POLÍTICA
Crece escándalo por Papá Pitufo: Petro admite que viajó a Buenaventura en una avioneta del zar del contrabando. “Nunca supe que era de él”
El presidente asegura que uno de los acompañantes del viaje dejó un registro en imágenes “para entregárselas a alias Pitufo para que tuviera una forma de extorsionarnos. Un chantaje que a la postre no se atrevió a hacer. Las fotos las van a entregar”.
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El presidente Gustavo Petro habló de los dineros que Diego Marín Buitrago, alias Papá Pitufo, habría aportado a su campaña presidencial. El tema, que se mencionó por primera vez en el explosivo consejo de ministros televisado, ha tomado grandes dimensiones y promete destapar aspectos hasta ahora desconocidos de la campaña presidencial que llevó por primera vez a la izquierda al poder.
El primer mandatario no entregó a los medios su narración de los hechos. Lo hizo, en cambio, en el periódico oficial del gobierno Vida. En este, el artículo principal es una entrevista al primer mandatario, en la cual, asegura, tras su viaje a Medio Oriente, que los países árabes comprarán parte de la deuda externa de Colombia.
El director del periódico ‘Vida’, Augusto Cubides, hombre de confianza de Petro, le lanza en medio de esa conversación esta pregunta: “Diego Marín, alias El Pitufo, más conocido como el zar del contrabando, según publicaciones de algunos medios, intentó infiltrar su campaña electoral, muy a pesar de todas las advertencias y los controles establecidos. Usted lo advirtió y denunció en campaña y ahora desde la Presidencia. ¿Cuál es su versión de los hechos?¿Hasta dónde la campaña pudo ser permeada?”.
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Y el presidente Petro responde: “Cuando empecé a sonar en las encuestas, muy lejos de mis competidores, despertó en este sujeto el afán de estudiarme, de encontrarme y tratar de comprarme. No lo conocía. La verdad tengo que decir que el nombre de Diego Marín era desconocido, hasta hace muy poco. He venido recogiendo datos que me puedan acercar a una idea de lo que significa este delincuente”.
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Petro narra cómo llegó a conocer al zar del contrabando. “El primer contacto lo estableció él, a partir de ponerme una trampa en un viaje a Cali y de ahí sé que la política vallecaucana está infiltrada por Marín, que creo que es de allá, esa es su tierra. Y aprovechó una reunión cuando empezaba a hacer mis primeros núcleos políticos en Cali y en Buenaventura. Estaba en Cali y tenía una reunión de campaña en Buenaventura, donde me estaban esperando, pero caía una lluvia torrencial y alguien dijo que podía ayudarme con una avioneta en el momento en que escampara para que pudiera llegar a tiempo a la reunión que estaba ya cuadrada en Buenaventura”.
Petro narra que “efectivamente escampó y hubo una avioneta que por nuestro mecanismo de seguridad se manda a personas que me ayudan. Era ya la precampaña y estábamos comenzando lo que sería la consulta. Y entonces alguien apareció, un compañero del Valle, diciendo que podía conseguirme una avioneta”.
De este modo, el presidente presenta a Ferney Lozano, un sindicalista de largo tiempo que había sido alcalde de Yumbo y que fue, según él, la persona que le pone a disposición la aeronave. El primer mandatario cuenta en su relato que en la campaña consultaron la matrícula de la avioneta y no “aparecía registro de nada”.
El presidente se defiende explicando que para la fecha en que eso sucedió, nadie sabía quién era de Papá Pitufo. “El señor Marín hasta hace muy poco aparecía en los clubes sociales de la sociedad bogotana. No había sido perseguido, sino hasta hace poco. Durante 40 años era un empresario muy afamado y muy querido por la clase política tradicional”.
Sin embargo, confirma que hoy sabe a ciencia cierta que la avioneta en la cual se transportaron era del condenado contrabandista. “Yo nunca supe que esa avioneta era de él, pero ahora sabemos que sí y que uno de nuestros propios acompañantes— éramos muy pocos en una avioneta pequeña— había sacado fotos de nosotros subiendo a la avioneta y en el interior, para entregárselas a alias Pitufo, para que tuviera una forma de extorsionarnos. Un chantaje que a la postre no se atrevió a hacer. Las fotos las van a entregar. Eso sí sé, pero él se empezó a dar cuenta de que yo no era comprable”.
El periódico le pregunta qué otros canales usó Papá Pitufo para llegar a la campaña y Petro sigue su narración, dejando claro que la avioneta no fue el único acercamiento que tuvieron con la red del contrabandista. Y ahí nombra a la primera dama, Verónica Alcócer. “Él intentó buscar a mi esposa a través de un señor Valencia, diciendo que Iban a hacer obras de la iglesia Católica. Ella se dio cuenta de que eso era más bien una trampa y nunca cayó”.
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El primer mandatario intenta excusar el papel que Xavier Vendrell ha tenido en todo este entramado. Al polémico asesor catalán le endilgan haber sido el puente para que Papá Pitufo entregara 500 millones a la campaña. El presidente Petro asegura que el contrabandista “intentó poner trampas buscando infiltrar la campaña y una de esas fue la de Vendrell, quien apenas llegaba a Colombia. No conocía las campañas colombianas. Le pasó por no conocer la política nuestra, por ingenuo. Yo se lo advertí y no puedo hablar por él, pero indudablemente fue muy ignorante”.
Y sobre esa vuelta, también da su versión y confirma que él mismo se encontró con Papá Pitufo en San Andresito. Según Petro, “a través de una persona del Partido Verde, me invitaron a unas oficinas, en un sitio cerrado, a hacer una reunión con gente del San Andresito. Yo ya había tenido grandes discusiones parlamentarias y tenía una línea sobre los San Andresitos, que era tratar de volverlo zonas de producción y no de contrabando. Pues ahí estaba ese señor Marín al que inocentemente le dije eso”.
Petro se excusa con el mismo argumento que utiliza para defender a Vendrell: “Estaba cometiendo una ingenuidad porque tenía al frente de mí el mayor contrabandista de Colombia. Yo creo que se burló de mí y me retiré porque yo nunca he pedido dinero para mis campañas. Y sé que esa reunión siguió y sé que hablaron de dinero. Y Vendrell cometió el error de ir, no a la casa de él, como dicen en la prensa, sino una casa cerca a Chía y ahí le entregaron dinero en efectivo, y él me comentó o Augusto Rodríguez, alguno de los dos, ese mismo día. De inmediato dije “devuelvan eso y saquen una prueba de que devolvieron eso porque podían ser chantajeados de ahí en adelante” y más yo que ya me acercaba por las encuestas a ser el posible presidente”.
Su periódico oficial le pregunta entonces qué hizo para evitar que Papá Pitufo tuviera cada vez más poder en los puertos y lograra coptar las autoridades, y Petro entonces responde: “Mi primera intención cuando llegué fue sacar a todos los que fueran directores de puertos. Le dije al general Salamanca que quería que alguien civil dirigiera La Polfa, la Policía Fiscal y Aduanera; porque sabía que allí se cuida el contrabando, no se le persigue. Una serie de directores de puertos donde se controla o no se controla si sale cocaína o si entra contrabando y armas, que van de la mano: la exportación de cocaína y la importación de contrabando y armas. Van por los puertos de Colombia y por los grandes aeropuertos del país. Este señor era capaz de pagar 10 millones de dólares si le daban los puestos que necesitaba; generalmente el director de aduanas, el de la Dian, el de la Polfa. En todas las reuniones del consejo de seguridad le decía a la Policía: ‘Quiero un indicador, que al lado de cuántos homicidios hay en Colombia o cuántas toneladas de cocaína se han incautado, también quiero saber cuántas toneladas de contrabando se han incautado. Y ese indicador casi nunca aparece’”.
¿Papá Pitufo sí será extraditado a Colombia?
El presidente también habla de la posible extradición desde Portugal a Colombia de Papá Pitufo. “Sí, está a un paso (la extradición). Acabo de hablar, mientras estaba en Dubái, con el primer ministro de Portugal. Con el anterior también hablé sobre la pertinencia de la extradición de Marín a Colombia. Primero, hablé con el presidente de España, Pedro Sánchez. Diego Marín es ciudadano español y por ahí vino su primera estrategia de encubrimiento. Alguien, de tanta gente que tiene sobornada, le avisó que la Fiscalía iba a actuar contra él y se fue para España. Y de allí me mandaba razones, con abogados, con personas. Yo siempre respondía a los mensajeros lo mismo: que se entregue a la Fiscalía, le garantizo su vida y si quiere lo recogemos en un avión. Y que cuente toda la verdad. A mí solo me interesa la verdad, no me importa cuántos años de prisión tenga, me importa la verdad. Pero él parecía que lo que quería era más bien sobornarme o chantajearme, con la famosa foto de la avioneta, con amenazas veladas. Y yo, la verdad, a estas alturas de mi vida no me dejo chantajear. La sociedad colombiana merece que se llegue al fondo para que se pueda dar cuenta de qué clase de poder la ha gobernado durante este último siglo. Que quiere volver a gobernarnos, para volver a hacer lo mismo”.
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El presidente pone un manto de duda sobre la estadía de Papá Pitufo en Portugal. “La última palabra en Portugal la tiene el poder Judicial, y en Colombia la última palabra la tiene el presidente. No es cierto que la extradición es obligatoria. La última palabra la tiene el presidente en Colombia. Y sabemos que han llevado mucho dinero a Portugal”.
Pero cuando le preguntan si esa plata es para sobornar a la justicia de ese país, responde así: “No puedo decirlo. Sabemos que ha llevado mucho dinero a Portugal. Puede ser también para quedarse, como pensaba quedarse en España. Yo se lo impedí, porque mi comunicación con Pedro Sánchez surtió efecto y eso ayudó”.
“Ahora esperemos que la justicia portuguesa, que es muy respetable, nos ayude. Y en Colombia, ojalá la justicia colombiana pueda presentarle al mundo una de las mayores investigaciones que poder judicial alguno haya realizado, en la magnitud que puede realizarla con el señor Diego Marín”, concluye sobre el tema.