Política
Cónsul de Guadalajara habría recibido honorarios varios meses más, a pesar de haber terminado provisionalidad. Esta es la historia
Rubén Ramiro Estrada tenía que haber entregado su cargo en septiembre del año pasado, pero continuó recibiendo importantes honorarios y hasta habría duplicidad de funciones con su reemplazo.
El cónsul de Guadalajara (México), Rubén Ramiro Estrada Sierra, continuó recibiendo su salario durante varios meses, a pesar de que ya debería haber dejado ese cargo. SEMANA conoció documentos exclusivos de la propia Cancillería, en los que se reconocen los pagos que representan grandes sumas de dinero.
Allí se establece que el funcionario debía salir el 20 de septiembre de 2024, porque su cargo era de provisionalidad y, según el Decreto 274 del 2000, en su artículo 61, literal b, esas funciones solo se pueden desempeñar por cuatro años. Estrada se posesionó el 21 de septiembre de 2020.
Aunque en los documentos la Cancillería reconoce que esa era su fecha límite, aseguran que no se ha expedido un acto administrativo del retiro del servicio, porque se encuentra en “trámite de revisión y firma”. Ya han pasado cinco meses.
A pesar de eso, a renglón seguido detallan las grandes sumas de dinero que Estrada Sierra ha seguido recibiendo cuando hace cinco meses tuvo que haber entregado su oficina.
Lo más leído
El primer pago extemporáneo fue en noviembre de 2024. Estrada recibió una asignación básica por 2.581 dólares, más un valor de costo de vida por 4.490,78 dólares y una prima especial por 4.627,32 dólares, para un total de 11.699,1 dólares, que al cambio más reciente representan 47.841.272 pesos.
Ese mismo valor fue entregado a Estrada Sierra por sus labores en diciembre, para un total de 95.682.544 pesos entre los dos meses.
Sin embargo, ahí no paran los ingresos. A esos casi 100 millones de pesos se le suma una prima de Navidad por 8.370,11 dólares, es decir, 34.251.776 pesos, para un total de 129.934.320 pesos entre noviembre y diciembre de 2024.
Estrada continuó recibiendo ingresos adicionales. Según el documento oficial de la Cancillería, para enero de 2025 le ingresó otro pago por 11.699,1 dólares (47.841.272 pesos), es decir, la mensualidad que recibía por sus funciones como cónsul.
Y aunque en el documento no se aclara, Estrada habría recibido otro pago igual para febrero, ya que hasta esa fecha tampoco se había firmado el acto administrativo del retiro.
En ese sentido, por los cinco meses que se ha mantenido en el cargo de cónsul de Colombia en Guadalajara, a pesar de haber acabado su provisionalidad, habría recibido unos 240 millones de pesos en total.
Que haya seguido recibiendo salario no es el único problema. Estrada no había dejado de ejercer funciones hasta el pasado jueves, según pudo confirmar esta revista. El cónsul seguía en el cargo, a pesar de que a través del Decreto 1507 del 13 de diciembre de 2024, el presidente Gustavo Petro avaló la asignación de Juan Diego Franco Valencia como cónsul de Colombia en Guadalajara. El documento está firmado por Paola Andrea Vásquez, exsecretaria del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Cancillería de Luis Gilberto Murillo.
Franco es un funcionario de carrera que ha tenido diversas responsabilidades diplomáticas en varias partes del mundo y aunque ya fue nombrado cónsul, por el hecho de que Estrada sigue en el cargo, ambos estarían cumpliendo las mismas funciones. Eso, además del doble salario que representa para el país, en términos diplomáticos también genera un problema de representación frente a México.
SEMANA consultó a la Cancillería por el caso de Estrada, pero no tuvo respuesta. Por su parte, Estrada aseguró que él simplemente estaba a la espera del acto de retiro y que no ha entregado el cargo porque sin ese documento estaría abandonando su puesto.
Según fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores, si bien es cierto que Estrada debe esperar ese acto, y se trataría de un problema administrativo de la Cancillería, el diplomático debió haber presentado su renuncia en su debido momento. Según Estrada, la radicó una vez llegó el nuevo cónsul.
El caso no sería inédito, pero sí resulta llamativo y son varios los que al interior de la Cancillería cuestionan el conflicto que esto genera tanto para el país en materia diplomática, como para el erario del ministerio y de los colombianos.
