El Presidente Gustavo Petro renueva su equipo de colaboradores; se rodea de gladiadores y figuras de izquierda radical

Tal y como lo advirtió en su momento el exministro de Salud, Alejandro Gaviria, el presidente Gustavo Petro apunta a radicalizarse en su gobierno en los próximos dos años y medio.

Al menos, así lo ha demostrado el primer mandatario durante las últimas tres semanas cuando ha movido a algunas fichas de su gabinete y ha ubicado en cargos sensibles a dirigentes políticos que se han caracterizado por el activismo, por militar en la izquierda radical y por jugar un papel de gladiadores o defensores de sus causas en las redes sociales. “La vapuleada que este gobierno le ha pegado a la tecnocracia es una vergüenza”, dijo la exministra de Agricultura, Cecilia López.

A la Dirección Nacional de Planeación llegará Alexander López, un exsenador y expresidente del Polo Democrático Alternativo, un político y abogado más que técnico.

Reemplazará a Jorge Iván González, un académico brillante de la Universidad Nacional que ha dedicado su vida a la economía, la estadística y la investigación y que salió disgustado con el presidente Gustavo Petro. De hecho, este jueves 28 de febrero, manifestó que “se pasó de un consejo de ministros de gobernantes a uno de activistas, y eso es brutal”.

El vallecaucano y expresidente del Senado es activista, de izquierda, impulsor de la campaña presidencial de Petro y de la fórmula vicepresidencial, Francia Márquez.

Por su parte, Gustavo Bolívar aterrizó en la Dirección de Prosperidad Social, uno de los cargos con un presupuesto más abultado del Gobierno- 10 billones de pesos para el 2024-, incluso por encima de algunos ministerios.

Es bachiller académico, estudió algunos semestres de comunicación social y periodismo en La Universidad de La Sábana, pero cumple legalmente los requisitos para asumir el cargo.

Aunque la entidad maneja los proyectos de mayor impacto social del Gobierno Nacional, el director solo requiere tener 25 años, tal como ocurre con un representante a la Cámara.

Bolívar es activista. Fue señalado por sectores políticos e investigado por las autoridades porque, supuestamente, financió a la primera línea, el grupo delincuencial que puso en jaque a varias ciudades tras el estallido social.

Este cargo es importante para Gustavo Petro porque el objetivo principal de Bolívar es ayudar directamente a los municipios y departamentos y las bases petristas que no han sido tenidas en cuenta en los primeros 19 meses de gobierno.

En la Unidad Nacional del Riesgo llegará Carlos Carillo, exconcejal de Bogotá del Polo Democrático Alternativo. Fiel seguidor de Petro, un dirigente político serio, agudo, quien siempre ha militado en la izquierda.

Por los lados de la Superintendencia Nacional de Salud se posesionó Luis Carlos Leal, médico cirujano, exconcejal de Bogotá por la Alianza Verde, pero hace parte del ala radical petrista de ese partido político.

Hizo campaña en favor de Petro, es amigo personal de la exministra de Salud, Carolina Corcho, y desde el activismo ha promovido la controvertida reforma a la salud. Entre los verdes, no lo ven como una ficha de esa casa política sino como un alfil de Corcho.

Como si fuera poco, en la Superintendencia de Industria y Comercio se posesionó Cielo Rusinque, abogada constitucionalista, una mujer cercana a Roy Barreras y a Gustavo Bolívar que intentó hacer parte de la lista a la Cámara de Representantes por el Pacto Histórico. También es activista, estuvo en el DPS y se postuló como magistrada de la Corte Constitucional, pero no consiguió los respaldos del Congreso.

Estas designaciones, sin duda, le van cerrando el cerco a algunos partidos políticos que iniciaron respaldando políticamente al gobierno del presidente Gustavo Petro.