Política
Crisis de funcionarios en la Cancillería: esta es la disputa entre sindicatos y el Gobierno para nombrar cargos en consulados y embajadas
Los consulados y embajadas tienen 191 puestos vacíos en los que el Gobierno Petro no ha nombrado a funcionarios de carrera diplomática ni cuotas provisionales. Sindicatos exigen ampliar la planta externa del Ministerio.

Hay consulados y embajadas de Colombia que no dan abasto, pues hay decenas de cargos sin suplir, lo que tiene a los cónsules trabajando al límite para atender las solicitudes de los connacionales. Eso está sucediendo en Buenos Aires (Argentina), Santiago de Chile (Chile) y Valencia (España), tres de las oficinas que más requerimientos reciben.
La polémica comenzó por un trino de la cónsul en Santiago de Chile, María Antonia Pardo, quien dijo que no hay personal de carrera diplomática suficiente para nombrar en esos puestos y que, cuando el Gobierno Petro le entrega esos roles a provisionales, le demandan los nombramientos y la Justicia se los tumba.
El comentario de Pardo era un ataque directo a los sindicatos que demandaron su designación como cónsul y la de otras cuotas políticas del Gobierno de Gustavo Petro, quienes terminaron ganando salarios en dólares en el exterior cuando les entregaron esos puestos en los que, según la ley, deberían priorizarse los nombramientos con personal que ha certificado la experiencia para ocuparlos.

Lo que está detrás es un vacío logístico, pues el Gobierno lleva casi tres años ampliando las misiones en el exterior sin contar con el personal suficiente para ocupar todos los puestos que se están abriendo por cuenta de esa extensión de la burocracia diplomática.
Lo más leído
A la canciller, Laura Sarabia, le están exigiendo un plan para ampliar la estructura de personal, que tardará varios meses. Existen 82 puestos sin ocupar en 48 consulados y 109 cargos vacantes en 81 embajadas, de acuerdo con cifras que entregó la Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática y Consular (Unidiplo) a SEMANA.
Esto significa que 191 puestos están sin doliente en todo el mundo, lo que se traduce en que hay menos personas que atiendan los servicios consulares para los colombianos que viven en el exterior.
Las cifras del Ministerio contrastan con las del sindicato e indican que, de los 1.738 cargos de planta externa, 1.590 se encuentran ocupados, lo que significa que para la cartera solo hay 148 puestos disponibles.
Los vacíos son tan significativos que actualmente 15 embajadas carecen de auxiliares de misión diplomática, fundamentales para brindar apoyo directo a los líderes de misión. Esta situación afecta a países como Dinamarca, Filipinas, Noruega, Ghana y Etiopía. No obstante, la Cancillería asegura que la cifra real asciende a 13 embajadas.
La falta de personal es una realidad, y la Cancillería ordenó un plan de choque para acompañar las comisiones de servicios en el exterior enviando personal que despacha desde Bogotá a otros países para apoyar a las delegaciones con más necesidades. Incluso, adelantaron el envío al exterior de algunos profesionales.

Sin embargo, esta polémica que amenaza la atención a los migrantes colombianos tiene un ingrediente más: la batalla interna entre funcionarios para quedarse con los cargos más apetecidos y rechazar los más complejos.
La misma Cancillería y la cónsul Pardo relataron que hay puestos que se ofrecen a los integrantes de la carrera diplomática y que son ellos mismos quienes deciden si aceptarlos o no. De hecho, otra fuente le confirmó a SEMANA que los cargos en zonas de frontera, países como Jamaica o hasta en regiones de África son poco apetecidos por la carga laboral que conllevan.
Así las cosas, la atención en los consulados y embajadas está quedando a la deriva entre las limitaciones de planta de la Cancillería, la demora en los nombramientos y la reticencia para aceptar determinados roles con alta carga laboral.
Ese problema termina agravándose con la reducción en los salarios que sufrieron los trabajadores de la planta externa, quienes vieron sus honorarios reducidos en un 13 por ciento en los dos últimos meses, una situación que solo se resolverá hasta que el presidente Gustavo Petro firme un decreto del Ministerio de Hacienda en el que se les aplica una actualización salarial.