Daniel Briceño reveló que La Guajira fue el departamento que más recibió recursos de ollas comunitarias de la UNGRD

El concejal de Bogotá Daniel Briceño, del Centro Democrático, compartió nueva información detallada de lo que habría sido el escándalo de las ollas comunitarias a cargo de la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgos y Desastres (UNGRD) y los cuestionamientos que hay alrededor de ese programa.

Según una tabla que publicó, el departamento de La Guajira es el que más ollas comunitarias y recursos habría recibido. Allí se destinaron 61.650 millones de pesos para 470 ollas, es decir, el 39,64% de lo que se repartió en el país.

En total se destinaron 155.535.390.322 pesos del presupuesto de la entidad para el programa de ollas comunitarias para 1.114 ollas en todo el país.

Llama la atención que otros de los departamentos a los más se destinaron recursos para proyectos de este tipo fueron Bolívar y Sucre, ambos de la costa Caribe. En el caso del primero se enviaron 24.331.620.332 pesos para 171 ollas 15,64%. Por su parte, en el segundo, se invirtieron 21.681.000.000 pesos para 141 ollas, es decir, el 13,94%. En ese sentido, los tres departamentos del Caribe suman casi el 70% de los recursos que se enviaron para las ollas comunitarias.

Ese hecho genera dudas porque precisamente en esa zona ha sido donde se ha generado el mayor escándalo de la UNGRD. Por ejemplo, con el caso de los carrotanques, los 40 carros quedaron parqueados en Uribia, presentaron sobrecostos, entre otras irregularidades.

El escándalo sacó de su cargo al exdirector de la entidad Olmedo López, además de una de sus manos derechas Sneyder Pinilla, subdirector de la UNGRD. Ambos decidieron prender el ventilador y hablar de otros líderes y políticos responsables e implicados en este escándalo.

Allí salió mencionado el presidente del Senado Iván Name, el de la Cámara Andrés Calle, la exalta consejera para las regiones Sandra Ortiz, el director nacional de Inteligencia Carlos Ramón González, el secretario de Transparencia de la Presidencia Andrés Idárraga, entre otros.

Sobre el escándalo de las ollas comunitarias en La Guajira se le sumó que la senadora Martha Peralta, del Pacto Histórico y la alcaldesa de Albania, de ese departamento, resultaron supuestamente implicadas con un presunto desvío de recursos que iban destinados a esos programas y quedaron en manos de campañas del petrismo para las pasadas elecciones regionales.

La senadora y la alcaldesa negaron esos hechos y dijeron que el mismo director de la entidad, Carlos Carrillo, les había confirmado que en ese municipio no se desviaron recursos.

“Nuestra administración municipal de Albania no ha recibido ni un solo peso con la UNGRD, tampoco hemos administrado contratos que tengan que ver con las ollas comunitarias. Durante mi campaña ‘Cambiemos para Albania’, tampoco. Y en la administración mucho menos”,

Sin embargo, Briceño evidenció que, según información que le ha brindado la misma entidad, sí se destinaron 20.400 millones de pesos para el municipio de Albania a la Asociación de Madres Trabajadoras (Asomadoras) para 170 ollas.

“Miente la senadora Martha Peralta. La Unidad Nacional de Gestión de Riesgo entregó 170 ollas comunitarias por $20.400.000.000 en el municipio de Albania que se administraron a través de Asomadoras. En Albania sí hubo ollas comunitarias”, cuestionó el cabildante de la capital.

El presidente Gustavo Petro se refirió a las ollas comunitarias, sin embargo, evadió responsabilidades. Dijo que había confiado en sus funcionarios y lo defraudaron. “En las ollas comunitarias, la orden que yo di, desobedecida -es que hay funcionarios que desobedecen al presidente- fue contratar con la acción comunal las ollas comunitarias. Encontramos que la UNGRD contrató fue con operadores privados las ollas comunitarias. Esa es una abierta desobediencia al presidente que parece tiene que ver con la corrupción”, aseguró el mandatario en las últimas horas.

Desde hace varios meses SEMANA ya había denunciado los problemas que había con los programas de las ollas comunitarias a cargo de la UNGRD y las serias dudas que se registraban, especialmente en el norte del país.