, creciendo 9,5% frente al registro de 2018. La tendencia es muy favorable.
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