Denuncia
Denuncia: la Cancillería adquirió una sede para el consulado de Colombia en Monterrey, pero no hay cónsul ni equipo. ¿Qué pasa?
Las instalaciones del consulado de Colombia en Monterrey, México, se adquirieron en febrero y desde entonces se han girado más de 409 millones de pesos. Sin embargo, luego de siete meses no se ha nombrado al cónsul ni a su equipo.
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México es uno de los países que más requiere servicios diplomáticos para los colombianos, pues gran parte de los connacionales que están en el extranjero residen allí. Teniendo en cuenta esa necesidad, la Cancillería abrió un consulado en Monterrey a comienzos de 2025, pero al día de hoy no estaría funcionando.
En una respuesta oficial, la Embajada de Colombia en México reconoció que desde febrero se adquirió el lugar. SEMANA conoció que después de siete meses no hay un cónsul en propiedad, decisión que está a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores en Bogotá.
El inmueble está ubicado en el Condominio Plaza Internacional, en el municipio de San Pedro Garza García, en el estado de Nuevo León, y cuenta con un área de 275,36 metros cuadrados, por los que se paga un valor mensual de 22.938.226 pesos.
En el contrato se especifica que el precio del alquiler es de 93.622 pesos mexicanos mensuales más IVA, que es del 16 por ciento, aunque el pago es semestral, por lo que hasta ahora se ha hecho uno de 137.629.356 pesos, que cubre desde el primero de mayo hasta el 31 de octubre de 2025, pues gracias a una negociación se lograron dos meses y ocho días gratis como periodo de gracia. El contrato de arrendamiento está contemplado del 20 de febrero de 2025 al 29 de febrero de 2028.

No se trata del único rubro que se ha pagado. Hay otro concepto por 4.882.060 pesos mensuales más IVA por la administración de las oficinas y el estacionamiento. Las primeras cuestan 3.832.746 pesos mensuales, mientras que el parqueadero vale 1.049.314 pesos.
También se pagó un depósito de garantía de 79.097.671 pesos correspondiente a cuatro meses. Este valor se actualiza anualmente y se reembolsaría al final del arriendo si no se debe hacer alguna adecuación o hubo afectaciones al inmueble.
A su vez, se giraron 5.003.251 pesos como póliza de seguro de las oficinas y se han pagado 1.277.848 pesos por servicios de energía eléctrica y 6.066.294 por internet y telefonía.
Hay otro pago adicional por adecuaciones y mejoras que se han tenido que hacer por 175.333.674 pesos, que implica mantenimiento y reparación de muebles, ventanas, luminarias, conexiones eléctricas, lavado de alfombras, aseo y limpieza en general, pintura, instalación de escudo y letras, astas para las banderas, sillas, escritorios, pantallas y seguridad privada.

Hasta ahora se han girado 409.290.154 pesos por una oficina que aún no presta servicios y no tiene personal, pues lo más insólito es que hasta el momento no se ha nombrado a un cónsul que esté al frente de esta oficina diplomática ni a su equipo de trabajo. El nombramiento del cónsul depende directamente de la canciller Rosa Yolanda Villavicencio y del presidente Gustavo Petro.
Desde la Embajada de Colombia en México aclararon que la renta de la oficina consular de Monterrey es la más baja de todos los consulados en ese país, a pesar de que sería la ciudad más costosa. La embajada cuesta 71.981.513 pesos mensuales por 455 metros cuadrados; el consulado en Ciudad de México, 41.693.762 pesos; el de Cancún, 31.832.997 pesos por 373 metros cuadrados, y el de Guadalajara, 29.435.922 por 321 metros cuadrados.
Desde la embajada aclararon que, aunque no se ha nombrado el cónsul, ya estaría siendo usada como consulado móvil y se espera que se dé su apertura general en las próximas semanas.
SEMANA consultó a la canciller Rosa Yolanda Villavicencio para conocer por qué hasta el momento no se ha nombrado a un cónsul en propiedad; sin embargo, al cierre de esta edición no hubo respuesta.
Coincidencialmente, Petro dijo en los últimos días que la diplomacia debía ser para personas afines ideológicamente al mandatario, por lo que está la expectativa de quién podría ser nombrado en este cargo. Esas declaraciones generaron una gran molestia en un sindicato de la Cancillería, desde donde reclamaron que hay funcionarios de carrera diplomática esperando estas oportunidades.