Política
En el Pacto Histórico hay molestia con los ministros del Gobierno Petro: proyectos ambientales se estancan y la agenda no está alineada
En la bancada sienten que los congresistas tienen la puerta cerrada en algunos ministerios del Gobierno y advierten que esa falta de articulación puede hundir los proyectos de Gustavo Petro.
La bancada del Gobierno de Gustavo Petro cree que cuando han pasado dos años de la administración del “cambio” aún hay un problema que no ha podido resolverse: la comunicación entre los ministros y los congresistas que apoyan al mandatario en el Congreso.
Ellos defienden la independencia legislativa y, a la vez, están convencidos de que necesitan estar articulados con los ministros para sacar adelante los proyectos que plantea Petro, pues es difícil para estos parlamentarios aparecer solo en las fotografías cuando van a las radicaciones de los articulados y no estar en la construcción del proyecto político.
Esos reparos han ocurrido con el Ministerio del Interior, que dirige Juan Fernando Cristo, el de Ambiente, a cargo de Susana Muhamad, y el de Agricultura, con la recién posesionada ministra Martha Carvajalino, cartera en la que en los tiempos de Jhenifer Mojica la comunicación era limitada.
Es más, esos canales rotos fueron una constante durante la legislatura anterior con el trámite de las reformas pensional y laboral, a cargo de Gloria Inés Ramírez, una relación que terminó recomponiéndose a último momento para la aprobación de la pensional y que se reactivó para las últimas semanas por las movidas que está haciendo Ramírez en el Congreso a fin de pavimentar el trámite del articulado sobre el sistema laboral colombiano.
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Y ese asunto lleva directamente a la cartera de Muhamad, que es la encargada de moverse en el Legislativo para dicho tema. La iniciativa se hundió en junio en la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes, y los legisladores de la bancada de Gobierno alegan que se cayó por la falta de liderazgo del Ministerio para promover la iniciativa.
De hecho, estos consideran que la relación con la cartera de Ambiente ya es un asunto perdido, pues desde el comienzo la ministra no puso entre sus prioridades el vínculo con el Poder Legislativo, cuestión que se convirtió en el palo en la rueda para uno de los legisladores a fin de tramitar ese texto, una de las promesas que hizo Gustavo Petro desde su campaña.
La otra fisura de la bancada con la ministra surgió por cuenta de la COP16 de la Biodiversidad, que se llevará a cabo a finales de octubre en Cali, y sobre la que la bancada del Gobierno alega que se ha sentido excluida, pues ellos sostienen que como parte del proyecto político deberían participar en su planeación, pero no fue el caso. Mientras no los incluyen en las gestiones oficiales, los verdes que respaldan al petrismo alistan un encuentro internacional de partidos verdes del mundo en el marco de la COP.
“Le he dicho que tenemos que replantear la manera en la que se hace el relacionamiento con las comisiones porque hay muchos reparos, sobre todo de los partidos tradicionales con la poca relación que hay y eso hace que sea más difícil llegar a consensos. El fracking salió adelante en el Senado con una ausencia enorme del Gobierno y dificultad de negociación”, sostuvo una legisladora del Pacto Histórico.
En efecto, hubo legisladores que solo pudieron conversar con Muhamad el lunes de esta semana cuando la ministra asistió al Congreso para radicar un proyecto de ley que busca que la realización de la COP16 esté exenta del impuesto del IVA desde el momento de la promulgación de esa ley y hasta un mes después de que termine el evento. Ahora al Ministerio le queda la tarea de buscar los votos para aprobarlo.
La ministra presentó el articulado en compañía de los congresistas del Pacto Histórico y entre ellos hay legisladores que llevan semanas esperando que les respondan derechos de petición de parte de su despacho. Aseguran que los proyectos que se convirtieron en ley en los últimos meses, como la prohibición de las corridas de toros, consiguieron salir a flote gracias a las gestiones del Ministerio de las Culturas y no del despacho de Muhamad, que también estaba directamente implicado con el tema.
Llama la atención que la ministra es uno de los nombres que está en el sonajero del petrismo para la candidatura presidencial de 2026 y, por lo pronto, solo tiene el respaldo de los congresistas que militan en la Colombia Humana.
Cambio en Interior
La relación con el ministro Cristo es un asunto de grises. En el Pacto están viendo con malos ojos que su prioridad sea reunirse primero con el resto de sectores antes que con los congresistas de su mismo grupo político, aunque leen entre líneas que se está alistando un acuerdo político en el Congreso para sacar adelante las reformas.
“Ha habido un gran distanciamiento desde el principio y eso ha causado un efecto negativo en la bancada. Muchos ministerios están de puertas cerradas a nosotros, eso obedece a una orden que dio el presidente. Son contados los congresistas que han sido invitados a eventos, hacen cosas a puerta cerrada con las bancadas de la oposición y de la seudooposición, y no cuentan con nosotros. Solamente nos buscan cuando necesitan el voto y, si queremos manifestar el inconformismo con algún tipo de situación, entonces nos caen encima por criticarlos”, aseguró un congresista del Pacto Histórico.
Quienes son más cercanos a la izquierda no se sienten representados por el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, pues no pertenece a las bases del proyecto político. La fisura más evidente ha sido la de ese ministro con la senadora Isabel Zuleta, quien está insistiendo en un proyecto de ley para permitir la reelección, a pesar de que el encargado de la cartera política la ha desautorizado en sus declaraciones públicas.
Pero llama la atención que, mientras que los del Pacto se quejan del ministro Cristo, los verdes alineados con el Gobierno sí están conformes con su gestión y hasta ya han existido contactos para sentar las bases del trámite de la reforma laboral, que va para su segundo debate en la Cámara y es hasta ahora el articulado con más avances en el Legislativo.
Los congresistas también vienen de una relación rota con el Ministerio de Agricultura y las entidades adscritas a este. Prueba de ello es que de la Agencia Nacional de Tierras no asistieron a los debates de control citados para discutir la reforma agraria en las comisiones del Congreso.
“Nosotros, los congresistas, somos los que estamos entre la espada y la pared, porque tenemos los puentes de comunicación cerrados y a nosotros nos reclama el pueblo por los resultados”, mencionó otro de los legisladores.
Con ese panorama, el presidente Petro se adentra en una nueva legislatura en la que necesita a su bancada para que le aprueben las reformas, pero sus ministros aún no se conectan con los congresistas del proyecto político para tramitarlas.