Política
De odiado a necesitado: Gustavo Petro buscó a Paulino Riascos, quien renunció al Pacto Histórico por maltrato, para que salve su reforma laboral
Riascos hace parte de la Comisión Cuarta del Senado, donde hoy se votarán tres ponencias de la reforma laboral, una de ellas, cercana al Gobierno Petro.

Si algo preocupa al presidente Gustavo Petro es que a casi tres años de ser presidente de Colombia no logró obtener las mayorías en el Senado. Así quedó demostrado recientemente tras el hundimiento de su consulta popular, en que le faltaron dos votos para que ese mecanismo democrático hubiera pasado en la plenaria y se convocara a elecciones en agosto de 2025.
Por eso, el presidente decidió coger el toro por los cachos y empezó a reunirse directamente con senadores que eran cercanos al Pacto Histórico, pero que hoy, decepcionados, están en una orilla distinta.
Petro —quien conoce el Congreso como pocos— sabe que cualquier voto suma. Y más con unas mayorías tan estrechas donde cualquier respaldo puede ser definitivo para sus iniciativas.

Este lunes 26 de mayo, Gustavo Petro convocó al senador del Partido Alianza Democrática Amplia (ADA), Paulino Riascos, quien lo ayudó a elegirse presidente en 2022 e hizo parte del Pacto Histórico, pero rompió relaciones con la izquierda porque sufrió maltrato de parte de algunos de sus compañeros. No lo convocaban a las reuniones de bancada, lo aislaron de las decisiones de la coalición, no lo consultaban, lo distanciaron de Petro y lo señalaron de ser el infiltrado de la derecha y el uribismo en el Pacto, cuando no era así.
Lo más leído
Riascos le venía manifestando su inconformidad a Gustavo Petro vía chat, pero no tuvo mayor eco.

En esta oportunidad, cuando el Gobierno atraviesa por uno de sus peores momentos en el Legislativo y el senador hace parte de la Comisión Cuarta, que votará este martes la ponencia de la reforma laboral, recibió una llamada de la directora del Dapre, Angie Rodríguez, quien le confirmó que el presidente quería atenderlo personalmente en su despacho privado, ubicado en la Casa de Nariño.
Riascos hasta dudó, hizo varias llamadas para preguntar si era cierto y evidentemente lo era. Él se había cansado de pedir audiencia con Petro y no lo habían escuchado. Hoy la historia parecía al revés. “Yo soy un hombre de paz, cómo hago para despreciar al presidente”, le dijo el senador a SEMANA.
Paulino Riascos y Gustavo Petro se encontraron durante 20 minutos y hablaron a puerta cerrada. El senador de ADA, quien ya no hace parte del Pacto Histórico, le mostró su preocupación por las pocas inversiones del Gobierno en el Pacífico, una región a la que el cambio no llegó y siguen reinando las necesidades.
Una fuente de la Casa de Nariño le dijo a este medio que el presidente le pidió al senador que revisara la reforma laboral que salió textualmente de la Cámara de Representantes y le ayudara a empujarla. A Petro no le gusta el texto que radicaron las mayorías de esa comisión.
Riascos le dijo que no lo podía engañar y no se comprometió porque le habló de la ponencia que ya tiene los consensos en las mayorías. Le aclaró que votaría en favor la reforma, pero reiteró la necesidad de los consensos. “Nos reservamos el derecho de opinión y decisión”, informó el senador en sus redes sociales.
En la reunión solo estuvieron Petro y Riascos. Al final llegó el ministro del Interior, Armando Benedetti.