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Conoce las diferencias de las intervenciones asistidas con perros

Los Perros de terapia, asistencia y soporte emocional fomentan la salud, el bienestar y la inclusión social, por ello, es necesario saber su diferencias y alcances para promover profesionalmente su labor.

Maria Mercedes Contreras
4 de julio de 2017

Tener claro los  conceptos de perro de terapia, de asistencia y de apoyo emocional son claves para  evitar confusiones y conocer del alcance de cada una de estas modalidades especializadas.  

Quizá, son términos que para muchos suenan igual o muchas veces se confunden y por ello no damos el valor a estas modalidades supremamente especializadas y su valor es de algún modo incalculable por todos los beneficios que ellos pueden representar.

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Las intervenciones asistidas con perros se dividen en tres modalidades: perros de Terapia y educación asistida, perros de asistencia y perros de actividades asistidas.   Existe, además, una modalidad que se ve con mayor frecuencia, pero un poco más informal y que se denomina perros de soporte emocional. 

El perro de terapia y educación asistida 

Es aquel que apoya como modalidad terapéutica el tratamiento dirigido por un profesional de la salud o la educación. Estos perros asisten a los consultorios, hospitales, unidades de cuidados intensivos y permiten lograr objetivos claros que van en pro de la mejoría de los pacientes. 

Igual sucede cuando la población a intervenir son los pres escolares, escolares y estudiantes adolecentes con objetivos pedagógicos como fomentar los hábitos de lectura o el respeto por los demás compañeros, trabajo en equipo, disciplina y orden. 

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Foto: 123 RF

Los perros de asistencia 

Son aquellas “ayudas técnicas vivas” que son entrenados para personas con alguna discapacidad en pro de suplir está pérdida de la función, dándose el nombre respectivo al perro dependiendo de la discapacidad que ayude. 

Así, los perros guías o lazarillos son entrenados para personas con discapacidad visual, perros escucha para  discapacidad auditiva, perros de servicio para discapacidad física, perros para autismo, perros alerta que como su nombre lo dice alertan a la persona  con anticipación la aparición de un episodio epiléptico o disminución del azúcar en la sangre e incluso el cáncer. 

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Los perros de soporte emocional 

Un tercer grupo “accesorio” y relativamente nuevo son los perros de soporte o apoyo emocional. Estudios arrojan pruebas considerables de que las mascotas benefician la vida de sus dueños tanto en el terreno psicológico como en el físico, porque sirven como una fuente importante de apoyo social. 

Si bien son mascotas tienen unas características de comportamiento muy especiales como que deben ser equilibrados, sociables,  bien educados y entrenados que les permite ser manejados adecuadamente por su propietario, quien está diagnosticado con un problema psicológico o siquiátrico y que su compañía es indispensable para manejarla, estos son los caninos que vemos muy comúnmente en cabina de aviones, con su respectivo chaleco y en compañía de su propietario. 

Para llegar a ser un perro de terapia, asistencia o soporte emocional se debe seguir y cumplir con un proceso muy riguroso desde la selección del tipo de perro  con pruebas en la camada,  pasar pruebas de obediencia específicas, un test etológico, el cual es una pieza clave y pilar del proceso, pues es determinante que estos perros sean muy equilibrados, pro sociales, proactivos y  muy manejables. 

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En el caso de los perros de terapia, los guías deben capacitarse en esta modalidad para hacer parte de un equipo interdisciplinario de intervención, los de servicio son generalmente donados como responsabilidad social empresarial a personas con discapacidad (visual, auditiva, cognitiva, física, entre otras) 

Ninguno de estos perros, si están entrenados adecuadamente y certificados por una institución reconocida con su respectiva documentación, no deberían portar bozal o cualquier tipo de restricción, pues perderían su función de apoyar a la persona en situación de discapacidad, debido a que muchos de ellos utilizan su  boca  o patas para abrir puertas, recoger objetos caídos, lamer o ladrar en caso de alerta. Tampoco se les puede prohibir su ingreso a lugares públicos. 

Se debe recordar que a pesar de tener bajo su la responsabilidad promover la salud, apoyar tratamientos, dar seguridad  y disminuir la discapacidad, estos perros deben ser cuidados y tratados con mucho amor y respeto, cuidar de su estado de salud y nunca sobre esforzarlos y anotar que no todos los perros son aptos para esta gran labor en pro de la inclusión social. 

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Fisioterapeuta . Esp . Maria Mercedes Contreras

Técnica terapia Asistida con perros Fundación Bocalan

Universidad North of Texas. Delta Society

Equino terapeuta

Asesora Secretaria de Ambiente de Bogotá certificación perros de intervenciones asistidas.