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Este es el inquietante relato del sindicato que prende las alarmas por presunto maltrato en la SIC. Lalis está salpicada
SEMANA conoció la queja, a través de la Asociación Sindical de Servidores Públicos del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (Asemext).
Una denuncia tiene encendidas las alarmas por presuntas condiciones inhumanas, amenazas, maltrato y persecución a trabajadores que trabajan en la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) y que no llegaron a esa entidad con el petrismo.
SEMANA conoció una queja escrita, que llegó directamente al correo de la superintendente, Cielo Rusinque, que cuenta el infierno que estarían viviendo algunos funcionarios y contratistas. El documento fue enviado por la Asociación Sindical de Servidores Públicos del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (Asemext), así como sus entidades adscritas y vinculadas.
Germán Becerra Roncancio, presidente del sindicato, expuso la situación a Rusinque en el correo, reiterando que, si bien es anónima, ellos han tenido contacto con trabajadores que dan fe de la hostilidad que se estaría viviendo en las oficinas.
Además, aseguran que la carta viene rotando por entidades con competencia en estas problemáticas, así como entes de control.
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“Hemos recibido copia (anexa) de una denuncia anónima que se estaría presentando a los entes de control y a varias dependencias y entidades que tendrían interés o competencia sobre los temas allí abordados. Adicionalmente, informamos que hemos recibido también manifestaciones verbales que apuntan a demostrar la veracidad de las afirmaciones contenidas en la denuncia en mención”, advierte Becerra.
Y piden que se “hagan las indagaciones del caso y se establezcan los correctivos necesarios”, dada la gravedad de la narración y los testimonios recibidos.
“Por tal motivo, solicitamos nos conceda una audiencia, o de considerarlo pertinente, designe a un funcionario de alto nivel para que debatamos el tema y lleguemos a un acuerdo en relación con las acciones que deben tomarse y que serían puestas luego en su conocimiento, para su validación y ejecución”, pide el sindicato.
La carta, titulada Denuncia por abuso de autoridad, maltrato, persecución y acoso laboral, fue enviada originalmente al Ministerio del Trabajo, a la Contraloría General de la República, a la Procuraduría General de la Nación y a la Presidencia de la República.
Empieza señalando directamente a la administración de la Superintendencia de Industria y Comercio, “en especial aquellos que ejercen funciones de mando, incluyendo delegados, asesores, directores y jefes de áreas, por los actos de abuso de autoridad, maltrato, persecución y acoso laboral”. Estos, según el denunciante, afectan el ambiente de trabajo y los derechos de los funcionarios.
De acuerdo con el denunciante, existe “sobrecarga laboral” en la Delegatura Jurisdiccional, donde los trabajadores deben trabajar más horas “por un esfuerzo por cumplir metas inalcanzables”.
También se menciona directamente a Laura Daniela Beltrán Palomares, más conocida como Lalis. Se trata de una influencer del petrismo que viene trabajando con Rusinque desde que dirigía el Departamento para la Prosperidad Social. Al pasar a ser superintendente, la nombró asesora de comunicaciones.
De acuerdo con el documento que conoció este medio: “Se ha hecho evidente un trato hostil hacia los funcionarios y contratistas del grupo de OSCAE, particularmente por parte de la asesora Laura Daniela Beltrán (influencer), que ha manifestado abiertamente amenazas de maltrato y ha impedido el acceso a derechos y beneficios establecidos”.
La denuncia asegura que la situación incluye asignación de puestos de trabajo que no cumplen con los requisitos ergonómicos y “la referencia constante a la verificación de conexiones, generando un entorno de temor en los empleados”, se lee en la carta.
También se quejan de la funcionaria Natalhi Bravo, jefe de almacén, quien presuntamente “ha procedido a maltratar y a imponer obligaciones desproporcionadas al personal (actitud reiterativa), lo que ha provocado un aumento en los niveles de estrés y problemas de salud mental entre los trabajadores”.
Según la denuncia, la administración tendría conocimiento de la situación, pero “no se han tomado medidas efectivas”.
Además, la gestión interna de permisos también ha causado incomodidad y asevera que a los funcionarios y contratistas se les están “exigiendo pruebas fotográficas que atentan contra la privacidad”.
Uno de los cambios que más ha incomodado a los trabajadores es el de la resolución que permite el teletrabajo, que no fue “socializada ni acordada” con las organizaciones sindicales.”La nueva normativa impone restricciones excesivas sobre los días de asistencia para trabajo suplementario, limitando a los teletrabajadores en sus opciones para cumplir con estas jornadas. En particular, se prohíbe trabajar de manera suplementaria en días consecutivos con extensiones de teletrabajo, lo que afecta su planificación personal y familiar”, indica la denuncia.
Y asegura que cualquier teletrabajador que quiera tomar vacaciones, permisos o incapacidad debe asistir al día siguiente: “Esta exigencia es desproporcionada y desconsidera las condiciones personales y de salud de los trabajadores”, denuncian.
Esto es insostenible para los funcionarios y contratistas, dado que no cuentan con los implementos necesarios para su trabajo en la Superintendencia.”La falta de escritorios, sillas y equipos adecuados expone a los empleados a situaciones de riesgo, contraviniendo las normativas de la ARL sobre condiciones laborales seguras y adecuadas”, expone la denuncia. Todo esto hizo que la Superintendencia de Industria y Comercio se convirtiera en un “ambiente laboral tóxico”.
“Ha generado un ambiente laboral opresivo, donde los funcionarios sienten que son objeto de acoso y amenazas. La incertidumbre por la posible pérdida de la modalidad de teletrabajo está causando altos niveles de estrés y malestar en el personal, evidenciado por el aumento de incidentes de salud mental”, se lee en el documento.
Finalmente, el denunciante subraya que “es urgente que se tomen medidas para salvaguardar la integridad física y emocional de quienes trabajan en la Superintendencia de Industria y Comercio, y no se sigan presentando situaciones como (...) ataques de ansiedad, infartos y suicidios”.
“Estamos a la espera de explicaciones por parte de la administración, que es el debido proceso. Obviamente, estamos en posición de defensa de los trabajadores frente a las irregularidades que se lleguen a demostrar”, dijo en conversación con este medio.
Desde Prosperidad Social se conocen quejas de posible maltrato relacionadas con Cielo Rusinque. Una mujer asegura que fue discriminada por ella, descartándola para un cargo por su condición de discapacidad. SEMANA consultó a la Superintendencia de Industria y Comercio e intentó establecer contacto con las personas mencionadas en la denuncia, pero a la hora de cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.