POLÍTICA
Alejandro Gaviria hace un balance de Gustavo Petro, habla de “retroceso”, “degradación” y falsas promesas: “Se convirtió en el gobierno del cambiazo”
El exministro de educación hace enfasis en la reforma a la salud que le costó su salida del gobierno. Habla de falsas promesas.

El exministro de Educación, Alejandro Gaviria, hizo un nuevo balance del gobierno del presidente Gustavo Petro del que hizo parte al comienzo de la administración. El resultado, como era de esperarse, no es el mejor.
“Después de casi tres años, caracterizados por una tensión entre los discursos exaltados y las reformas aplazadas, puede hacerse ya un balance del gobierno de Gustavo Petro; puede contarse ya buena parte de una historia de falsas promesas y extravíos”, dijo.
Hubo, por ejemplo, “un momento —todavía durante el primer año de gobierno, en abril de 2023— que definió la suerte del gobierno y explica mucho de lo que está ocurriendo ahora, incluidos varios escándalos de corrupción. Voy a llamarlo ‘el cambiazo’“, describió el académico.

A juicio de Gaviria, “el cambiazo no fue un accidente”.
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El gabinete inicial, del que formó parte, “debatió a fondo la reforma a la salud. Varios ministros hicimos advertencias, sugerencias y correcciones. Presentamos documentos. Anticipamos incluso las dificultades políticas. Nunca fuimos escuchados. El proyecto presentado por la ministra de salud de entonces se impuso por encima de todo”, recalcó.
El gabinete plural comenzó a romperse en medio de la polémica, dijo.
“Semanas después, en un gesto que parecía sensato, el gobierno se sentó a discutir la reforma con los partidos Liberal, Conservador y de la U. El presidente Gustavo Petro anunció la intención de llegar a un acuerdo programático y prometió incluir las recomendaciones de los partidos. Varias versiones del proyecto circularon entonces. Los medios hablaban de un acuerdo inminente. ¿El resultado? Un engaño. El gobierno presentó un proyecto que ignoraba casi todas las recomendaciones. Las negociaciones terminaron en un acto de prestidigitación política, en un cambiazo", reiteró.

A partir de ahí- añadió Gaviria- el gobierno decidió romper con los partidos e intentar negociaciones al menudeo, congresista a congresista.
“Uno a uno”, repitió el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, recordó Gaviria.
“Estas negociaciones buscaban, más que consensos, conseguir los votos necesarios mediante ofertas clientelistas. Dos años después, el resultado es evidente: la reforma a la salud nunca fue aprobada, varios ministros del interior se quemaron en el intento y —por encima de todo— el gobierno perdió su legitimidad ética".
En ese orden de ideas, “el gobierno del cambio se convirtió en el gobierno del cambiazo. El clientelismo sustituyó la política y la intransigencia reemplazó el diálogo. Hoy no hay reforma, y el sistema de salud se deteriora día tras día, acercándonos a una crisis humanitaria. En fin, la historia del cambiazo revela de qué manera la intransigencia ideológica y el clientelismo convirtieron las promesas de cambio, en todo lo contrario, en retroceso y degradación”.

Gaviria se convirtió en uno de los más acérrimos críticos del gobierno cuando el presidente le pidió la renuncia como ministro de educación. Sin embargo, algunos sectores políticos no le perdonan que él, en medio de la campaña presidencial del 2022, haya hecho esfuerzos para que Gustavo Petro llegara al poder.