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“Este país no necesita payasos”: Juan Carlos Pinzón revela en SEMANA que será candidato presidencial con el aval de varios partidos políticos

Juan Carlos Pinzón revela en SEMANA que será candidato presidencial en 2026 con el aval de varios partidos políticos. Advierte que Colombia requiere liderazgo, experiencia probada y “una fuerza serena” que resuelva los grandes problemas.

Yesid Lancheros

Yesid Lancheros

Director General Editorial

27 de septiembre de 2025, 8:10 a. m.
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En entrevista con SEMANA, Juan Carlos Pinzón, de cara a las elecciones 2026, dijo lo siguiente: “Soy el único con experiencia en seguridad. El único que ha derrotado el crimen. Lo demás son cuentos". | Foto: semana

SEMANA: ¿Ya lo podemos llamar precandidato presidencial?

JUAN CARLOS PINZÓN: He recorrido el país en los últimos meses y estoy recibiendo un mensaje muy claro de miles de ciudadanos: el país necesita orden, firmeza, y por eso estoy de vuelta. Sí, ya tomé la decisión de ser candidato.

SEMANA: ¿Por cuál partido se va a inscribir?

J.P.: He hablado con diferentes sectores políticos, me han pedido que participe y estamos en ese proceso.

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SEMANA: Lo más probable es que su candidatura sea avalada por más de una colectividad. ¿Es correcto?

J.P.: Sí, lo más probable es que tengamos el aval de uno o de varios partidos. Estoy trabajando en eso porque, indudablemente, considero que es hora de crear grandes coaliciones democráticas. Colombia requiere claridad, orden, seguridad, pero también un esfuerzo de unión para sacarla adelante.

"El país necesita orden, firmeza, y por eso estoy de vuelta. Sí, ya tomé la decisión de ser candidato", dice Juan Carlos Pinzón. | Foto: JUAN CARLOS SIERRA-SEMANA

SEMANA: ¿Uno de esos partidos podría ser Oxígeno, de la excandidata presidencial Ingrid Betancourt?

J.P.: He tenido una conversación importante con ella y con otros colegas de su equipo.

SEMANA: ¿Por qué busca múltiples avales?

J.P.: El país necesita apertura política y la participación de múltiples sectores. Enfrentamos una de las peores crisis y uno de los mayores caos de nuestra historia. Hay grandes dificultades en seguridad, salud, relaciones internacionales, en materia fiscal, en pensiones, en asuntos económicos. Tenemos el deber de contar con equipos y coaliciones que puedan enfrentar el reto.

SEMANA: ¿Qué lo diferencia a usted frente a los casi 100 precandidatos en competencia?

J.P.: Soy el único con experiencia en seguridad. El único que ha derrotado al crimen. Lo demás son cuentos. Tengo acceso a Estados Unidos y puedo arreglar ese problema enorme que Petro nos ha creado. Tengo puertas abiertas en el entorno bipartidista y con el Gobierno del presidente Donald Trump. Asimismo, he sido un economista que conoce de los temas que generan efectos tanto en el sector privado como en el público. El país necesita inversión, solucionar sus problemas fiscales y conozco de ello a fondo. En el caso de la salud, como miembro de los equipos de Gobierno, como ministro de Defensa, manejé un sistema de salud y resolví problemas reales.

SEMANA: ¿Y los demás precandidatos?

J.P.: La mayor parte de la gente que veo en esto habla de cosas que no conoce, no tienen el contenido ni la experiencia para enfrentar los retos del país. Colombia no puede ponerse a jugar, el país no necesita payasos, no tiene tiempo de ver si alguien toma un curso en la presidencia. El país necesita un presidente de verdad, no un buen candidato. Aquí no se trata de quién hace un buen video en TikTok, o de quién canta o baila. Se trata de quién realmente está listo y preparado para tomar el mando del país a partir del 7 de agosto de 2026, y comenzar a solucionar los problemas. Debe haber una planificación muy detallada y un enfoque con resultados. El foco debe estar en eso. Es lo que necesita Colombia.

SEMANA: ¿Su decisión es participar en la consulta de la derecha, en marzo de 2026? ¿Con quiénes le gustaría medirse?

Juan Carlos Pinzón.
Juan Carlos Pinzón dijo que ha visto a Abelardo unas dos veces en su vida y le parece que es un colombiano preocupado que quiere contribuir desde su espectro y está interesado en hacer su mejor esfuerzo. | Foto: JUAN CARLOS SIERRA PARDO-SEMANA

J.P.: Sí. El país necesita esa gran consulta, esa gran coalición democrática, preferiblemente de centroderecha, pero en últimas democrática de los sectores que creemos en la democracia, en la libertad, en el orden y que definitivamente nos oponemos a la destrucción a la que Petro está sometiendo a Colombia.

SEMANA: ¿Pero con quiénes no compartiría estar en esa consulta?

J.P.: Hombre, no estoy aquí para descalificar a nadie, estoy para sumar, para unir, y quiero justamente unir a múltiples sectores del país para que lo saquemos adelante de este caos y de esta dificultad en la que estamos.

SEMANA: ¿Qué piensa del precandidato presidencial Abelardo de la Espriella? ¿Le gustaría que él estuviera en la consulta de marzo?

J.P.: Lo respeto y veo que está haciendo un esfuerzo. Obviamente, veo mucho video y mucha cosa. Ojalá se prepare, estudie y aprenda de los temas de Colombia. Eso sería importante. Pero él es un hombre relevante y hay muchos más que se están metiendo en esto y participando. Cuando llegue el momento de la consulta, se tomarán las decisiones. He visto a Abelardo unas dos veces en mi vida y me parece que es un colombiano preocupado que quiere contribuir desde su espectro y está interesado en hacer su mejor esfuerzo. Tiene capacidades histriónicas, tiene esa habilidad, pero obviamente, a Colombia hay que conocerla y hay que tener profundidad en los temas. Ahí es donde digo, en términos generales, que escucho a veces frases grandilocuentes: que vamos a acabar con todos, que a destripar no sé qué. Pero uno se da cuenta, cuando ha producido resultados, que en esto se requiere fuerza serena, claridad, planes y capacidad.

En diálogo con Yesid Lancheros, director de SEMANA, Juan Carlos Pinzón aseguró que no tiene relación con el expresidente Juan Manuel Santos. Hace ocho años no habla con él.
En diálogo con Yesid Lancheros, director de SEMANA, Juan Carlos Pinzón aseguró que no tiene relación con el expresidente Juan Manuel Santos. Hace ocho años no habla con él. | Foto: JUAN CARLOS SIERRA-SEMANA

SEMANA: ¿Le preocupa algo en torno a Abelardo de la Espriella?

J.P.: No vine aquí para hablar de otros candidatos. Vine aquí para ayudar a salvar a Colombia, para asumir una responsabilidad a partir del conocimiento, de la experiencia y de la decisión de liderar el país. Hay personas que se habrán preparado y otras que no tienen ni idea de lo que están hablando. Ese es un problema de ellos. Mi tema es decirles a los colombianos que no se preocupen. Soy capaz de darle tranquilidad a Colombia, de confrontar el caos y de solucionar los problemas.

SEMANA: En seguridad, ¿usted está más cerca de una política de seguridad democrática, al estilo Uribe, o de la solución negociada al conflicto, como lo buscó Santos?

J.P.: Mis resultados hablan por sí solos. Con los soldados y policías de Colombia, y las personas que me acompañaron en el Ministerio de Defensa, tuvimos los mejores resultados de la historia. En total, fueron abatidos 128 jefes de las Farc, del ELN y demás bandas criminales, hubo reducción en todos los delitos y un fortalecimiento en todas las capacidades, como inteligencia, movilidad aérea y operaciones especiales. También trabajé en el bienestar de la tropa. Tuve el honor de tener las Fuerzas Armadas más poderosas de la historia y las más victoriosas. Otra cosa ocurrió luego con las muy malas decisiones que se tomaron para terminar favoreciendo a la criminalidad, de una manera que hoy le cuesta mucho al país y que advertimos en su momento. En los años en que fui ministro de Defensa, fue cuando más acción hubo contra el narcotráfico, se registró la menor producción de coca y cocaína, y, al mismo tiempo, tuvimos el mayor porcentaje de incautaciones frente al total producido.

SEMANA: Es decir, usted está más cerca de la tesis de la seguridad democrática…

J.P.: Esa política fue vital para el país. Recuperó la seguridad en buena parte de los territorios, incentivó la inversión, el crecimiento económico y con ello se redujo la pobreza de manera sustancial. ¿Qué lamento hoy? Que después de este esfuerzo de nuestras Fuerzas Armadas, no haya llegado el desarrollo a estas regiones. Se redujo la seguridad de las poblaciones y hoy están tomadas por las economías ilegales. Por eso pongo mi nombre a consideración de los colombianos, conozco el país entero, tengo una experiencia probada y puño de hierro. No vi esto en Netflix ni me lo contaron a través de un memorando.

SEMANA: ¿En qué momento decidió marcar distancia del proceso de paz con las Farc durante el Gobierno Santos, del que usted formó parte?

J.P.: Desde muy rápido empecé a tener dificultades y distancias. Indudablemente, hay episodios que fueron muy lamentables para mí. Por ejemplo, el hecho de que el Gobierno les hubiera hecho caso a las Farc de parar la aspersión. Eso terminó sacándome a mí como ministro de Defensa porque me opuse. Sabía que eso iba a inundar de coca al país y que nunca se iba a conseguir la paz. También tuve una gran desilusión el día de la firma de los acuerdos en Cartagena, estuve ahí y no me pude quedar. Me salí porque me pareció aterrador el trato VIP que les dieron a criminales de lesa humanidad y la impunidad que vino luego. La JEP, prácticamente, les dice: vayan y cuéntenle al país la importancia de su ideología y los vamos a proteger. Eso es muy doloroso, es infame.

SEMANA: ¿Usted votó sí o no en el plebiscito?

J.P.: Voté no. Hay un video de esa época en el que dije que apoyaba, pero apenas pude ver lo que estaba pasando y se dio una discusión interna, voté no. Mi conciencia era más importante. Y creo que acerté, como muchos colombianos. Fue muy lamentable que esa decisión no se respetara, porque eso le habría dado al país una posibilidad de avanzar. El país necesita consensos y es algo que quiero ofrecer. Lo que pasó, pasó. Tenemos que hacer que el país se mueva hacia adelante, pues va camino a la anarquía. Nunca más se le deben conceder ventajas al crimen en contra del pueblo colombiano.

SEMANA: ¿Cómo están sus relaciones hoy con el expresidente Juan Manuel Santos?

J.P.: No tengo relación con el doctor Santos. Hace ocho años no converso con él.

SEMANA: En un sector del uribismo lo consideran santista y desconfían por esa razón. ¿Qué responde?

J.P.: Lo primero es que, ante todo, soy un patriota. Un hombre que ha trabajado por el país, que ha tenido siempre las mismas posturas y que cuando ha tenido que tomar decisiones, no juega, sino que decide y actúa. Mucha gente dice también que soy uribista. Aprecio mucho al expresidente Uribe, considero que ha sido un hombre patriota e importante. En general, respeto a todos los expresidentes. Hay personas que han tenido un rol importante. Por ejemplo, al expresidente Duque le tocó un momento del país muy duro. Es un hombre bueno. Tenemos que salir adelante.

“Colombia necesita un presidente que sea el de todos los colombianos. No voy a ser presidente de un grupo o de los que voten por mí”.
“Colombia necesita un presidente que sea el de todos los colombianos. No voy a ser presidente de un grupo o de los que voten por mí”. | Foto: JUAN CARLOS SIERRA-SEMANA

SEMANA: Cuando usted habla de que no es una campaña de TikTok, ¿por qué lo dice? ¿Ve mucho de eso y le preocupa?

J.P.: Mucha gente se prepara para agradar en las redes sociales. Pero lo que las personas deben ver, y confío en los colombianos, es que no hay margen para eso. Se debe elegir a un buen presidente, alguien que pueda ejercer la responsabilidad de gobernar a Colombia con experiencia, conocimiento, con amor por el país, con sentido de servicio. Y eso es lo que la vida nos ha dado.

SEMANA: De todos los problemas de Colombia, ¿cuál considera que es el más grave que va a heredar el próximo presidente?

J.P.: La inseguridad, sin duda. Estamos en el peor momento en esa materia en 25 años. Hay unas Fuerzas Armadas debilitadas, un crimen organizado expandido, narcotráfico, minería ilícita, extorsión y anarquía. Hay que resolver este problema y eso no es con gritos, ni con puños arriba, ni con agresividades. Esto no es de payasadas, es de mucha seriedad. Es a partir del conocimiento, de la planificación, de la ejecución de los recursos, de la estrategia y de los resultados. Colombia es un país absolutamente rico, tiene oportunidades, soy optimista. Pero ese destino está asociado a recuperar la seguridad para hacer uso de nuestros suelos y potenciar la agroindustria y la minería para extraer oro, cobre, níquel y otros minerales. Lo mismo ocurre con el petróleo, el gas y el carbón. Necesitamos extraerlos de manera sostenible.

SEMANA: ¿Es necesario reducir el tamaño del Estado?

J.P.: El Estado colombiano se volvió un paquidermo; es enorme. Se volvió un Estado glotón que está haciendo contratos de prestación de servicios a manos llenas, que no tiene control en la calidad del gasto. Hay entidades que han perdido su razón de ser. Por eso, necesitamos un Estado austero, pequeño, digno, eficiente, que tenga como foco ayudar a la gente y no fregarla. Estamos en una lógica donde todo se está estatizando, estatizaron la salud, reventaron la salud y hoy hay más muertes. Eso es muy grave. Lamentablemente, uno ve los gustos, incluso de algunos funcionarios del Gobierno, y realmente representan más la cultura mafiosa, la de la corrupción. Cuando se logran cosas en la vida a través del trabajo, es evidente que uno hace las cosas con austeridad, calma y cuidado.

SEMANA: ¿Eliminaría algunos ministerios?

J.P.: Hay que fusionar algunos y eliminar otros.

SEMANA: ¿Por ejemplo?

J.P.: Hay que eliminar el Ministerio de la Igualdad, no está produciendo nada, solo escándalos. Cada funcionario que nombran allí es un escándalo, es una humillación para el país. Hay falta de ética, de principios. No sirve para nada y los recursos no están llegando a las regiones apartadas. No llegan las vías ni hay oportunidades en salud.

SEMANA: ¿Cuál otro eliminaría o fusionaría?

J.P.: Hay que fusionar el Ministerio de Educación con el de Cultura y Deporte. Esos tres temas son muy importantes, pero tienen que estar integrados. Así lo vamos a hacer con otras entidades, hay que eliminar algunas que son glotonas, no le sirven al país y generan sobrecostos.

SEMANA: ¿Está de acuerdo con una reforma que elimine impuestos y gravámenes con el fin de impulsar la inversión?

J.P.: El país tiene un problema fiscal muy grave. Hoy se está apretando el pescuezo del empresariado colombiano. Hay que ver cómo logramos que los empresarios sientan que existe una posibilidad de avanzar. Hay que poner a crecer la economía y, en ese sentido, diseñaré un estatuto de inversión que genere beneficios tributarios para todas las inversiones nuevas en infraestructura, en vivienda, en turismo y en desarrollo minero petrolero, y que tengan un gran impacto no solo en la generación de recursos, sino de empleo. Vamos a jugar como juegan los grandes. Colombia puede ser uno de los países más importantes del mundo. Que eso no se nos olvide, y a eso le vamos a apostar.

El debate, entrevista de Yesid Lancheros  a Juan Carlos Pinzón
Juan Carlos Pinzón habló en entrevista con SEMANA. | Foto: Samantha Chavez

SEMANA: En relaciones internacionales, ¿cuál será su política frente a Estados Unidos e Israel?

J.P.: Petro ha sido un desastre y pareciera que le quiere hacer un mal al país. Lo que acaba de hacer en las Naciones Unidas fue calculado. Él quiere quedar bien con unos amigos que tiene, Maduro incluido, y otros criminales internacionales, entre ellos unos colombianos. A cambio, expone al país a maltratos, a sanciones, al desprestigio, a que no venga la inversión. Vamos a cambiarlo todo. Colombia volverá a ser lo que fue durante el tiempo en que fui embajador, en dos ocasiones, en Estados Unidos. Fuimos el aliado estratégico número uno en el continente. ¿Para qué? Para que nos ayuden en seguridad, para que llegue la inversión, para que vengan compañías internacionales y se instalen, para que los colombianos puedan encontrar oportunidades de educación y de intercambio tecnológico. Para que nos ayuden a desarrollar parte de nuestras industrias, pero también porque tenemos una alineación en democracia, libertad y principios. Con Israel se van a restablecer las relaciones. Yo sí he trabajado directamente con ese país, tanto en el fortalecimiento de nuestros equipos como en las capacidades de inteligencia y la cooperación tecnológica. Cuando se habla del genocidio de Gaza, es un tema que merece un debate importante. Me parece delicado, pero no puedo entender que el presidente de Colombia hable de eso y no hable del carro bomba en Cali o de los policías que han asesinado ni de las asonadas contra las Fuerzas Militares.

SEMANA: ¿Rompería relaciones con Nicolás Maduro?

J.P.: Esas relaciones están rotas porque allí lo que hay es un presidente que forma parte de un cartel internacional del terrorismo. Así está designado en Europa y en Estados Unidos. Hay investigaciones judiciales en Colombia donde eso está claro. En eso hay que ser muy firmes. Al mismo tiempo, no podemos olvidar la frontera, hay millones de personas que dependen comercialmente de lo que allí ocurre. En ese sentido, el Gobierno tiene la obligación de mantener una diplomacia consular efectiva, que permita ese movimiento de personas, esa relación económica y ese respeto entre los ciudadanos de frontera. Si Maduro cae, los venezolanos celebrarán, pero aquí en Colombia también, porque en la medida en que caiga Maduro, a partir de esa operación disuasiva que ha montado Estados Unidos, para Colombia eso puede significar una oportunidad de progreso económico y social sin precedentes. Es lo que llaman en economía un windfall, es decir, que nos llega de la noche a la mañana una ganancia para poder expandir nuestra economía.

SEMANA: ¿Cree que Maduro va a caer por esa presión disuasiva de Estados Unidos?

J.P.: Maduro va a caer, ojalá caiga el régimen.

SEMANA: ¿Y va a caer antes de que se posesione el próximo presidente de Colombia, es decir, antes del 7 de agosto de 2026?

J.P.: Espero que sí. Sería lo mejor que nos pudiera pasar.

SEMANA: Y si no cae, ¿le estrecharía la mano a Nicolás Maduro en el Palacio de Miraflores?

J.P.: No quiero ir al Palacio Miraflores, no me produce ningún interés. Si está María Corina Machado, la gran líder de Venezuela, seguramente trabajaremos en una alianza donde sacaremos adelante a estos dos países y seremos posiblemente una de las regiones del mundo que más crece y que más importancia tendrá.

SEMANA: Petro puede ser el próximo líder de la oposición en Colombia, de cara al nuevo Gobierno. ¿Cómo manejaría esa relación? ¿Lo invitaría a conversar?

J.P.: Colombia necesita un presidente que sea el de todos los colombianos. No voy a ser presidente de un grupo o de los que voten por mí. Voy a ser el presidente de todos los colombianos, de todas las regiones, de todos los colores políticos y de todos los sectores. Actuaré con absoluta responsabilidad en el sentido de buscar consensos y soluciones para el bien común. Sin embargo, todo aquel que viole la ley o utilice la fuerza o promueva la violencia va a sentir el peso de la ley. Ejerceré un gobierno que impondrá autoridad y orden.

SEMANA: ¿Usted está de acuerdo con cerrar el Congreso, como lo propone el exalcalde de Medellín Daniel Quintero?

J.P.: No veo que eso sea prudente. Colombia tiene una democracia y con varios poderes. Tenemos un Congreso que representa a la población de todo el país. También tenemos cortes y un sistema judicial independiente al que debemos respetar. Lo que sí le voy a pedir a las altas cortes, a los jueces, al Congreso, es que trabajemos armónicamente, porque los problemas de Colombia en seguridad, salud, relaciones internacionales, en materia fiscal, entre otros, requieren de un Gobierno que pueda armonizarse con los demás poderes públicos para ir avanzando en soluciones. Por ejemplo, lo relacionado con las consultas previas y ambientales, las cuales hoy tienen frenado a un país rico en recursos naturales y que tampoco puede hacer sus vías por un falso ambientalismo.

SEMANA: En un Gobierno suyo, ¿qué pasaría con la actividad de la minería y la industria de los hidrocarburos?

J.P.: Tendríamos exploración y explotación petrolera, de gas y de carbón. Tendríamos una aceleración en todo lo que es la minería del oro, del cobre, del cobalto, del níquel e incluso buscaríamos minerales de tierras raras. Tendríamos una gran expansión agroindustrial en las tierras que tiene Colombia. Hay cerca de 42 millones de hectáreas de tierras cultivables, según la FAO, y solamente usamos 8 millones. Imagínese el potencial que tiene Colombia de alimentar al mundo de manera industrial. Los campesinos, para poder tener un buen ingreso y salir de esa pobreza, necesitan participar de grandes proyectos. También necesitamos pensar en los pequeños. Hay un pequeño microempresario que hoy vive pendiente del gota a gota, lo tienen amenazado y apretado. Necesitamos líneas de crédito para que esos pequeños empresarios cuenten con un capital de trabajo y no tengan que correr riesgos con sus vidas. Que tengan un capital semilla para emprender. Necesitamos universidades populares, que llegue la educación superior a los colegios en las horas nocturnas, con profesores que provengan de universidades plenamente certificadas. Adicionalmente, que haya créditos de Icetex para todos los estudiantes. No puede haber un niño en Colombia que, si se gradúa y quiere estudiar, no tenga acceso a un crédito. Eso tenemos que garantizarlo.

SEMANA: ¿Está de acuerdo con una constituyente para reformar la Constitución de 1991?

J.P.: No. Hay reformas que se pueden hacer a través de actos legislativos.

SEMANA: ¿Se debe revivir la figura de la reelección presidencial en Colombia?

J.P.: No creo. Lo que el país necesita es un presidente que se dedique a gobernar desde el primer día, que deje de estar pensando en el pasado y que deje de andar pensando en egos, en ideologías o en ver cómo se ve en el espejo o cómo opinan sus amigos a nivel internacional. Colombia necesita un presidente que le ponga orden al país. La gente necesita resultados. ¿Cuáles? Vivir tranquilo y con plata en el bolsillo.

Juan Carlos Pinzón
En la entrevista con Yesid Lancheros, Pinzón indicó que hay que reanudar la aspersión con glifosato. | Foto: JUAN CARLOS SIERRA PARDO-SEMANA

SEMANA: ¿Cómo está viendo hoy la competencia por la presidencia?

J.P.: Noto que los colombianos quieren orden, seguridad y que se resuelvan los problemas. Por eso estoy aquí, es lo que sé hacer, resolver problemas. Siempre me han llamado en las crisis. Cuando fui ministro de Defensa, había una crisis en esa entidad. Cuando llegué a la Secretaría de la Presidencia, querían evitar una crisis. Cuando fui embajador en Washington, en la última ocasión, había una gran crisis. Soy una persona que, cuando hay crisis, estoy listo para servir. Para mí sería mejor mantener la vida que tenía. Pero ver a mi país caer como está cayendo, derrumbándose, pues no puedo aceptar eso. La vida, mi Dios y mi familia me dieron la oportunidad de prepararme para un momento como este. No hay tiempo de improvisar, no hay tiempo de aprender.

SEMANA: ¿Qué no puede elegir Colombia en 2026?

J.P.: No puede continuar por este camino. La ruta del Pacto Histórico de Petro, del narcocomunismo, está destruyendo al país. Ese camino hay que cambiarlo. Colombia no puede tener a una persona sin el conocimiento, la preparación y la capacidad para ejercer un Gobierno. Decir las cosas en redes sociales es fácil, pero la responsabilidad de solucionar y enfrentar los problemas es otra cosa y para eso se requiere experiencia. Hagamos esta comparación: estamos con la necesidad de un neurocirujano y el país va y se busca un boticario, que opina mucho, que tiene interés, pero que no cuenta con la experticia para hacer una cirugía en el cerebro.

SEMANA: Si usted es presidente, ¿se reanuda la fumigación de los cultivos ilícitos con glifosato?

J.P.: Hay que reanudar la aspersión. Y lo primero que hay que hacer es no volver a comprar coca porque la compra de coca lo único que ha estimulado es que haya más cultivos de coca. Si vamos a comprarles algo a los campesinos, que sean sus productos buenos, el cacao, la yuca, la palma, lo que tengan para producir, de modo que eso les permita tener un ingreso. La capacidad de la aspersión destruye buena parte de los cultivos de coca y disuade a los criminales.

SEMANA: O sea, se puede volver a fumigar en Colombia…

J.P.: Se puede volver a fumigar…

SEMANA: ¿Cumpliendo con lo que ordena la Corte Constitucional?

J.P.: La Corte tiene condiciones y las vamos a evaluar. Hay que usar nuevas tecnologías. Por ejemplo, puede que en algunos sitios usemos drones de gran capacidad y precisión, de modo que no haya riesgo alguno. Es posible que también le digamos a la Corte lo siguiente: si Colombia no sale de este problema maldito de la cocaína, vamos a seguir en esta anarquía y caos. Ningún país en la historia de la humanidad ha progresado a partir de la anarquía y la violencia. El progreso se da a partir de la seguridad y el orden. Eso lo he sentido en las calles, me lo dice la gente. El país no puede escoger a alguien que sea muy bueno haciendo campaña, poniendo alegría, como lo dije antes, que cante, baile y actúe. Eso nada tiene que ver con gobernar.

SEMANA: “Tigre de papel”, dijo usted una vez, en referencia a Abelardo de la Espriella…

J.P.: Gobernar es ejercer, saber del tema presupuestal, de los temas legales, es haber conocido el territorio, el sentir del pueblo, de las Fuerzas Armadas de Colombia, liderarlas y ejercer la autoridad para que efectivamente salgamos del caos. Conozco a Colombia de esquina a esquina. Yo no vine a tomarme el curso de geografía ni a preguntarme cómo es el Catatumbo ni cómo es el Chocó ni cómo son las comunas de Medellín o cómo son los barrios de Cali o cómo es Pasto o Ipiales. Colombia necesita de verdad que lleguemos con una claridad de lo que hay que hacer y de la autoridad necesaria.

SEMANA: ¿Usted cree que el país se podría equivocar en las elecciones de 2026?

J.P.: No hay margen de error…

SEMANA: ¿Ve algún riesgo de que la gente elija mal?

J.P.: Sí, el riesgo existe y no se puede cometer el error de que se vuelva a elegir al socialismo del siglo XXI. Pero debo reconocer que en la competencia actual hay buenos candidatos.

SEMANA: ¿Cuáles?

J.P.: Enrique Peñalosa es un tipo muy importante, un hombre valioso. Puedo mencionar a varios, pero lo que quiero decir es que no tenemos tiempo para ponernos a ver si quien llega acierta. Quien llegue tiene que tener claridad, pero sobre todo propuestas claras como las que he presentado en este espacio. Hay que tener un modelo de firmeza y de fuerza serena. La fuerza no es solo para los violentos, la fuerza es también para mover el Estado y que produzca resultados, porque es un Estado perezoso y lento. También necesitamos fuerza para que no sea un Estado que persiga a los empresarios y a la gente. Y adicionalmente necesitamos esa fuerza en el presidente para que, con serenidad, al final, genere oportunidades, inversión y progreso.

SEMANA: ¿Qué opina de Daniel Quintero?

J.P.: Pues tengo una enorme preocupación por todos los casos de corrupción que se conocen a diario. Me ha parecido una persona muy irresponsable con el comportamiento que tuvo, en particular allá en Perú, de ponerse a jugar con la seguridad nacional de Colombia, solo para tomarse un video y hacerse una foto. Es una persona llena de malos comportamientos, de escándalos en el manejo de los recursos públicos. Eso me ha dejado muy aterrado y muy sorprendido.

SEMANA: ¿Y qué piensa de Gustavo Bolívar?

J.P.: Lo sigo viendo como un libretista. Él hace un libreto para todo. Tuvo la oportunidad de participar del Gobierno y ahí está el tema: vaya y pregunte en Santander cuántas placas huellas prometió y cuántas placas hizo. Vaya y pregunte en Antioquia, donde hacía reuniones grandísimas para ofrecer de todo y hablar de todo y no hizo nada. Lo que todo el mundo le reconoce a Gustavo Bolívar es que hacía unas buenas novelas para temas de narcotráfico. Búsquese uno así para esto que estamos enfrentando, y verá que nos sale más o menos lo mismo.

Juan Carlos Pinzón.
En SEMANA, Juan Carlos Pinzón habló sobre su aspiración presidencial. | Foto: JUAN CARLOS SIERRA PARDO-SEMANA

SEMANA: ¿Qué piensa de Iván Cepeda?

J.P.: Ha sido una persona de una ideología comunista, bastante radical y que tiene que contarle al país, realmente, hasta dónde llegó su relación con las Farc. Él dice unas cosas, pero hay gente que dice otras y hay computadores que mostraron otras. Algún día espero que le cuente al país, de frente, cuál es esa verdadera relación.

SEMANA: ¿Cómo ve a Sergio Fajardo?

J.P.: Me parece un hombre muy respetable, serio, educado. Me parece que le falta firmeza con el crimen y el terror en Colombia. Y si no ha entendido que hay que ponerle orden y seguridad al país, va a seguir un poco errado en sus apreciaciones y sus intenciones.

SEMANA: ¿Qué opina de Claudia López?

J.P.: En general todo el mundo la reconoce como una persona que vive cambiando de opinión y entonces hay muchas dudas. Celebró cuando Petro ganó. Yo siempre lamentaré su persecución a la Policía. Cuando destruyeron el monumento de Los Héroes, en Bogotá, siendo ella alcaldesa, no hizo nada. Son cuestionamientos que a mí me quedaron y me dejaron muy preocupado. Recuerdo esa megaconsulta de la corrupción, y ahora hay muchas dudas también de la forma como se ha ido rodeando de personas muy dudosas en materia política.

SEMANA: ¿Y María Fernanda Cabal?

J.P.: La respeto. Es una persona coherente, de carácter y yo siempre le he tenido cariño. Le tengo más cariño a ella, que el que ella me tiene a mí (risas).

SEMANA: ¿Cómo ve a Miguel Uribe Londoño, el papá de Miguel Uribe Turbay, en la campaña presidencial?

J.P.: Lo quiero mucho y siento su dolor. Me duele demasiado que hoy no tengamos a Miguel Uribe Turbay. A Miguel lo quise mucho y en mi Gobierno lo usaré como un referente para Colombia. Un día, Miguel se me acercó y me dijo: “Juan Carlos, usted debe ser el próximo presidente de Colombia, es la persona más preparada, pero yo tengo los votos”. Entonces me dijo: “¿Usted qué opina?”. Le dije: “Pues, Miguel, puede que usted tenga los votos, pero creo que tiene que prepararse un poco más”. Con él teníamos esa buena relación, así, franca, de amigos que pueden hablar las cosas. Él quería que hiciéramos una consulta y yo estaba muy dudoso si participaba o no. Como ve, mi decisión de participar es más reciente. Siento una demanda del país, por eso estoy aquí.

SEMANA: ¿Qué piensa de Germán Vargas Lleras?

J.P.: Es uno de los grandes estadistas de Colombia. Germán es, posiblemente, el hombre que no ha sido presidente más preparado para ser presidente. Es de carácter firme. Tengo mucho aprecio y respeto por él.

SEMANA: ¿Cree que Vargas Lleras será candidato presidencial?

J.P.: No lo sé. Él está, por supuesto, asumiendo su reto personal con la misma firmeza que lo caracteriza. Seguramente se va a recuperar muy bien, sabe que Colombia lo necesita. Ojalá participe y le dé línea al país.

SEMANA: ¿Vicky Dávila? Lo vimos reunido con ella en estos días. ¿De qué conversaron?

J.P.: La quiero mucho. Hablamos, primero, de la amistad. Le he tenido cariño desde siempre, hemos sido buenos amigos. Es una persona ética, valiente, que, así como yo, también tiene espíritu patriótico. Eso lo valoro mucho, le tengo cariño.

SEMANA: ¿Roy Barreras?

J.P.: Lo conocí de senador y en algunos momentos era un hombre serio, pero él como que es una cosa de frente y otra cosa por detrás. También hay muchos cuentos de su comportamiento en las entidades en donde alguna vez le han dado la oportunidad de tener algún acceso. Y eso preocupa.

SEMANA: ¿La derecha se puede dividir y fracturar de cara a 2026?

J.P.: No. Eso lo he hablado con el expresidente Uribe y hace unos meses con el expresidente Pastrana. No hay forma de construir un futuro viable para Colombia si no hay unidad. Lo que pasa es que hay que reconocer que no todo el mundo es igual. Hay personas que tienen trayectoria, logros, seguramente defectos; eso es parte del ser humano. A todos nos pasa. Pero lo importante es que el país tenga claro quién puede sacarlo del caos y de la anarquía.

SEMANA: ¿Y cómo será esa unidad en la consulta de marzo de 2026?

J.P.: Estoy seguro de que vamos a tener una gran consulta. Hay actores que no se toleran entre ellos y de pronto eso puede generar el riesgo de que haya una u otras consultas. Mi papel es ser ese hombre que une.

SEMANA: ¿No va a vetar nombres para esa consulta?

J.P.: Uno a partir de la autoridad, de la experiencia y de la capacidad de hablar con todos los sectores. Lo que está en juego en Colombia no es la posibilidad de que alguien llegue o no a un Gobierno, sino si vamos a tener democracia o no. Petro nos quiere meter en el mundo de las autocracias. Nos quiere sacar de las democracias y llevarnos al mundo donde ejercer la violencia contra el pueblo, desde el Estado, es la forma lógica de actuar. Es un presidente al que le ha parecido correcto ser el mejor amigo de Maduro, que es un narcodictador. Es el tipo de personas con las que él se siente cómodo y Colombia no puede ir por allá.

SEMANA: ¿Qué opinión tiene de la vicepresidenta Francia Márquez?

J.P.: La respeto, y siempre ha sido así en el sentido de que es una persona a la que se le dio una oportunidad política. Pero es el ejemplo de lo que nunca más nos puede volver a pasar. ¿Qué sacamos con que llegue al poder alguien que parezca atractivo, que sea vista como buena persona y no tenga ni idea de qué es lo que se tiene que hacer? El país no puede volver a caer en eso.

SEMANA: Hemos visto muy entusiasmado a José Obdulio Gaviria con su candidatura. Se dijo, incluso, que era su mentor.

J.P.: A uno mucha gente lo reclama como su mentor. No creo que José Obdulio sea quien me reclame como eso. Le aprecio mucho su sabiduría política. Es un hombre que conoce el país y que tiene un sentido de amor por Colombia. Él siempre quiere incidir para que al país le pasen cosas buenas. Por eso, aprecio que alguien como él tenga esa voluntad de acompañarnos, de darnos su visión y sus opiniones.

SEMANA: ¿Usted está más cerca hoy del uribismo que del santismo?

J.P.: Indudablemente tengo mucha cercanía con el expresidente Uribe, pero es que eso no es nuevo. Voté por Uribe en 2002, cuando fue elegido. No lo conocía, voté por él y fui su representante en el Banco Mundial, fui su viceministro de Defensa durante tres años y él lo llamaba a uno directamente. Y hablé muchas veces con él y me puso tareas muy importantes para la seguridad nacional. El único precandidato que tuvo cargos de responsabilidad en los gobiernos del presidente Uribe es quien les habla. Nadie más. Lamentablemente, el que partió a otra visión y a otra opinión fue el doctor Santos, a partir del acuerdo de paz.

SEMANA: ¿Se equivocó Juan Manuel Santos?

J.P.: Creo que sí. Le dije en su momento: “Presidente, no se puede parar la aspersión, si se para y no hay alternativa, el país se va a inundar de coca y desgraciadamente no va a haber paz”. Y aquí estamos. Entonces me duele haber tenido razón. ¿Pero sabe qué? Ya no hay tiempo para mirar atrás. El presidente de 2026 tiene que coger el toro por los cuernos.

El debate, entrevista de Yesid Lancheros  a Juan Carlos Pinzón
Juan Carlos Pinzón en diálogo con SEMANA manifestó que el país necesita un presidente fuerte, capaz de estar en todas partes. | Foto: Samantha Chavez

SEMANA: ¿Usted no va a tener listo el retrovisor?

J.P.: Voy para adelante. ¿Qué podemos hacer con lo que ya no fue? Pues aprender de las lecciones que deja la historia. El país necesita un presidente fuerte, capaz de estar en todas partes, con energía, sano, que no aparezca borracho ni drogado, ni nada de esas cosas. Se requiere un presidente con todas las facultades para atender tantos problemas. Que podamos hacer 1.100.000 casas, que se reduzca la pobreza extrema, que hagamos uso de las regalías del oro, del cobre y del petróleo con el fin de tener una cuenta pensional para todo el mundo, que llegue la infraestructura, que invirtamos en tecnología. Debemos diseñar desde Colombia una estrategia para conquistar el mercado asiático, donde millones de consumidores pueden demandar productos colombianos, y debemos lograr que estos lleguen a ellos.

SEMANA: ¿Pero un acercamiento con China no podría generar tensión con la Casa Blanca?

J.P.: Todos los países del mundo, incluido Estados Unidos, aspiran a venderle algún producto a China. Nosotros tenemos mucho para venderle. A mí lo que me preocupa hoy es que le compramos demasiado a China, sobre todo textiles, calzado, químicos y otras cosas, que van matando nuestra industria nacional. Entonces, sí quiero venderle mucho café y mucho de nuestras riquezas, pero también tengo claro que Estados Unidos es nuestro aliado estratégico.

SEMANA: ¿Ya tiene el eslogan de su candidatura?

J.P.: Aún no. Como digo, no es solo un tema de experiencia, es también de fuerza, de berraquera, de ánimo, de amor por el país y de ponerle energía a Colombia para hacer todo lo que hemos dicho.