Pódcast Mejor Colombia
Del miedo al orgullo: así se transformó La Jagua, el pueblo de las brujas
El embrujo de las calles del corregimiento La Jagua, en el Huila, atrae cada año a cientos de turistas curiosos por la historia del llamado ‘pueblo de las brujas’. Aquí, una historia de hechicería y de amor a la cultura.
A La Jagua lo llaman el ‘pueblo de las brujas’. Tiene 482 años de historia y está ubicado a solo 15 minutos de Garzón, en el departamento del Huila. Es un centro poblado de poco más de 2.500 habitantes a orillas del río Magdalena. Sus casas coloniales, pintadas de colores y murales, se levantan sobre calles empedradas.
La historia de La Jagua está atravesada por relatos de brujería y hechicería. Hay quienes aseguran que ese legado viene de un pueblo indígena de la región. “Se remonta a los indígenas de la nación tama. Cuando llegaron los españoles, en 1692, encontraron a estos indígenas practicando la hechicería, donde se unen los ríos Suaza y Magdalena. Desde entonces se empezó a hablar de los indígenas hechiceros”, dice Fernando Trujillo, gestor cultural de La Jagua y miembro de la Junta de Acción Comunal.
Más adelante, agrega, los indígenas hechiceros quedaron atrás y llegaron las brujas hechiceras. En 1880, atraparon a una por haberle hecho un maleficio a la hija del mayordomo del Alcalde. “La amarraron en el parque y le prendieron candela”, comenta Trujillo. Y cómo olvidar la historia de la bruja Silveria Ordóñez, que le lanzó un maleficio a un sacerdote por no querer bautizar a su nieto: hizo que de su boca le salieran gusanos.
Estas y otras historias son narradas en el tercer episodio de Mejor Colombia, un pódcast que recoge historias de resiliencia contadas desde el corazón de las regiones del país.
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Verdad o no, la gente de la región creía que en La Jagua realmente había brujas y hasta miraban para otro lado cuando pasaban por la carretera. Por eso los habitantes del pueblo pensaron en la importancia de transformar el miedo en una oportunidad y crearon, en 1999, su Festival de las Brujas, un espacio donde se refleja su identidad, su cultura, su arte y su gastronomía. Después de ese primer encuentro, abrieron paralelamente la Feria Artesanal, que se realiza también año tras año.
En el Festival del 2021, cerca de 45.000 turistas visitaron el pueblo en un solo fin de semana. Para Betty Naranjo, artesana tradicional de la tejeduría del fique, este evento es un orgullo: “Nos despertamos del sueño en el que estábamos. Luego del festival, organizamos otras fiestas, como el San Pedro o el cumpleaños de La Jagua. Nos organizamos para recibir bien a los visitantes”, comenta en el episodio. La herencia del ‘Pueblo de las brujas’ se seguirá fortaleciendo con sus tradiciones e historia. “Poco a poco hemos ganado una identidad. Los visitantes se emocionan con el colorido del festival, la alegría de los habitantes, la historia que se revela en cada comparsa, las artesanías en fique, la danza, el teatro y todo lo cultural que rodea a la población”, concluye Trujillo.