Política
Estalla crisis en la Alianza Verde: nombramiento de Antonio Sanguino en el Ministerio de Trabajo revive el camino de la escisión
Este miércoles, se haría el anuncio oficial en una rueda de prensa desde el Congreso. El sector gobiernista considera que ese es el mejor camino ante la ruptura interna.

La ruptura de la Alianza Verde es innegable, varios episodios han ocurrido y las tendencias dentro de la colectividad cada día son más marcadas. Sin embargo, esa tensión interna podría empezar a tener una solución desde este miércoles, 19 de febrero, cuando el denominado sector independiente anuncie oficialmente que se quiere ir de las toldas verdes.
Congresistas de la Alianza Verde que hacen parte del grupo que apoyan decididamente al Gobierno del presidente Gustavo Petro confirmaron que la escisión está cocinándose, y que si el sector independiente quiere hacer los trámites necesarios, la dirección de la colectividad aceptará la petición sin problema alguno.
Desde julio de 2024, cuando Jaime Raúl Salamanca fue elegido como presidente de la Cámara de Representantes, quedó claro que el futuro de la Alianza Verde estaba en peligro por cuenta de las divisiones internas. En aquella fecha se le dio la espalda a Katherine Miranda y el boyacense ocupó la dignidad en reemplazo de Andrés Calle.
Con el paso del tiempo está claro que hay cuatro grupos dentro de un mismo partido. Por un lado, está el senador Jota Pe Hernández e Iván Name, quienes son considerados como los de derecha y que cuentan con bastantes votos. Por el otro, está la facción del gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, quien en las últimas semanas ha tenido bastante poder e influencia en la Casa de Nariño. El tercer grupo— tal vez el más debilitado— es el de Claudia López, quien decidió renunciar a la colectividad tras el escándalo de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (UNGRD) y, finalmente, está el de la izquierda que apoya férreamente al presidente Gustavo Petro y que se ha fortalecido con sectores de la centroizquierda que no quieren quedar colgados en el camino electoral.
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Aunque en todos los partidos políticos es natural que haya una división y discusiones internas, el caso de la Alianza Verde es atípico porque, al tener cuatro grupos con pensamientos diferentes, es casi que imposible la subsistencia; sobre todo, de cara a las elecciones de 2026.
Como bastante agua ha corrido durante estos meses, esa crisis del 20 de julio de 2024 ha crecido y ha tenido que soportar que Sandra Ortíz, Carlos Ramón González e Iván Name estén salpicados en el escándalo de corrupción de la UNGRD. Además, hay un grupo que quiere que la colectividad se declare en independencia frente al Gobierno Petro y eso ha causado enfrentamientos con el sector oficialista.
Aunque han tenido una serie de reuniones, no se ha podido llegar a un punto de encuentro y la realidad política es que ya no se toleran entre sí y las relaciones están fracturadas.
Como si esto fuera poco, el nombramiento de Antonio Sanguino como nuevo ministro de Trabajo terminó de agrietar la relación porque dicha designación fue catalogada como cuota de los verdes y la realidad es que Carlos Amaya habría sido el hombre clave en dicho nombramiento por la cercanía con Gustavo Petro. Además, otro sector de la colectividad considera que Sanguino es cercano a Claudia López y no quieren aceptar que sea representación del partido.
Incluso, congresistas que respaldan plenamente a Petro dijeron que no fueron consultados sobre ese tema y que les extraña que se dé a Sanguino como cuota del partido cuando la realidad es que ese nombramiento tiene nombre propio y maneja las riendas del departamento de Boyacá.
Ese mismo sector le confirmó a SEMANA que el grupo separatista tiene lista la carta con la solicitud formal de escindir el partido Alianza Verde. Los oficialistas no se opondrán y que ayudarán para se pueda llegar a ese fin.

Por esa razón, la rueda de prensa que se hará este miércoles a las 9:30 de la mañana en el Congreso de la República será clave para conocer las declaraciones de Catherine Juvinao, Katherine Miranda, Angélica Lozano, Carolina Giraldo, Cristian Avendaño, Alejandro García, entre otros, que aparecen en la convocatoria a dicha conferencia de prensa.
El asunto de fondo es que, al solicitar la escisión formalmente, se tendrán que adelantar una serie de trámites que podrían tardar dos o tres meses y el tiempo está en contra de los separatistas, porque desde el 8 de marzo podrían quedar inhabilitados para aspirar al Congreso con el aval de otra colectividad. Para aprobar este proceso se tendría que convocar un congreso del partido y a la dirección, que está compuesta por más de 60 personas para tomar decisiones válidas.
El sector gobiernista asegura que no tiene problema en dar el sí, pero que eso no significa que las cosas se harán a la carrera porque todo debe adelantarse correctamente para evitar que el proceso sea tumbado mediante demandas posteriores.

Del sector independiente nadie ha querido referirse al tema y la prudencia indica que todos los caminos conducen a la escisión y que se quiere manejar todo el proceso de una manera tranquila.
En total, la Alianza Verde tiene 23 curules en el Congreso, ocho en el Senado y 15 en la Cámara, pero si se aprueba la escisión serán unos 10 legisladores los que se aparten de las decisiones de partido y ese número de votos podría cambiar drásticamente las cuentas para aprobar o negar diferentes proyectos y reformas constitucionales.