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“El golpista es Gustavo Petro”: Álvaro Leyva habló en exclusiva con SEMANA y respondió por los audios y el supuesto plan para tumbar al presidente

El excanciller Álvaro Leyva rompió su silencio en entrevista con SEMANA y respondió por los audios que lo vinculan a un supuesto plan para tumbar al presidente Gustavo Petro.

Yesid Lancheros

Yesid Lancheros

Director General Editorial

5 de julio de 2025, 7:49 a. m.
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| Foto: semana

SEMANA: El diario El País, de Madrid, divulgó el pasado 29 de junio unos audios suyos, en los que se le escucha decir: “Hay que sacar a este tipo”, en referencia a Gustavo Petro. ¿Usted estaba fraguando un golpe de Estado contra el presidente?

ÁLVARO LEYVA: Eso es lo más ridículo del mundo. Esa fue una conversación privada. La libertad de expresión es un derecho fundamental y más si es en una conversación íntima. Decir “sacar a ese tipo” no es nada, es una expresión tonta. Tengo unas cartas públicas en las que le digo al presidente que renuncie, con normas constitucionales en la mano. De tal forma que esa es una tontería, es un pésimo uso de unas grabaciones que ni siquiera pueden tomarse como prueba en un proceso penal. Sobre eso hay jurisprudencia, tanto de la Corte Suprema de Justicia como de la Corte Constitucional. Eso es ridículo, absolutamente ridículo.

SEMANA: Pero en los audios se escucha de su parte decir que en ese plan debían participar “actores armados y no armados”. ¿A qué se refería?

A.L.: Lo que pasa es que aspiro a que el presidente se vaya. Se lo anticipo de una vez, creo que es una necesidad nacional, el país está desbaratado, requiere de un acuerdo nacional con todas las fuerzas vivas. La persona que lo vaya a suceder no puede ser sino única y exclusivamente la vicepresidenta. Qué mejor que llamar a un acuerdo nacional para que a todos los que están haciendo política se les pueda garantizar unas reglas del juego. Este país está zarandeado y requiere reposo.

Álvaro Leyva, en exclusiva con SEMANA

SEMANA: Pero el presidente Petro fue elegido en las urnas y su mandato va hasta el 7 de agosto de 2026. Cualquier otro plan iría contra la Constitución.

A.L.: No necesariamente. Se puede enfermar, cualquier cosa le puede pasar a un presidente elegido, se puede morir, por ejemplo. Entonces, ¿eso qué quiere decir? ¿Que hay que tener el cadáver hasta el último día de su mandato? No. Hay normas constitucionales, y no me voy a salir de esas normas.

SEMANA: ¿Usted es un golpista?

A.L.: Golpista de qué, hombre. Si soy producto de una tragedia que es el golpe de Estado que le dieron a un gobernante constitucionalmente elegido (Rojas Pinilla contra Laureano Gómez), y mi papá fue desterrado. Soy constituyente, hombre. ¿Usted cree que voy a contradecir mi vida, mi modo de ser, mi preparación, mi compromiso con la democracia? Esa sería una torpeza.

“El presidente está atortolado porque le están descubriendo una salida más de esas que él suele hacer. Lo de Manta, en Ecuador. Que él explique qué estaba haciendo allí”.
“El presidente está atortolado porque le están descubriendo una salida más de esas que él suele hacer. Lo de Manta, en Ecuador. Que él explique qué estaba haciendo allí”. | Foto: uan carlos sierra-semana

SEMANA: Pero, entonces, ¿por qué afirma eso en esa conversación?

A.L.: Para mí sería un suicidio moral, no voy a incurrir en esa tontería. Sacan unas grabaciones que no han debido ser utilizadas indebidamente. Es que el delincuente es el que graba. Y uno puede decir lo que se le dé la gana. Eso es absolutamente ridículo y, además, absolutamente ilegal, absolutamente inmoral. Están haciendo uso de una grabación de una conversación privada. Uno no tiene por qué ir explicando situaciones del orden jurídico como si estuviera en una cátedra. La inmoralidad está en el uso incorrecto de unas grabaciones. Fui constituyente, y la libre expresión es un derecho fundamental. Y, si uno no tiene el derecho fundamental a la libre expresión, en un restaurante o en su casa, por Dios, apague y vámonos.

SEMANA: Petro, a través del abogado Alejandro Carranza, lo denunció a usted por conspiración, instigación a delinquir, traición a la patria, menoscabo a la integridad, injuria y calumnia. ¿Qué responde?

A.L.: Que me parece muy gracioso. A ver, traición a la patria es cuando uno divide al país o hace alianzas con Gobiernos extranjeros afectando a la nación. Mis conductas no se tipifican. Pero no solamente eso, hablan de una conspiración. La conspiración es un delito, pero requiere un desarrollo con dos delitos más: es hablar con otra gente sobre rebelión o sedición. Y tanto la rebelión como la sedición se dan si hay porte de armas. Entonces, ¿pretender que incurro en sedición o en traición a la patria? Yo voy, les explico y les enseño de una vez, porque es imposible que un abogado de esa calidad no sepa exactamente de qué trata el Código Penal y cómo se tipifican las normas, los actos antijurídicos y penales. En eso tengo que ser muy claro. Aquí lo que pasa es que el presidente está atortolado porque le están descubriendo una salida más de esas que él suele hacer. Lo de Manta, en Ecuador. Que él explique qué estaba haciendo allí.

SEMANA: ¿Sabe usted qué estaba haciendo Petro en Manta?

A.L.: Nada, en Ecuador se están haciendo las investigaciones. Lo que he sabido es que están averiguando de quién es la casa.

SEMANA: El presidente explicó que estaba allí escribiendo 30 páginas de un libro sobre “acumulación de capital y crisis climática”.

A.L.: Sí, seguramente, como en otras situaciones también; como cuando no cumple citas está escribiendo un libro…

En diálogo con Yesid Lancheros, director de SEMANA, Álvaro Leyva dice que los audios “obtenidos ilegalmente no sirven en un proceso penal”.
En diálogo con Yesid Lancheros, director de SEMANA, Álvaro Leyva dice que los audios “obtenidos ilegalmente no sirven en un proceso penal”. | Foto: juan carlos sierra-semana

SEMANA: ¿No cree en esa explicación que dio Petro sobre su estancia en Manta?

A.L.: Qué voy a saber. Es que mire: primero desconoce la elección del presidente de Ecuador y luego aparece de la noche a la mañana en su posesión. Saludó, dio consejos, que había que abrir un diálogo nacional y desapareció. Hombre, es que desapareció. Ni siquiera tenía permiso del Congreso colombiano, se fue. Él tiene ahí una cortina de humo que es esto que se están inventando.

SEMANA: El mismo diario El País, de Madrid, señala, basado en fuentes, que usted se reunió hace dos meses con asesores cercanos al Gobierno de Donald Trump para “buscar su apoyo a un plan para hacer caer a Gustavo Petro”. ¿Qué responde ante eso?

A.L.: El que afirma prueba. El periodista, que debe ser una estupenda persona, se fue a Nueva York. La última vez que estuve allí fue cuando me desempeñé como ministro de Relaciones Exteriores. No estuve en Nueva York en esa oportunidad (que dice la denuncia), luego nadie pudo haber hablado conmigo. Yo no estaba presente. En ningún momento he hablado con senadores o representantes estadounidenses. Le reitero, en ningún momento. Hablan de un congresista Giménez.

SEMANA: Sí, del representante republicano Carlos Giménez, de Florida.

A.L.: No lo conozco. Le voy a hacer una confesión y me da pena: yo no sabía que existía ese hombre. Entonces, me ponen a hablar con Carlos Giménez, imagínese usted…

SEMANA: ¿Pero no buscó a ningún asesor cercano al Gobierno Trump?

A.L.: Es que no estuve en Nueva York.

SEMANA: Pero pudo haber sido en otra ciudad de Estados Unidos.

A.L.: No, cercano al Gobierno Trump, no. Tengo relación con los Díaz-Balart, pero no es de ahora, sino de mucho tiempo atrás y, sobre todo, con Lincoln Díaz-Balart, quien murió. Era muy amigo de Santiago, mi hermano, que en paz descanse, era directivo de la Universidad Sergio Arboleda y de los hombres queridos en la familia Díaz-Balart. Lincoln murió hace poco, y mi hermana Dorotea y mi hermano Santiago eran muy cercanos a Lincoln.

GUSTAVO PETRO Presidente de la república
GUSTAVO PETRO Presidente de la república | Foto: Anadolu via Getty Images

SEMANA: En los audios usted dice que estuvo en Estados Unidos con Mario Díaz-Balart y que esa familia está detrás del secretario de Estado. ¿Qué habló con Díaz-Balart?

A.L.: Es otra cosa. Mire, conozco la historia del papá de los Díaz-Balart, parientes de Fidel Castro, muy amigos. Cuando vivían en Cuba, jugaban basquetbol; ¿usted sabía eso? Fidel Castro jugaba basquetbol. Y Díaz-Balart lo llevaba a Nueva York antes del golpe, cuando Batista. Entonces, esos Díaz-Balart están emparentados, porque la mujer de Fidel Castro, la primera, es Díaz-Balart. Entonces, no es que yo hubiera estado hablando con un Díaz-Balart para tumbar a nadie. Eso es lo más ridículo. El periodista se inventó eso; perdóneme, pero es que es imposible que en Nueva York hubiera obtenido información, cuando yo nunca estuve con el señor Díaz-Balart.

SEMANA: ¿Pero usted no habló con Díaz-Balart de un plan para sacar a Petro?

A.L.: Pero ¿cómo se le ocurre si él acaba de decir todo lo contrario? Si él dio una declaración. Por eso, esta es mi oportunidad: a ver si son tan machitos de citar a declarar a Díaz-Balart. Que lo citen, a ver. ¿Le queda claro?

SEMANA: Esa es su explicación.

A.L.: No es que sea mi explicación, es el hecho. Me graban en privado, donde me expreso de forma familiar. Entonces, uno dice: “Yo pensé que era más chiquito”. Entonces, Leyva dijo que Díaz-Balart era chiquito. Esas son bobadas y aquí les están dando trascendencia. Estoy convencido de que aquí hay un mar de fondo que están escondiendo, esa es mi tesis, y tiene mucho que ver con la condición del presidente, con esas escapaditas. Que se haya escapado a Manta no es culpa mía. Y todo el país sabe eso, es de público conocimiento, las escapaditas.

SEMANA: ¿Usted buscó al secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, con el fin de que lo ayudara a ejercer “presión internacional” para que Petro saliera de la presidencia?

A.L.: No busqué a Marco Rubio. Eso sí, tengo unas ganas enormes de hablar con él sobre muchos temas. Ahora pienso viajar a Oriente Medio, estoy invitado a Siria, por ejemplo; inclusive estoy invitado a Rusia, me gusta lo de la paz, estuve en Ramala, vengo de Israel, y veo a Rubio moviéndose alrededor de muchos temas. Me parece, como dirían jocosamente, chévere. ¿Pero que yo lo esté buscando…?

Mario DÍaz-Balart
Mario Díaz-Balart, congresista de Estados Unidos. | Foto: afp

SEMANA: Usted ha dicho que no es un golpista, pero en los audios se habla de que Francia Márquez, una vez Petro saliera de la presidencia, asumiría el poder. ¿Cuándo le habló a ella de ese plan?

A.L.: Nunca, no he hablado con ella sobre eso. Mencioné a Francia y le voy a decir una cosa: Francia Márquez ha sido objeto de maltrato, de un maltrato cobarde, por ser negra. A mí me han dicho algunos en la calle: “¿Colombia en manos de una negra?”. ¡Sí! Hay amarillos y hay carmelitos. Si usted va a Estados Unidos, van a decir que es un carmelito. Ella tiene derecho a suceder al presidente de la república. Si el presidente se va, quedaríamos en unas manos estupendas. Aquí la quieren golpear, la han querido golpear, ¿no? Le inventaron un ministerio, en un papel, y a los dos años, sin presupuesto, le dijeron que no sabía ejecutar y la sacaron. Francia Márquez es la que usted vio en ese consejo de ministros, el país la recuerda. Francia Márquez no es un invento mío. A ella la eligieron vicepresidenta. Es formada, es una profesional, ganó premios internacionales antes de ser candidata a la vicepresidencia y puso los votos. Yo sí creo que quedaríamos en mejores manos, que lo sepan. En un momento dado yo sí le dije a Francia Márquez: “Usted tiene las capacidades”, pero eso fue hace rato.

SEMANA: ¿Y qué le respondió Francia Márquez cuando usted le dijo que estaba en la capacidad de asumir la presidencia?

A.L.: Nada, se sonrió y qué puede decir… “Uy, usted tan amable, doctor”.

SEMANA: ¿Pero le compartió a Francia Márquez un plan para que Petro saliera del poder?

A.L.: ¡Pero cómo se le ocurre!

SEMANA: Pero, entonces, ¿por qué le dice eso a su interlocutor?

A.L.: Yo, simplemente, dije que Francia Márquez es una digna sucesora, pero ahí no aparece nada que tenga que ver con un golpe de Francia Márquez, porque no necesita darlo. Si se va a Petro, si mañana dicen que Petro descansó en la paz del señor, ¿qué hacemos? Si mañana le da una enfermedad a Petro que no le permite gobernar, ¿qué hacemos? ¿Ponemos a Benedetti o a quién? ¿Qué dice la Constitución? Que asume la vicepresidenta.

FRANCIA MÁRQUEZ Vicepresidenta de la república
Francia Márquez, vicepresidenta de la República. | Foto: GUILLERMO TORRES REINA-SEMANA

SEMANA: ¿Cuándo fue la última vez que se vio personalmente con Francia Márquez?

A.L.: Como hace tres meses.

SEMANA: ¿Y de qué hablaron?

A.L.: De nada. Fue “quiubo, Francia”...

SEMANA: ¿Y ella qué le comentó?

A.L.: Nada. Pero ¿qué me va a comentar? Ella es muy respetuosa.

SEMANA: ¿Francia Márquez se siente cómoda con el presidente Petro?

A.L.: ¡Yo qué voy a saber! Pregúnteselo a ella, usted que hace estos interrogatorios…

SEMANA: ¿Pero usted qué percibe? ¿Que ella es feliz donde está?

A.L.: Ella es vicepresidenta porque tiene los votos. Ella no es un invento. Es una persona alegre, es la que ustedes vieron en ese consejo de ministros. Ella es la verdadera representante de las negritudes, de los indígenas. Quiero contarle una anécdota con Francia.

SEMANA: ¿Cuál?

A.L.: Siendo yo canciller, vino Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos. Yo, supuestamente, su equivalente, iba a hablar con él y al lado estaba Francia Márquez. Blinken me dijo: “¿Usted me permite que la foto sea Francia Márquez y yo?”. Le dije: “Claro que sí”, y en Palacio se tomaron la foto. El señor Blinken, que no es ningún pintado en la pared, el último secretario de Estado de Joe Biden, me dijo: “Esa es una de las mujeres más importantes”. Es que Francia Márquez es una mujer para mostrar. No es una golpista. Ella es una mujer meritoria que nació abajo, abajo.

SEMANA: Y usted dice que Colombia estaría mejor en manos de Francia que de Petro.

A.L.: Claro. Esa es una opinión, no vayan a pensar que porque digo mi opinión acá es porque tengo algo armado. A la luz de la Constitución, ella es la vicepresidenta. Y si Petro se va, por cualquier razón, ella es la sucesora. No necesita de golpes de Estado. Imagínese la persona que es la vicepresidenta de la república dando golpes de Estado. Qué cosa tan ridícula. Hasta el que piense eso carece de sindéresis.

SEMANA: Usted, en los audios, dice que está “encima de ella”, en referencia a Francia Márquez. ¿Por qué afirma eso?

A.L.: Porque me preocupa que la maltraten. La sacaron del ministerio. Y comienzan a decir que no pudo ejecutar, cuando todos sabemos que no le dieron presupuesto. Entonces, uno está encima. Yo estoy encima de mucha gente, de mis amigos. Voy a decirle una cosa y suena ridículo: me considero un buen tipo.

Álvaro Leyva, excanciller de la República. | Foto: juan carlos sierra-semana

SEMANA: ¿Usted le dio alguna indicación a Francia Márquez para que cuestionara al presidente Petro y a algunos de sus funcionarios en ese famoso consejo de ministros televisado?

A.L.: No, claro que no, hombre. Mire, en los consejos de ministros generalmente me sentaba a la izquierda del presidente. A la derecha estaba Francia Márquez y hablábamos muy poquito. “¿Qué hubo, Francia? ¿Cómo le va? ¿Qué hay de su vida?”. Pero, por Dios, es que uno en un gabinete termina siendo compañero. Yo tenía uno muy querido, el ministro de Ciencia y Tecnología, nacido en Sucre. Y me decía: “Señor ministro, a mí me da pena, porque los ministros somos iguales, pero usted, que habla con el presidente, ¿por qué no le dice que me reciba?”. A ese tipo, Petro lo nombró, lo sacó y nunca habló con él. Es que el presidente no habla con los ministros. Cuando uno lo ve por televisión y no sé qué, es paja. Y ponía a Laura Sarabia a pedirles la renuncia. Déjeme reiterarle: Francia Márquez, si se va Petro, tiene todas las condiciones personales y morales para sucederlo y no necesita dar golpes de Estado. Pero hay que estar encima de ella, como cuando uno cuida un jardín. Pero eso no quiere decir que yo sea su jefe, no la estoy invitando a absolutamente nada. Eso es absolutamente ridículo.

SEMANA: Usted decía en los audios que Francia Márquez estaba “jugada”.

A.L.: En su vicepresidencia, claro que sí.

SEMANA: Usted, según se escucha en los audios, habla de que el ELN y el Clan del Golfo tienen que estar en ese acuerdo nacional.

A.L.: Pero no en ese acuerdo; a ver, es que esa es una conversación…

SEMANA: ¿Pero a qué se refería con el ELN y el Clan del Golfo? Son dos organizaciones criminales.

A.L.: Petro me nombró ministro de Relaciones Exteriores y Paz (...) Yo me debo al conflicto. Es que Petro no conoció a su jefe (en referencia a Carlos Pizarro, excomandante del M-19) como lo conocí yo. Eso es paja que él hubiera participado en la paz, nada de eso. Eso no es verdad. Ahí tiene un libro en el que dice mentiras. Alguien le escribió la biografía. Petro nunca me dejó meter en la paz. Nunca. Yo venía de hablar con el ELN, estuve en Cuba con el ELN, los conozco desde esa época. El ELN nació antes que las Farc, y yo los conocí jovenciticos, yo estaba joven. Ahora, si tuviera la oportunidad de hablar con alguien del ELN, pues le digo: ¿qué hay de su vida? ¿Qué hay de su hijo? Porque los conocí hace muchísimos años. Me sucedió en La Habana; a uno del ELN le pregunté por el hijo y me dijo: “Está terminando la universidad”. Petro no se inventó el concepto de la paz total. Fui yo. Pero que él goce con eso. Quedó pésimamente. ¿Cuál paz total?

SEMANA: ¿Pero por qué usted habla en esos audios del ELN y del Clan del Golfo, en el marco de una conversación que apunta a la salida de Petro del poder?

A.L.: ¿Quién lo interpretó así? ¿Que para salir del presidente? Que de esos audios cada cual diga lo que se le dé la gana. Esos audios obtenidos ilegalmente no sirven en un proceso penal; no sirven.

El presidente Gustavo Petro se pronunció sobre el presunto plan de Álvaro Leyva para tumbarlo del poder.
El presidente Gustavo Petro ha hablado en varias ocasiones sobre el presunto plan de Álvaro Leyva para tumbarlo del poder. | Foto: Presidencia/Semana

SEMANA: En los audios usted plantea dudas sobre Petro y que él presida las elecciones de 2026. ¿Por qué?

A.L.: Hombre, porque todo lo que ha venido haciendo está dirigido a romper las instituciones. Yo le puedo citar las barbaridades que dice. Y por acá le digo, ¿y los senadores que no votaron por usted unos HP? Porque él lo dijo. ¿Y la oligarquía que manda a matar? ¿Usted qué opina de eso? Es un jefe de Estado. En una carta que le escribí desde Varsovia, le dije: “Es que no se da cuenta de que detentando usted, doctor Petro, la alta investidura que lo reviste, al seguir maltratando y sindicando de esa desafortunada manera al presidente del Congreso y a otras dignas personalidades de la nación, los está colocando en la picota. Si matan a cualquiera de ellas, ¿entonces qué, Gustavo? ¿Qué?”. Y sucedió lo que sucedió con el doctor Miguel Uribe Turbay. Aquí le digo: si matan a alguien, ¿entonces qué? Es que uno no puede dividir a la sociedad. Entre otras cosas, eso tiene que ver con el delito de traición a la patria. Creo que el que venía dando un autogolpe es Petro.

SEMANA: ¿Por qué considera usted que el golpista es Petro?

A.L.: Porque está poniendo en peligro las instituciones, enfrentando a las Cortes, el Congreso. Porque está gobernando para un solo sector, el sector de él, todos los demás son posibles asesinos, el presidente del Congreso, los gremios. A mí me preocupa lo que está sucediendo y yo quiero que esto termine bien (...) Es decir, el hombre vive obsesionado. Ahora sí que está obsesionado conmigo.

SEMANA: ¿Usted tiene dudas sobre Petro como árbitro de las elecciones de 2026?

A.L.: Claro que sí. Porque no tiene la capacidad. Es que Petro no está gobernando, hombre. El que está gobernando, pues fíjese usted…

SEMANA: ¿Quién es?

A.L.: Armando Benedetti, hombre. ¿O es que usted tiene dudas sobre el particular?

SEMANA: ¿Y qué piensa de Benedetti?

A.L.: Pues él ha dicho que es un drogadicto, lo confesó hace poco. Imagínese usted...

SEMANA: ¿Habrá elecciones libres y transparentes en 2026?

A.L.: A mí me preocupa mucho que no se vayan a dar, porque todo está muy turbio. Por ahí vi que Petro había publicado un tuit diciendo que yo, de golpe, soy la persona que puede impedir las elecciones. Es que llega un momento en el que hasta se vuelve gracioso. Anoche me produjo mucha risa cuando leí a Petro.

SEMANA: ¿Cree que Petro se quiere quedar en el poder a la brava?

A.L.: No sé qué quiere él. Es que yo no creo que él esté en condiciones que le permitan juzgar la situación (...) Esto no me hace golpista y yo quiero ser muy claro con usted. Lo primero que hago cuando voy a escribirle una carta a Petro es radicarla para que no se diga que es que el público la conoció antes. Pero yo soy muy directo. Yo le digo: “Presidente, váyase. Se lo estoy diciendo acá”. Es que yo se lo digo en las tres cartas.

ARMANDO BENEDETTI Ministro del Interior
Armando Benedetti, ministro del Interior. | Foto: GUILLERMO TORRES REINA-SEMANA

SEMANA: ¿Usted insiste en que Petro debe renunciar?

A.L.: Hay fórmulas. Puede renunciar o se le puede hacer una invitación cordial para que permita que todo se normalice.

SEMANA: ¿Le pide a Petro que renuncie?

A.L.: Ya se lo he dicho en las cartas, hombre. Es que todo lo ha llevado inclusive a que cometa actos absolutamente ilegales, como cuando estuvo en Francia, cuando desapareció. Entonces, subrepticiamente, firmaron un decreto extendiéndole el viaje, un decreto absolutamente ilegal.

SEMANA: En los audios, usted dice que ha hablado con los gremios más importantes. ¿Con quiénes ha hablado y de qué?

A.L.: He hablado con todo el mundo. No he hablado con ellos sobre tumbar a Petro. Sí creo que tienen que entrar al gran acuerdo nacional. Pero no solamente los gremios, sino los sindicatos...

SEMANA: ¿Y ese acuerdo nacional para qué es?

A.L.: Para que el final de lo que queda (de este gobierno) sea en tranquilidad, con garantías para todo el mundo. Que todo el mundo se sienta satisfecho. Fíjese usted el caso de Vicky Dávila.

SEMANA: Sí, hablemos de ella. Usted en los audios habla de la precandidata presidencial Vicky Dávila. ¿Por qué la menciona?

A.L.: Porque en el acuerdo nacional creo que tiene que estar gente muy prestante. En ese momento (de la fecha del audio), yo digo que no creo todavía que (ella) vaya a ser presidenta, pero es una persona muy prestante. Yo no la descalifico. Y yo no la invito; si usted repasa detenidamente, yo no la estoy invitando a que ella tiene que entrar a un golpe de Estado. En ese momento, ella no era candidata oficial, ahora lo es. A mí no me sorprendería, oiga lo que le voy a decir, que ella llegue a ser la primera mujer presidenta de Colombia. Tiene las condiciones, tiene caudal propio. Cuando yo me refiero a los demás candidatos, por ejemplo, al doctor Uribe Turbay, lo que quiero manifestar es que ellos están en una competencia. Él adquiriría la condición de una Vicky Dávila cuando gane esa competencia y sea el candidato del Centro Democrático. El que no maneje la política puede entender cualquier cosa, pero en ningún momento insinúo que Vicky Dávila va a entrar a un golpe de Estado. Eso es una canallada.

SEMANA: ¿Ella lo autorizó para que usted la mencionara?

A.L.: No, es que yo lo he mencionado a usted también en mis conversaciones, en mi casa y en otras partes. Es que uno menciona a la gente, o es que qué, ¿entonces yo no puedo? ¿Supuestamente porque me están grabando en mi casa o acá? ¿No puedo hablar porque inmediatamente aparezco en una grabación? Y usted como periodista, yo he venido acá, hemos hablado de mucha gente, pero sin ánimo de ofender a nadie. Es que uno tiene memoria y la actividad política aparece y se maneja con mucha gente. Entonces, para hablar de política, usted menciona a mucha gente. Lo que pasa es que no se pueden inventar las cosas. Es como el caso de Nueva York, dice el periodista que en Nueva York... Resulta que yo hace dos años que no voy a Nueva York.

Vicky Dávila lanza propuesta tras dramáticas cifras que han presentado de la tasa de nacimientos en Colombia.
Vicky Dávila, precandidata presidencial. | Foto: Suministrada a Semana

SEMANA: Es decir, usted nunca habló con Vicky Dávila de un golpe de Estado o de un acuerdo nacional para sacar a Petro del poder.

A.L.: Nunca. La mencioné ahí porque me parece que es una persona importante, ¿o es que no es importante? ¿Usted cree que en una conversación de política hay que sacar de la charla el nombre de Vicky Dávila? Es ridículo, es como sacar de una charla al presidente del Senado. No sé si me explico. Uno habla con nombre propio de los actores de la política. Pero eso no quiere decir que, en una grabación privada, cada vez que uno menciona a alguien, lo está invitando a un alzamiento en armas o a dar golpes de Estado. Por eso, la Corte Suprema de Justicia prohíbe que esas grabaciones se utilicen como prueba. Porque eso es ilegal. O es que mire cuántas veces menciona Petro a mi hijo…

SEMANA: Vicky Dávila ha dicho que hay un plan para sacarla de la competencia presidencial, desprestigiada, judicializada, ha dicho que viva o muerta, y que el episodio de sus audios está siendo aprovechado por el petrismo. ¿Usted cree que es así?

A.L.: Yo creo que perfectamente puede ser así (...) Aquí en Colombia la izquierda tiene que tener cuidado, porque la izquierda es una visión de la democracia que no puede desaparecer por el fracaso de Petro. La izquierda también tiene que hacer su digestión y su asepsia, porque es una realidad nacional, como los de centro, como son los protestantes, como son los sindicatos…

SEMANA: ¿Ese acuerdo nacional del cual usted habla implica la salida del poder de Petro de manera abrupta?

A.L.: ¿Abrupta? ¿Qué es abrupto? A ver, defíname, ¿qué es abrupto?

SEMANA: Una forma abrupta es un golpe de Estado, un golpe militar.

A.L.: ¿Dónde dice? Tráigame el diccionario…

SEMANA: En los audios, usted se refiere a Miguel Uribe Turbay, quien hoy se debate entre la vida y la muerte en la Fundación Santa Fe tras ser víctima de un atentado. ¿Usted había conversado con él antes?

A.L.: No, claro que no, nunca he conversado con él. Me lo encontré en un avión. No lo conocía y nos saludamos. Soy amigo del papá, amigo personal desde hace muchos años. Y cuando secuestraron a la hija del doctor Turbay, yo ayudé a buscarla con el papá, con el papá de este muchacho. Soy amigo personal del hijo de Julio César Turbay. Petro dijo que el expresidente había torturado a 10.000 personas. El que inicia el proceso de paz en Colombia se llama Julio César Turbay. Es decir, soy amigo personal del hijo de Turbay. Lo llamé a propósito de todo esto y hablé con el papá también.

SEMANA: ¿Y usted qué le dijo al papá de Miguel Uribe Turbay?

A.L.: Fui solidario. Él es un muchacho importante que está haciendo carrera en el Centro Democrático, pero fíjese lo que está pasando.

SEMANA: ¿Quién cree que está detrás del atentado contra Uribe Turbay?

A.L.: No sé, pero cuando uno llama al desorden y comienza a decir que fulanito de tal es un hijueputa y el otro no sé qué… Petro me tiene metido en la oligarquía. Como no tiene cabeza para estar consciente en muchas cosas, habló de mi nieto y de mis bisnietos. Yo no tengo bisnietos, yo tengo un nieto. Entonces, uno dice: ¿a este man qué es lo que le está pasando? Y ahora coge a Jorge, mi hijo, y lo tiene entre cejas.

Vicky Dávila salió en defensa de Miguel Uribe, tras ser mencionado en presunto plan de Álvaro Leyva para tumbar a Gustavo Petro.
Vicky Dávila salió en defensa de Miguel Uribe, tras ser mencionado en presunto plan de Álvaro Leyva para tumbar a Gustavo Petro. | Foto: Semana

SEMANA: Una de las pistas sobre los autores intelectuales del atentado contra Miguel Uribe Turbay apunta a las disidencias de las Farc de la Segunda Marquetalia. ¿Qué piensa de eso?

A.L.: No tengo ni idea. Lo único que sé es que se acordó que los únicos que pueden hacer la investigación son la Fiscalía y los organismos de inteligencia. Nunca he hablado con las disidencias de las Farc, no sé lo que son las disidencias de las Farc.

SEMANA: ¿A usted quién lo grabó? ¿Con quién habló usted ese día? ¿Quién era su interlocutor?

A.L.: Yo tengo buen olfato, pero no me voy a poner a hablar de eso.

SEMANA: ¿Sabe quién es?

A.L.: En principio, tengo la impresión de que no me estoy equivocando, pero tampoco voy a hacer reclamos.

SEMANA: ¿Usted puede decir en esta entrevista con SEMANA quién lo grabó?

A.L.: Pues yo tengo una idea…

SEMANA: ¿Quién es?

A.L.: No me voy a poner a señalar, porque mañana me denuncia el hombre. Yo no soy tan tonto…

SEMANA: ¿Cuándo fue esa grabación?

A.L.: Qué voy a saber. Me parece que el presidente ya la tenía en abril, porque el periodista de El País dice que habló con el presidente sobre esas grabaciones.

SEMANA: ¿En dónde lo grabaron?

A.L.: Es que uno almuerza con mucha gente todos los días.

SEMANA: ¿Pero en dónde lo grabaron?

A.L.: Yo qué voy a saber. Puede ser en un restaurante o en mi apartamento…

SEMANA: ¿No lo tiene claro?

A.L.: Es que yo no soy detective. Lo único que sé es que me grabaron ilegalmente. Que el que graba es el delincuente. Que al grabado no lo pueden ofender porque hay un principio universal. Uno es libre para expresar lo que quiera. Sobre todo en un contexto en el que, supuestamente, la gente es de confianza.

SEMANA: ¿El Gobierno Petro lo estaba espiando?

A.L.: No sé. Por ahí hay una gente que toma fotos. Por aquí tengo un comunicado que publiqué en su momento. Y digo que, si siguen en estas, acudo a instituciones internacionales y hago personalmente responsable al presidente Petro por cualquier cosa que nos ocurra a mí o a mi familia. Téngalo claro, Gustavo, no me callará. Mi vida, ya larga, aunque a usted le moleste, seguirá teniendo sentido solo si lucho para que Colombia recupere la dignidad manchada por su comportamiento enfermo y descontrolado. ¿Soy subversivo por cuenta de esto? Yo no escondo nada. Si cogen una grabación, entre otras cosas, aquí las tengo. Aquí les saqué unas copias, son unos minutos. Eso, además, está editado.

Álvaro Leyva en entrevista con SEMANA. | Foto: juan carlos sierra-semana

SEMANA: ¿Son audios editados?

A.L.: Claro. ¿Usted cree que me voy a reunir con alguien en la sala de mi casa o en un restaurante por cuatro minutos? ¿Cuánto duran las grabaciones?

SEMANA: Eso se desconoce. Se divulgaron fragmentos.

A.L.: Si son las grabaciones de Leyva, quiere decir que yo fragüé un golpe de Estado en cuatro minutos, que no había más, que no desarrollamos ideas que se pudieron haber manifestado ahí. Es que ese cuento de que en Nueva York se obtuvieron las informaciones, que iba a dar un golpe de Estado con los americanos, mejor dicho…

SEMANA: Tenemos información de que una persona que no estaba en el Gobierno Petro para el momento de la grabación, pero que hoy sí forma parte del Ejecutivo, lo habría grabado a usted. ¿Eso es verdad?

A.L.: Pues pásenme la información. Me parece muy interesante, porque usted sabe más que yo.

SEMANA: ¿Pero esa hipótesis que tiene SEMANA es similar a lo que usted sospecha?

A.L.: En eso no me quiero meter, no me quiero equivocar...

SEMANA: ¿Va a denunciar a esa persona?

A.L.: Espere a ver si soy capaz de conocer con más precisión quién fue. No me pongo a adelantar juicios de valor con hipótesis que pueden ser remotas o que pueden no ser ciertas.

SEMANA: El pasado 11 de junio, Petro había dicho que le había entregado unos audios a la fiscal Luz Adriana Camargo en los que se hablaba de una conspiración en su contra. ¿Qué piensa de eso?

A.L.: Nada, el presidente puede hacer lo que se le dé la gana.

Gustavo Petro y Álvaro Leyva Congreso
Gustavo Petro y Álvaro Leyva. | Foto: SEMANA

SEMANA: Inicialmente, la fiscal le dijo a Darcy Quinn, de La FM, que no tenía conocimiento de esos audios, pero al día siguiente tuvo que reconocer que sí los tenía. ¿Qué opinión tiene sobre eso?

A.L.: Ninguna.

SEMANA: ¿Por qué cree que la Fiscalía anuncia una investigación solo ahora que se conocen los audios públicamente?

SEMANA: ¿Cree que el Gobierno Petro presiona a la fiscal al haberle entregado esos audios?

A.L.: No puedo señalarlo, porque, entonces, mañana me abren otra investigación por haber dicho que el presidente de la república está presionando. Yo no soy tonto. No sé si usted se ha dado cuenta, por mi cara, de que yo no nací ayer.

SEMANA: Petro ha dicho frases en su contra, como aquella que indica que no quiso aceptar “pasos oscuros” suyos en la Cancillería.

A.L.: ¿Pasos oscuros qué quiere decir? ¿Que me metí por una ventana? ¿Qué quiere decir eso?

SEMANA: Pues que usted, al parecer, habría cometido actos irregulares.

A.L.: Pues que los denuncie. ¿Actos irregulares qué quiere decir? ¿Me le metí en el clóset? ¿Me subí a la casa privada? ¿O qué? ¿O le abrí la puerta y estaba en el baño? ¿Cuáles pasos oscuros, hombre?

SEMANA: En referencia a usted y a su hijo Jorge, Petro también afirmó: “Tampoco quise que su hijo ocupase la Cancillería o una embajada, como si la democracia fuera hereditaria”. ¿Qué le responde?

A.L.: Pues está loco. Mire, él está obsesionado con mi hijo, que es una persona seria, una persona mayor, un gran profesional, vive en el exterior. Él dice que lo persigue. Nos encontramos en Chile, estaba el presidente ahí y le dije: “Mi hijo está acá”. Y me dijo: “Tráigalo a comer”. Después nos fuimos, ni siquiera supe en qué hotel estaba. Lo que sí sé es que esa noche los meseros tuvieron que sacar al presidente más o menos cargado.

SEMANA: ¿Usted presenció eso?

A.L.: A los meseros, sí. Petro estaba (...) es que parece que él es malito para los tragos.

SEMANA: ¿Y usted qué vio ese día?

A.L.: Que haga lo que se le dé la gana, pero al día siguiente no apareció, me tocó a mí reemplazarlo. Él confunde el momento, y son dos fechas diferentes, porque estuvimos dos veces en Chile. Él confunde esa fecha en la que se toma los tragos y no aparece al otro día. Y la otra vez en donde creo que nos encontramos con Jorge fue en Berlín. ¿Por qué lo tengo claro? Porque yo había estado con Jorge; él se educó en Alemania, es un tipo formado, habla francés, inglés, italiano, alemán. Cuando él estudiaba en Heidelberg, estuvimos en la Puerta de Brandeburgo y nos tomamos una foto. El pelado y yo. Y ahora que estuvimos juntos en Berlín, que coincidió con que Petro estaba ahí, fuimos y nos tomamos la misma foto con Jorge. Yo la tengo en mi casa. Petro está tan obsesionado. Déjeme decirle lo siguiente: presidente, yo nunca hablaré de un hijo suyo. Se lo digo directamente a usted. Todo lo contrario, cuente con mi solidaridad. Yo vivo orgulloso de mi hijo. Que haga lo que se le dé la gana mientras no viole ni la Constitución ni la ley.

Gustavo Petro Alvaro Leyva
Leyva respondió a las acusaciones del presidente Petro. | Foto: SEMANA / Presidencia

SEMANA: Petro ha dicho que su hijo “parecía un lobista de negocios aprovechando el cargo público de su padre”.

A.L.: Es que Petro es capaz de decir cualquier cosa. Yo no soy capaz de inventarme nada del hijo de Petro, así esté empapelado. Petro es un hombre de obsesiones. Ha dicho que el presidente del Senado es un hijueputa. Que los oligarcas mandan a matar, ¿o es que usted no lo ha escuchado?

SEMANA: Petro también ha dicho que él está convencido de que el proceso de licitación de los pasaportes en la Cancillería durante su gestión “estaba impregnado de corrupción desde sus inicios”.

A.L.: Petro me dijo: “Cero con Thomas Greg & Sons”. Le dije: “Presidente, eso no es así, tiene que haber argumentos jurídicos”. Fui constituyente y vi durante muchísimos años que la licitación se hacía al estilo sastre. Eso se utiliza, prácticamente está resuelta, y no se postula sino uno, y me pareció que había que declararla desierta. No porque me hubieran dado la orden, hombre, sino porque me pareció que yo, como constituyente, tenía que buscar una fórmula para que mucha gente tuviera derechos. La declaré desierta y abrí otra licitación inmediatamente. Se hizo una convocatoria a ver quién aspiraba. Aparecieron entre 19 y 22. Se habría adjudicado de no haber sido interrumpida esa licitación. La interrumpió Murillo (...) Entonces, se inventaron no sé qué con Portugal. No es problema mío, pero tengo entendido que eso se lo entregaron al pastor.

SEMANA: Sí, Alfredo Saade, el nuevo jefe de gabinete, quedó encargado del tema de los pasaportes.

A.L.: Sí, que Petro le dio la orden de que Thomas Greg no, y se metieron en un lío. Me parece que fue más inteligente Laura Sarabia; ella dijo no, ese cuento de que no haya pasaportes, como que mejor me piso…

SEMANA: Cuando usted publicó las primeras cartas dirigidas a Petro, en las que decía que era un drogadicto, el presidente le dijo: “Viejo loco decrépito”, al que no había que ponerle cuidado. Pero ahora lo señala de ser un golpista, capaz de tumbarlo.

A.L.: Entonces, un viejo loco y decrépito, supuestamente, va a tumbar al presidente. Decrépito, pues sí, yo tengo esta edad que tengo, pero ¿por qué me tiene acá si soy loco y decrépito?…

SEMANA: Dice que usted lo quiere tumbar.

A.L.: Tumbar, no, yo lo que quiero es que se vaya.

SEMANA: ¿Pero que se vaya de qué manera?

A.L.: A ver, yo de golpe pertenezco a esas barras que usted oye en el estadio y que gritan: “Fuera Petro, fuera Petro”. Entonces, judicialicémoslos a todos.

Excanciler Álvaro Leyva en rueda de prensa en la Procuraduría General de la Nación
Álvaro Leyva lanzó más críticas al gobierno de Gustavo Petro. | Foto: GUILLERMO TORRES REINA / SEMANA

SEMANA: Usted dice que Petro puede dejar la presidencia sin que haya un golpe de Estado. Explíquenos esa teoría.

A.L.: Es muy sencillo. Eso tiene que ver con una cosa que se llama el neoconstitucionalismo dialógico.

SEMANA: ¿Qué es?

A.L.: Las ramas del poder se crean como distintas para que una controle a la otra. Los diferentes órganos del Estado tienen funciones separadas, pero colaboran armónicamente. Entonces, el neoconstitucionalismo dialógico conversa entre sí. Eso nace en Canadá, y allá se llama notwithstanding clause. O sea, en la Constitución introdujeron una norma que permite que los poderes conversen entre sí. Y se preguntan: ¿y qué vamos a hacer? Entonces, comienzan a dialogar.

SEMANA: Pero, en el caso de Colombia, ¿cómo se aplica?

A.L.: El presidente se ha manifestado en contra de las instituciones. En el congreso del sector financiero, vi al presidente de la Corte Constitucional diciéndole al presidente que hay que respetar la Constitución.

SEMANA: ¿Qué tiene que ver ese neoconstitucionalismo dialógico con una salida de Petro del poder?

A.L.: Esto es constitucional. Los conocedores dicen que Colombia ha avanzado mucho, es posiblemente uno de los grandes países que, sin darse cuenta, ha entrado al neoconstitucionalismo. La aspiración que yo tengo es que se entre en ese escenario para salvar la Constitución, en una colaboración armónica. Y que, si es del caso, se estudie el caso de Petro. Se hace una evocación; entonces, pueden hablar con el presidente porque él lidera otra rama. Entonces, dialógicamente, van y le dicen: “Hombre, ¿a usted qué le pasa? ¿Qué problema tiene?”. Inclusive le pueden decir: “¿Y por qué no se retira?”.

SEMANA: Por lo que usted dice, todo depende de la voluntad del presidente.

A.L.: No. De los argumentos que se le presenten. Ese es un constitucionalismo dialógico.

SEMANA: Pero si el presidente decide no renunciar, pues debe concluir su mandato, eso es lo que ordena la Constitución.

A.L.: Ese es otro tema. Es que él está mal. Que no lo acepte es otra cosa. Eso sucedió en un caso similar en Guatemala, y la Corte Constitucional de Guatemala hizo un exhorto, se llama un exhorto, es un pedido.

El presidente Gustavo Petro ha denunciado que la “junta del narcotráfico”, asentada en Dubái, quiere asesinarlo.
Leyva habló de los escándalos que han rodeado al presidente Gustavo Petro. | Foto: Presidencia

SEMANA: Le insisto: si el presidente no acepta dejar el poder, debe concluir su mandato.

A.L.: Podemos aceptar cualquier cosa, pero le estoy hablando a usted de una tesis constitucional que podemos desarrollar.

SEMANA: ¿Petro va a terminar su mandato el 7 de agosto de 2026?

A.L.: Yo qué voy a saber. Qué tal que se vaya para Manta y resuelva quedarse y vivir allá. Yo vi por ahí que decía que el mar era muy azul…

SEMANA: Sobre Manta, lo que ha dicho el presidente es que allá escribió 30 páginas de un libro.

A.L.: Que las muestre…

SEMANA: ¿En qué momento decidió escribirle esas famosas cartas a Petro, en las que plantea que es un drogadicto?

A.L.: Es que yo lo he visto, sabía que eso no podía seguir así. Es que yo fui canciller de la república y lo vi perdido en París. La persona más cercana a él en ese momento, Carlos Ramón González, me decía: “Ministro, ¿qué hacemos?”.

“Se desapareció”, le dije. “Si la persona más cercana, que es usted, que fue del M-19, no sabe dónde está…”. Él me dijo: “Yo estoy muy preocupado, no tengo ni idea dónde está”. Y Alfonso Prada, el embajador que dijo que Petro había cumplido, me decía en ese momento: “Esto es un escándalo”. Yo tengo testigos, porque todos los periodistas fueron testigos. Casa Militar recogió las maletas, las tuvieron que devolver. Nadie supo nada de nada. Y de ahí sale un decreto. ¡Chimbo! ¡Un delito! Aquí yo puedo citar el número del decreto. Entonces, comienzan a llegar una serie de informaciones de otros episodios, como La Guajira, qué vergüenza. Es que no soy capaz ni siquiera de...

SEMANA: ¿En cuánto tiempo redacta una de esas cartas a Petro?

A.L.: Depende, soy muy bueno para redactar.

SEMANA: ¿Quiénes han sido sus fuentes de información para esas cartas?

A.L.: ¿Mis fuentes?

SEMANA: Sí. Es que usted no ha sido testigo presencial de todos los episodios que ha relatado.

A.L.: ¡Ay, hombre! Cuando el presidente de la república llega tarde ante los mandos militares… Y llega en traje de tierra caliente y nadie sabe de dónde vino. ¡Hombre! Esa vaina qué es… Hay unas grabaciones de unas personas de un espectáculo antes de la posesión, en Florencia (Italia), que yo decía: ¡Virgen Santísima! ¿Qué es lo que va a pasar?

SEMANA: ¿Grabaciones de quién?

A.L.: De gente que fue testigo directo…

SEMANA: ¿Y qué dicen esas grabaciones?

A.L.: Yo se las mando, porque no soy capaz de repetir por acá. Yo se las mando con mucho gusto.

SEMANA: ¿Son personas que, al parecer, vieron actos inapropiados de Petro en Florencia (Italia) poco tiempo después de haber sido electo presidente, en 2022?

A.L.: Claro…

SEMANA: ¿A usted le consta personalmente que el presidente Petro tiene un problema de adicción a las drogas? Estamos hablando de quien encarna el poder del Estado.

A.L.: Es que yo lo he visto trastabillando, hombre, y sin música, no es que esté bailando…

SEMANA: Las personas que están en su contra dicen que usted tiene que mostrar una prueba sobre lo que afirma. ¿Las tiene?

A.L.: (La prueba es) Petro, es que eso es vox populi.

El presidente colombiano Gustavo Petro y su entonces ministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva, escuchan al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, durante una reunión en Brasilia, el 30 de mayo de 2023
El presidente colombiano Gustavo Petro y Álvaro Leyva. | Foto: AFP

SEMANA: ¿Usted va a ampliar su versión sobre lo que dice en esas cartas ante la Comisión de Acusación de la Cámara, donde se abrió una investigación?

A.L.: Yo veré qué hago. Eso es una cosa particular mía; es que el país está sufriendo, es evidente. ¿Usted no ha visto a Petro en la plaza pública?

SEMANA: ¿Le va a seguir enviando cartas a Petro?

A.L.: No, ya qué caramba, ya qué más cartas.

SEMANA: ¿Es verdad que esas cartas forman parte de un libro que va a escribir sobre Petro?

A.L.: A Planeta le debo un libro. Allá me han dicho: “Hombre, escriba sus memorias antes de que tenga que escribir sus amnesias”. O sea que yo sí estoy pensando en hacer una publicación. Y todos los días se enriquece más. De golpe le abro un capítulo a Petro.

SEMANA: ¿Qué viene para usted tras esta denuncia del presidente y la divulgación de los audios? ¿Ha pensado irse de Colombia? ¿Va a pedir asilo?

A.L.: ¿Pero por qué? Yo aspiro a bajar tranquilo al sepulcro. Mire, yo soy hijo del destierro, hijo del asilo, hijo de dos refugios. En Madrid se equivocaron y me metieron a una cárcel de alta seguridad. Después me pidieron perdón. Yo conozco todos los ambientes. Con autorización del Gobierno de turno, en una época, y con conocimiento de parte del alto comisionado de paz, que vive hoy en Canadá, fui a hablar con los paramilitares. Y el chofer que me llevó a donde ellos estaban me decía: “Yo nunca pensé manejarle a una persona que nosotros, el grupo nuestro, mandó a matar cinco veces. Nos fuimos para Costa Rica, no lo encontramos a usted, y en otra ocasión matamos al que no era”. Y yo decía: Virgen Santísima… Han sido 12 atentados. Yo nunca me he puesto a llorar ni a pedir nada. Y se los puedo relatar uno por uno…

SEMANA: ¿Qué pide?

A.L.: Entonces, ¿a qué aspiro? A que me dejen morir tranquilo. Después de mi experiencia, después de lo que he sufrido, después de lo que conocí que es un golpe de Estado, en 1953, el de Gustavo Rojas Pinilla contra Laureano Gómez, que nos llevó al destierro, a mi familia, a mi papá, donde pasamos toda clase de dificultades, ¿qué me voy a poner a hablar de golpes? Yo soy un demócrata por excelencia. Soy un constituyente. Liberé a Álvaro Gómez Hurtado, me tocó ir a negociarlo con el M-19. El mismo M-19 que no sabe que Carlos Lleras Restrepo y Rojas Pinilla se reunieron con Misael Pastrana, y Lleras Restrepo dijo: “Yo le entrego la presidencia al que haya ganado”. Se inventaron el robo, el 19 de abril, la misma fecha de nacimiento de Petro; 19 de abril, el mismo día en que mataron a José Raquel Mercado, un negro, autodidacta, jefe de una confederación obrera. Es que es una vagabundería. Y lo botaron allí en una... tengo aquí la foto donde lo botaron.

SEMANA: “Ya no más, presidente Petro, hora de irse”, dice usted en una de sus cartas. ¿Insiste en que Petro debe irse de la presidencia?

A.L.: Es que no estoy pensando en Petro, estoy pensando es en el país, hombre, en la democracia.

SEMANA: Pero le estoy preguntando por el presidente.

A.L.: Yo creo que Petro, perfectamente, puede hacer todo lo que sea necesario para quedarse. Perfectamente podría tener esa aspiración. Es que al paso que vamos... Es que mire la UNGRD. ¿Sabe lo que es eso?

SEMANA: Sin duda.

A.L.: ¿Tiene problemas con eso?

SEMANA: Esa entidad fue víctima de un grave escándalo de corrupción.

A.L.: Exactamente. Están los topes electorales. ¿Tiene problemas con eso?

   El canciller Álvaro Leyva encargó el proceso al secretario general José Salazar, quien es el ordenador del gasto. El ministro pidió pluralidad y garantías en la licitación.
El excanciller Álvaro Leyva. | Foto: guillermo torres-semana

SEMANA: Hay una investigación en curso porque se habrían violado en medio de la campaña presidencial de Petro.

A.L.: Está el incumplimiento de la implementación de los acuerdos de La Habana. Petro no se ha leído los acuerdos, hombre. Él no sabe lo que es una declaración unilateral de Estado. Yo lo puse a que escribiera una carta y la mandara a Naciones Unidas diciendo que iba a cumplir con la declaración unilateral de Estado. No tiene ni idea.

SEMANA: Usted dice que Petro debe irse de la presidencia.

A.L.: En una de las cartas, le digo: “Váyase y se hace un acuerdo para que usted se pueda ir tranquilo, porque esa situación suya no es eximente de la responsabilidad”… Sale el pobre Petro y eso le va a llegar toda suerte de situaciones. Y a mí me da pena, porque a la hora de la verdad él es un hombre que de alguna forma... Es que las cartas mías son muy respetuosas.

SEMANA: El expresidente Ernesto Samper dijo que usted intentó fraguar una conspiración en su contra a través de una “siniestra alianza” entre las Farc, Carlos Castaño, Víctor Carranza, militares, tres expresidentes, algunos prelados de la Iglesia y un vicepresidente. ¿Qué le responde?

A.L.: Al expresidente Samper le tengo consideración y respeto. A mí me sorprendió cuando publicó eso. A mí me invitó Juan Manuel Santos, a Samper hay que buscarle una salida, a ver qué hay que hacer. Y yo le decía a Santos, que no suene a conspiración, eso me parece malo. Entonces, me llevó en un helicóptero de Carranza a donde Castaño. En su libro, Castaño dice que yo soy el hombre más repugnante del mundo. Y en un momento determinado yo le dije a Santos: “Esto deja de ser una conspiración si usted lo publica”. Yo soy el creador de la Comisión Nacional de Conciliación, que hoy la cooptó la Conferencia Episcopal. El de la iniciativa que señala Samper no fui yo, fue Santos.

Yo tengo la carta que él lee delante de la Conferencia Episcopal, en la que dice que hay que convocar a una constituyente. Veo que Samper sigue todavía ardido con eso, pero el que evitó que se tratara de una conspiración fui yo. Yo le dije a Santos: “Si usted hace esto público, deja de ser una conspiración”.

SEMANA: ¿Qué piensa hoy de Gustavo Petro?

A.L.: Nada. Que necesita ayuda profesional. Es que le tengo consideración.

SEMANA: ¿Ayuda profesional de qué tipo?

A.L.: A ver, usted, después de esta conversación, ¿de qué tipo cree que puede ser la ayuda? Usted es un hombre inteligente y formado.

SEMANA: Yo le pregunto, usted es el que nos debe responder.

A.L.: Pues no sé, de golpe me puede dar el nombre de un buen psiquiatra. Pero no es un cuento mío, fue Díaz-Balart el que le dijo a Petro: “Yo le puedo dar nombres de instituciones donde le traten eso que tiene”, no fui yo. ¿Usted cree que Macron no sabe qué pasó con Petro en París? Macron sabe exactamente y por eso le dijo: “No venga a enseñarme”... De golpe en eso puedo coincidir con Díaz-Balart, que Petro necesita un apoyo científico, profesional.

LAURA SARABIA Excanciller
Laura Sarabia, excanciller de la República. | Foto: Catalina Olaya

SEMANA: ¿Cómo ve la comunidad internacional al presidente Petro?

A.L.: Estaba presente en Alemania cuando, delante del presidente de ese país, dijo que era una lástima que se hubiera caído el Muro de Berlín. Allá me hicieron ojos. Hay que ponerse en esa situación. El canciller alemán me dijo: “¿Qué le pasó a su presidente?”. Yo pensé: ¿cómo salgo de esto? Entonces le dije: “Es que confundió el Muro de Berlín con la Muralla china”. Entonces, se rieron y pasaron la página.

SEMANA: ¿Usted se equivocó al formar parte del Gobierno Petro?

A.L.: No, yo creo que le presté un servicio al país. Quiero darles las gracias a todos esos colaboradores del exterior cuando me recibieron. Veían a un Leyva limpio, a un canciller de estatura. Y tengo que hacer ese reconocimiento, vivo muy agradecido. Con el excanciller de Inglaterra nos hicimos amigos, por ejemplo. Yo tengo gente que me reconoce en muchos sitios. Ahí está el acuerdo con Nicaragua, le gané a ese país, eso lo olvidaron.

SEMANA: ¿Cómo fue su relación con Benedetti?

A.L.: Es un hombre gracioso, inteligente, pero tiene un problema, cayó en la droga. Con él tuve problemas también. En un momento determinado le dije: “Hombre, usted está en las drogas. Usted es un drogadicto siendo embajador”. ¿Y qué pasaba? Se venía para Colombia sin autorización. Siempre le adelantaba una investigación administrativa. Hay varias. Allá deben estar los archivos. Entonces, él hablaba con Laura Sarabia y mandaban una nota diciendo que estaba autorizado por el presidente. Pero es un hombre tragicómico. Dicen que le pega a la señora. Yo no me meto en esas cosas, y que hay un expediente. Pero el otro día, entonces, sale la señora, eso es un revuelto de cosas; yo no me puedo meter en esos chismes.

SEMANA: ¿Qué piensa de Laura Sarabia?

A.L.: Ojalá le vaya bien. Ella tenía al Gobierno detrás. Están los audios que ustedes dieron a conocer, de ella con Benedetti, también el tema de Marelbys Meza, la niñera, el polígrafo, el suicidio del coronel Dávila, el coronel Feria.

SEMANA: ¿Qué piensa de todo eso?

A.L.: Yo le diría a Laura Sarabia que se prepare, que sea valiente. Pero va a tener que contestar muchas preguntas.

SEMANA: ¿Qué piensa del pastor Alfredo Saade, actual jefe de gabinete?

A.L.: No lo conozco. Le oí unas declaraciones y dije: a ese man también le falta una tuerca. Pero ese es un problema de él. Y creo que no es pastor. No sé. Eso dicen. ¿Qué me voy a meter en eso?

SEMANA: ¿Qué opina del expresidente Álvaro Uribe?

A.L.: Es un hombre muy respetable. Está en un litigio complicado. Me aceptó el intercambio humanitario.

SEMANA: ¿Quién va a ganar la presidencia en 2026?

A.L.: Qué voy a saber. Con ese trino de anoche, que con Leyva no puede haber elecciones, ¿ese tipo en qué está pensando? ¿En quedarse?

SEMANA: ¿Usted cree que Petro está pensando en quedarse en el poder?

A.L.: Pero van a decir que soy subversivo… Lo voy a decir delante de ustedes, porque, si lo digo en mi casa y me graban, van a decir que soy un subversivo. Yo creo que sí.

SEMANA: ¿Petro se quiere quedar en el poder?

A.L.: Claro, porque es la única manera de que no lo metan a la cárcel.

SEMANA: ¿Y cómo se podría quedar a la brava?

A.L.: Es que no es más sino ver lo que están haciendo. ¿Qué tal lo de la papeleta? Esa es una interferencia en las elecciones. Es que no se requiere ser muy brillante ni muy experto.

Gustavo Petro, presidente de la República.
Gustavo Petro, presidente de la República. | Foto: PRESIDENCIA

SEMANA: Usted ha dicho que Petro es golpista, que daría un autogolpe de Estado.

A.L.: El golpista puede ser él, no yo. No soy un golpista. Los pasos que se están dando van dirigidos a algo que no es explicable. Esa es parte de la preocupación que yo tengo. Quiero unas elecciones libres.

SEMANA: O sea, ¿Petro podría dar un golpe de Estado y quedarse en la presidencia?

A.L.: Tampoco me lo ponga de esa manera. Es que las cosas no se preguntan así, ni yo las contesto de esa manera. Pero el camino de la política está conduciendo hacia unas grandes sorpresas que hay que evitar.

SEMANA: ¿Qué futuro le ve a Petro cuando concluya su mandato el 7 de agosto del 2026?

A.L.: Qué voy a saber…

SEMANA: ¿Cómo va a recordar el país a Petro?

A.L.: Una sobredosis lo puede acabar en cualquier momento, ¿uno qué va a saber? O entra en depresión, o se va a Panamá, quién sabe con quién. O vuelve a alquilar la casa en Manta. Allá el mar le pareció bonito y allá puede terminar su libro.

SEMANA: Gracias por aceptar esta entrevista con SEMANA y responder la pregunta del momento.

A.L.: ¿Cuál?

SEMANA: Si usted está fraguando un golpe de Estado contra Petro.

A.L.: Es ridículo.