Andrea Padilla: “La Ley Ángel es la herramienta más importante para luchar contra la violencia a los animales”

La Ley Ángel aprobada por el Congreso de la República y pendiente de la sanción del presidente Gustavo Petro actualiza el ordenamiento jurídico para la protección animal e impone sanciones más estrictas para quienes incurran en conductas de maltrato contra los seres sintientes.

Esta aumenta la pena privativa de la libertad para quien mate con dolo a un animal, afecte gravemente su integridad o abuse sexualmente de él. Dado que las penas superarán los 3 años, el delito ya no será excarcelable.

Entretanto, las multas para quienes atenten contra la vida de los seres sintientes aumentarán, pasando de 5 salarios mínimos mensuales a un rango de 15 a 30 para los casos en los que se le causen lesiones graves al animal. Si este muere a causa del maltrato, la sanción será de 30 a 60.

La Ley Ángel crea nuevos agravantes, como ejercer violencia vicaria con un animal, difundir pornografía con animales o escenas de violencia que lo impliquen, lo que también contempla actos como agredir a un animal en una actividad económica o mutilarlo. En relación con la conducta de violencia vicaria, se han presentado casos en los que agresores atentan contra la vida de las mascotas de su expareja.

La iniciativa establece otras sanciones que antes no estaban consideradas dentro del ordenamiento jurídico colombiano. Por ejemplo, quien sea procesado por maltrato animal no podrá tener mascotas por un período que puede ser de hasta el doble de la pena y habrá también una inhabilidad de tenencia o de ejercicio de profesión u oficio relacionado con animales.

La ley, de autoría de la senadora Andrea Padilla, crea un registro de personas condenadas que estará a cargo de la Fiscalía y la Policía. Además, obliga al ente acusador a crear guías técnicas forenses para que cualquier médico veterinario, en cualquier municipio, pueda dar un dictamen pericial que sirva de prueba del maltrato, dado que en la actualidad muchos procesos sobre ese tipo de crímenes no prosperaban por falta de pruebas.

El ponente de la iniciativa durante su trámite por la Cámara, el representante Juan Carlos Wills, afirmó que “con esta ley, la impunidad para los maltratadores de animales llega a su fin“.

La norma también trae nuevas medidas de carácter policivo, pues habilita a la Policía para que ingrese en un domicilio cuando haya evidencia de que la vida del animal está en riesgo inminente. Sumado a esto, crea una ruta de atención nacional a los animales víctimas del conflicto armado, establece un procedimiento sancionatorio para los casos en los que esa conducta de maltrato animal no constituye un delito y sanciona el abandono de las mascotas.

Los fiscales, jueces, inspectores de policía y personeros municipales y distritales estarán obligados a capacitarse sobre los lineamientos de la Ley Ángel. Empero, no todas las medidas serán policivas y penales, pues las personas que incurran en casos leves podrán hacer cursos pedagógicos sobre el tema.

“Esta ley fue aprobada por unanimidad en Senado y Cámara y se convierte en la herramienta legal más importante en Colombia para luchar contra las peores formas de violencia que afectan a los animales en nuestro país”, consideró la senadora Padilla.

La Ley Ángel lleva ese nombre inspirada en el caso de un perro que fue despellejado vivo, sufriendo lesiones en casi todo su cuerpo. El can estuvo delirando durante días hasta que fue rescatado por una animalista que se encargó de sanarlo y cuidarlo hasta el pasado 18 de febrero, cuando murió de forma natural. La norma que lleva su nombre fue aprobada exactamente una semana después de su deceso.