POLÍTICA
Cuando faltan 18 meses de Gobierno de Gustavo Petro, el proyecto de paz total del mandatario parece lejano
La idea del presidente Gustavo Petro de acabar con el conflicto en el país no parece que pueda ser una realidad.
![Antes de terminar 2023, el presidente Petro puso sobre la mesa la posibilidad de que el Estado les pague a los grupos armados para que dejen de delinquir. Según él, la decisión la tomarán los colombianos.](https://www.semana.com/resizer/v2/CRQ6EXXO3ZEXPINBSFG3CEFIXI.jpg?auth=a14e309e059d954fb843000971d610f6e4e24e7a7401a3ab93ea27a3ea330acc&smart=true&quality=75&width=1280&height=720)
La promesa de paz total, una de las principales banderas del Gobierno de Gustavo Petro, hoy parece más alejada de la realidad que cuando empezó su mandato. El presidente logró que el Congreso le aprobara la prórroga de la Ley 2272, promulgada el 4 de noviembre de 2022, para negociar con los distintos grupos criminales y guerrillas, y buscar ese anhelo de paz en el país.
Sin embargo, cuando quedan 18 meses de Gobierno Petro, esa idea parece alejada de la realidad. Los grupos armados han aumentado su presencia en los territorios, siguen asesinando y desplazando gente, y el Estado no ha podido hacer presencia.
El primero en reconocerlo ha sido el mismo Gobierno. En el consejo de ministros que fue televisado, varios altos funcionarios se refirieron al tema.
“La población hoy se está sintiendo en una inseguridad permanente bajo el fuego de grupos que no entienden, algunos, la bondad del proceso de paz. Y otros, se aprovechan de esa bondad del proceso de paz”, aseguró la ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, quien reconoció que “hay que replantear ciertos aspectos”.
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Buitrago agregó que el planteamiento de la paz total “es muy difícil” y que manejar esa política en medio de una guerra que lleva más de 70 años es complejo. “Es admirable tratar de sostener una relación de mesa con un conflicto histórico, pero también hay un punto en donde no hay inflexión”, reflexionó la ministra de Justicia.
Según la funcionaria, una de las complicaciones es que estos grupos existen gracias a la oferta y la demanda que hay en el mercado del narcotráfico y que es en las mismas cárceles desde donde muchas veces se maneja el negocio.
![Cámara de Representantes aprobó la paz total del Gobierno.](https://www.semana.com/resizer/v2/QIE2IZB2VBFAPP7EW4X7GPHQQM.jpg?auth=5d87398a0d16df61f93b077f6a7b303e74a21cccdff8531f02e9eca15d30affb&smart=true&quality=75&width=1280&fitfill=false)
Por su parte, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, fue otro de los que le reclamó a Petro por el fracaso en El Plateado, cuando se dijo en medio de la crisis que el Gobierno iba a recuperar ese territorio.
“No se ha entrado a El Plateado porque no ha habido una decisión articulada del Gobierno para entrar. Desde el inicio hemos insistido desde el Ministerio de Defensa, y desde las fuerzas militares y de Policía: ‘No podemos —dicen ellos— quedarnos indefinidamente acá sin una presencia real del Gobierno que permita la transformación de este espacio, porque con esa presencia del Gobierno tiene que generarse la confianza en la institucionalidad’. Desde el Ministerio de Defensa se ha insistido en eso”, aseguró Velásquez.
Jorge Rojas, exdirector del Dapre, y quien renunció al día siguiente del consejo de ministros, también expuso el fracaso de la paz total y mandó un mensaje contundente: “La paz total también es la ofensiva militar en el Catatumbo, pero la paz total también es la prevención del reclutamiento si no, estamos condenados a la violencia”, dijo.
Según Rojas, el problema de fondo no son las minas antipersonal, los combates o las extorsiones, sino que los grupos armados siguen reclutando menores de edad, por lo que cada 20 años se van repitiendo esos ciclos de violencia.
En entrevista con SEMANA, Antonio García, comandante del ELN, aseguró que desde las disidencias de las Farc siguen reclutando menores para entrenarnos para la guerra.
“(Las disidencias de las Farc) de manera precipitada crecieron, cosa que en una guerrilla rebelde no debe ni puede hacerse por la vía del reclutamiento, sino por el camino gradual de formación política e ideológica para incorporar de manera voluntaria. En esos grupos había mucha juventud obligada y sometida, que hoy puede verse por la cantidad de entregas voluntarias que se han dado, incluso mandos”, afirmó García.
![El presidente de Colombia, Gustavo Petro, en el consejo de ministros adelantado en Bogotá el 4 de febrero de 2024](https://www.semana.com/resizer/v2/DOB3LSLC7VAQ7GTTTQBMTLBKBM.jpg?auth=dbf0710e1853a5626810a387e36c3c9b0e38cb0e6325c862254a59031ca4f40c&smart=true&quality=75&width=1280&fitfill=false)
El comandante del ELN, el grupo guerrillero con el que fracasaron los diálogos que se llevaron a cabo durante varios meses para buscar un acuerdo de paz, también se refirió al fracaso de la paz total.
“Como concepto es equivocado, pues jamás en la realidad podemos hablar de totalidades, pues termina negando los conflictos que siempre existirán en las sociedades, dado que ellos son producto de procesos sociales y políticos, y no pueden terminarse como en un laboratorio de pruebas”, aseguró García.
Sin embargo, Petro arremetió en contra de esa guerrilla, relacionándolos con actividades de narcotráfico. “La guerrilla dejó de ser en Colombia como insurrección armada contra el Estado. Aquí nadie está peleando contra el Estado, se están tomando el Estado. No hay una insurgencia contra el Estado, hay un business (negocio). Y por eso, sentimos que cuando vamos a golpearlos el puño desaparece porque queda en un socio de los delincuentes, a nombre del Estado (…) guerrilleros del ELN cargando juntos los camiones de cocaína, pues así no vamos a acabarlos”, dijo Petro.
Desde esos mismos grupos han reconocido la dificultad para lograr la paz total, a pesar de que varios de ellos continúan negociando con el Gobierno en medio de esos procesos.
Para alias Calarcá, comandante del bloque Jorge Briceño, de las disidencias del Estado Mayor Central de las Farc, se trata de un “tema complejo” porque el problema en Colombia no surgió hace tres o cuatro años, sino que ha sucedido durante 60 años.
“Somos una guerrilla que nos llamamos el ejército del pueblo y nuestros planteamientos son muy grandes, verdaderamente de cambio. Y no se van a discutir en dos o tres días. Tal vez el presidente Petro tenga en su imaginación que se puede hacer, pero no lo acompaña el Gobierno que tiene”, afirmó.
Alias Andrey, jefe del frente 33 del Estado Mayor Central, tiene una opinión similar. “50 años, 60 años de conflictos para resolverlos en dos años, más los antecedentes recientes, como el proceso de La Habana, donde se cumplió con la desmovilización del movimiento guerrillero, pero no con lo planteado en la implementación. Poner fechas para la paz sería irresponsabilidad. La paz no tiene carreras”, mencionó en una entrevista reciente con SEMANA.
Según le reconoció a esta revista Otty Patiño, la paz total se debe hacer en los territorios y, en ese sentido, considera que se han logrado avances importantes. Puso de ejemplo a las negociaciones con los Comuneros, que se salieron de las filas del ELN y con quienes el Gobierno ha llegado a acuerdos.
“En este momento, tenemos unos desarrollos importantes en Nariño, la paz total puede consolidarse allá. Hemos hecho procesos muy importantes en Comuneros, tenemos un proceso en ciernes, pero ya bastante adelantado con un grupo que antes era la Segunda Marquetalia, ahí pertenece lo que era la Coordinadora Nacional el Ejército Bolivariano, que era un grupo en Nariño, con ellos se ha hecho un avance importante y tenemos un gobernador que entiende lo que es la paz total y la asume con todas las ganas y fuerza”, afirmó.
En el caso del Catatumbo, que es uno de los sitios donde más se ha recrudecido la guerra en el Gobierno Petro, Patiño aseguró que la paz total se logra derrotando la estrategia criminal del ELN y reiteró, como ha dicho Petro, que pasa por acabar las economías ilegales que los financian.
Según Patiño, “la paz total tiene enemigos y no es la superación absoluta de la violencia”, sino que tiene que ver con “la concurrencia de toda la gente e instituciones para lograr el restablecimiento del Estado social de derecho”.
El presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) y jefe negociador del Gobierno con las EMC-Farc, Camilo González Posso, dijo que la paz total tiene grandes retos que pasan por implementar los acuerdos de paz de La Habana, superar la crisis del proceso con el ELN y avanzar en los demás procesos territoriales parciales que están negociando con el Gobierno.
“No se puede pensar en que los límites de este Gobierno se van a resolver todas las dinámicas de violencia y los conflictos armados. Se pueden sentar bases, avanzar y, en algunos casos, resolver”, afirmó.
Para el ex alto comisionado para la Paz, exviceministro de Justicia y actual director del Observatorio de Derecho Público de la Universidad Javeriana, Miguel Ceballos, la paz total nunca ha debido llamarse de esa manera.
![El ELN y las disidencias de las Farc mantienen una guerra por el narcotráfico en el Catatumbo, en Norte de Santander. Para enviar la droga al exterior cuentan con varios socios.](https://www.semana.com/resizer/v2/V5UJSIOBPFCGFPE27IIHOUHAAE.jpg?auth=606eec3fca5d246ac2e6dc1e923829deeb08063109b7054a171b08bac6af3c23&smart=true&quality=75&width=1280&fitfill=false)
“La paz solo se logra dentro de un marco de posibilidades. Yo lo hubiera llamado más bien la paz posible”, aseguró.
Ceballos dijo que lo que se debe buscar es la voluntad real de los grupos armados en armas. “El Gobierno se equivocó porque solamente fue consciente de su voluntad de paz, pero no verificó nunca la voluntad de paz de las contrapartes, no solamente estoy hablando del ELN, sino de todos los otros grupos que son casi 15 o 16 mesas con las cuales realmente no se ha logrado un avance, en cambio, quienes han avanzado son los propios grupos armados”, agregó el ex alto comisionado para la paz.
Cuando falta la recta final del Gobierno de Gustavo Petro se hace mas cercana, parece que una de sus principales banderas no se podrá cumplir. El mandatario se había comprometido a firmar un acuerdo de paz con el EL tres meses después de que llegara al Gobierno; y que en mayo de 2025 “cesaría” la guerra con ese grupo. Sin embargo, lo que muestra la realidad es que los grupos armados continúan con presencia en los territorios, delinquiendo y amedrentando a la población civil.