Bogotá

Donald Trump y la segunda línea del metro de Bogotá: recortes en el BID y tensiones entre la Casa Blanca y la Casa de Nariño podrían afectar el proyecto

SEMANA consultó con analistas y expertos en movilidad sobre el futuro de la financiación para la segunda línea del metro. Aunque hay optimismo frente a las decisiones financieras de Trump sobre el BID, aseguraron que será clave que las relaciones entre la Casa Blanca y la Casa de Nariño se mantengan estables.

3 de mayo de 2025, 4:59 a. m.
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El gobierno de Donald Trump en Estados Unidos podría provocarle problemas al Metro de Bogotá. | Foto: SEMANA

La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca significó un severo desajuste en lo que han sido por años las políticas de inversión extranjera de Estados Unidos en proyectos de desarrollo en el Cono Sur. Entre ellos, la construcción de la línea II del metro de Bogotá, que cuenta con un crédito aprobado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de más de 400 millones de dólares.

Aunque en un principio las amenazas de Trump sobre desfinanciar proyectos que no se ajusten a su visión global no tendrían por qué impactar la construcción de la segunda fase de la megaobra de movilidad en Bogotá, lo cierto es que una declaración de Mauricio Claver-Carone, enviado especial del Gobierno Trump para América Latina, en una conferencia en la universidad Dade College, encendió las preocupaciones en ciertos sectores.

Claver-Carone, quien fue presidente del BID (principal financiador de la línea II del metro) y obligado a renunciar por haber violado el código de ética de la institución, dijo en su intervención que el presidente Trump estaba revisando la opción de suspender el apoyo de Estados Unidos al BID y que para ello estaban realizando una revisión a profundidad de los créditos aprobados por el banco durante los últimos meses.

Según su argumentación, al Gobierno Trump no le hace mucha lógica apoyar con recursos de sus contribuyentes una entidad que financia proyectos que no están alineados con su política de Estado. Es más, dentro de su explicación mencionó particularmente la financiación de la segunda línea del metro de Bogotá, que, tanto para Claver-Carone como para Trump, es problemática, pues tiene manos chinas en su construcción.

Claver-Carone fue enfático: “Tienen en Colombia un programa de diversidad, equidad e inclusión de aproximadamente 450 millones de dólares y luego 500 millones para que los chinos construyan el metro en Bogotá. ¿En serio? ¿Es ahí donde debería ir su dinero? ¿Y luego quieren que les demos más dinero?”.

El presidente Donald Trump ha consolidado su influencia global en los primeros tres meses del gobierno.
El presidente Donald Trump y sus políticas podrían afectar la construcción del Metro de Bogotá. | Foto: AP

Las declaraciones del enviado especial de Estados Unidos para América Latina fueron solo la antesala de un comunicado oficial en el que se anunciaron recortes al BID durante los próximos meses. Aunque para los expertos consultados por SEMANA la desfinanciación de Trump al BID no tendría por qué alertar a Bogotá, lo cierto es que Estados Unidos es el mayor poseedor de acciones dentro del grupo de países no prestatarios del BID (los que proporcionan los recursos), con el 30 por ciento del total de los votos en la Asamblea de Gobernadores y el Directorio Ejecutivo.

SEMANA consultó a expertos en la materia, quienes analizaron los riesgos que enfrenta la financiación de la segunda línea del metro. Darío Hidalgo, profesor de la Universidad Javeriana y experto en movilidad, aseveró que la financiación para ese proyecto ya está asegurada con el BID, el Banco Europeo de Inversiones y el Banco Mundial, y que se espera que arranque el proceso licitatorio para saber quién finalmente construirá la megaobra.

Para Hidalgo, el panorama no es complicado: “En general, los países no tienen la capacidad de vetar proyectos relacionados con la financiación del BID, especialmente cuando se trata de iniciativas ya aprobadas, a las cuales cualquier país miembro puede acceder, incluso si cuentan con financiamiento del Bancode Desarrollo”.

En ese sentido, el experto indicó que la Casa Blanca no podría impedir que China, al ser país miembro del BID, licite para la construcción de la segunda línea del metro, ni tampoco retener recursos o frenar el crédito ya aprobado en caso de que efectivamente sean los chinos los que se queden con el contrato de construcción.

El experto indicó que la Casa Blanca no podría impedir que China, al ser país miembro del BID, licite para la construcción de la segunda línea del metro. | Foto: Mario Roberto Durán Ortiz

“Este será un análisis que debe seguir de acuerdo con los anuncios que siga haciendo el director para América Latina del presidente Trump. Él ya dijo que no veían con buenos ojos que con plata de Estados Unidos se financien proyectos hechos por chinos”, afirmó Hidalgo.

Ahora bien, según esta visión, lo que se espera es que durante los próximos años Estados Unidos deje de ser un país aportante al BID y no capitalice más para futuros proyectos. Sin embargo, conocedores de la estructura del BID aseguraron que hay otros 48 países más que pueden capitalizar, incluido China, y con eso se puede sostener la operación financiera del banco. “Las intenciones de Estados Unidos no deberían generar restricciones en las operaciones ya aprobadas”.

José Stalin Rojas, director del Observatorio de Movilidad de la Universidad Nacional, también tiene una visión positiva sobre el futuro de la plata que se necesita para la obra de movilidad. No obstante, es más reservado y manifiesta que el Distrito debería empezar a buscar fuentes alternas de financiación en caso de una eventualidad.

Para Rojas, en esta ecuación no solo importan los movimientos de Trump, sino los del presidente Petro, y cómo las acciones de lado y lado puedan minar la relación de cooperación y generar ataques más severos de Estados Unidos a los proyectos del país.

Obras del Metro de Bogotá. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA

“No especular”

Desde la Empresa Metro de Bogotá (EMB) y la Secretaría de Movilidad de la ciudad, no es mucho lo que se dice. Ambos coinciden en que no se puede especular sobre el futuro de la obra. Sin embargo, el alcalde Carlos Fernando Galán ya se había pronunciado y había asegurado que el apoyo del BID sigue en firme y que, además, hay otras tres entidades bancarias que ya están comprometidas con el proyecto, entre esas la CAF, que completan el monto que se necesita.

Según el Distrito, para que la decisión de Trump tuviera un impacto real sobre la financiación, se requeriría que más países que conforman el BID y que capitalizan al banco para la generación de las líneas de crédito adoptaran la misma postura, situación que todavía no ha pasado y que, de acuerdo con las proyecciones de Bogotá, no pasaría.

Sin embargo, cualquier movimiento en las reglas de juego del BID podría traerle problemas a la obra del metro, toda vez que, por decisión de la banca multilateral que apoya el proyecto, las reglas de operación de esa financiación serán las definidas por el BID.

Por esa razón fue que, a finales de 2024, el BID descalificó a dos de los cuatro proponentes dentro de la licitación; ambos, APCA 1 y APCA 2, de origen chino, según el Manual de Adquisiciones del BID, incurrieron en conflicto de intereses al beneficiarse mutuamente.

La segunda línea del metro podría verse perjudicada por las duras políticas de Washington. | Foto: Alcaldía de Bogotá

En ese sentido, la banca multilateral y la EMB resolvieron el conflicto de interés que se había suscitado en el proceso de contratación de la segunda línea del metro de Bogotá, con base en el Documento de Precalificación y la facultad que tiene la EMB, como contratante, de aceptar o rechazar cualquier solicitud en cualquier momento, sin que incurra en ninguna obligación con los participantes.

Lo anterior, por cuanto la firma China Communications Construction Company Limited (CCCC) es controlante directa de CHEC (APCA 2) y tiene participación accionaria en Mota-Engil SGPS S. A. (APCA 1), situación que le da a CCCC la posibilidad de influir en las dos ofertas.

En su momento, el gerente Leonidas Narváez reveló que la Empresa Metro dio a las firmas precalificadas inmersas en dicho conflicto de interés la posibilidad de solucionarlo. Sin embargo, las respuestas que entregaron APCA 1 y APCA 2 no resolvieron el conflicto de interés a satisfacción de la Empresa Metro y la banca multilateral, por lo que fueron descalificadas. Por ahora, quedan dos firmas, una china y otra española, en la disputa por quedarse con el contrato de construcción.

La decisión que se tome sobre esa licitación al final de 2025, al igual que la estabilidad de las relaciones entre Estados Unidos y Colombia, será determinante para el futuro de la financiación, toda vez que se requiere que Estados Unidos no se convierta en una piedra en el zapato dentro del BID.