Investigación
Exclusivo: la versión de alias Fito, el narcotraficante ecuatoriano, sobre el presidente Gustavo Petro y el polémico viaje a Manta
Se conocen las primeras declaraciones de alias Fito, el narcotraficante más peligroso de Ecuador y el más buscado de ese país hasta junio de 2025, sobre Gustavo Petro y el controvertido viaje a esa ciudad.

Un supuesto encuentro entre el presidente Gustavo Petro y el narcotraficante ecuatoriano José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, ocupó las primeras planas en algunos medios de comunicación internacionales durante varios días y causó revuelo entre la opinión pública la sospecha de que el jefe de Estado colombiano hubiera sostenido una conversación con un fugitivo de extrema peligrosidad. SEMANA rastreó la historia y accedió a las primeras declaraciones que suministró el delincuente, tras ser extraditado a Estados Unidos, sobre el primer mandatario.
Las noticias que circularon en el exterior daban cuenta de que Gustavo Petro viajó a Quito el 24 de mayo de 2025 para asistir a la posesión presidencial de Daniel Noboa. Más tarde, él se desplazó con su esquema de seguridad hasta la ciudad costera de Manta, donde permaneció dos días. Llamó la atención su visita a ese sector, pues tiene altos niveles de criminalidad y estaba controlado por los Choneros, el grupo ilegal que lideró hasta el 25 de junio alias Fito, que fue capturado en un búnker clandestino en esa zona del vecino país y entregado a las autoridades norteamericanas.
La teoría que salió a la luz pública es que, durante su estadía, el jefe de Estado se habría reunido con este narcotraficante, acusado de cometer varios crímenes en Ecuador, de gestionar el envío de toneladas de estupefacientes al extranjero, de promover la compra y venta de armamento proveniente de Estados Unidos y de llenas las calles y prisiones de horror con un ejército de sicarios y extorsionistas; su nivel de peligrosidad fue comparado con Pablo Escobar; y se alcanzó a ofrecer un millón de dólares de recompensa a cambio de información que facilitara su detención.
Desde el primer día, Petro desmintió la situación: “No tengo ni idea quién es el tal Fito. Como presidente que visita un país extranjero, siempre soy cuidado permanentemente, día y noche, por la fuerza pública del país hermano. Basta ya de falsedades de la extrema derecha”. El ministro del Interior ecuatoriano, John Reimberg, en entrevista con Radio Sucesos, entregó detalles de la estadía: “Salió de la posesión directamente hacia Manta; llegó a una casa de lujo; permaneció, si no me equivoco, dos días; nunca salió, estuvo ahí encerrado; decir con quién se reunió, no lo puedo decir”.

A las especulaciones sobre la supuesta cita se sumó una carta de 19 líneas, escrita a mano, que llegó a la Embajada de Colombia en Quito, aparentemente, con la firma de alias Fito: “Yo soy prófugo de la Justicia desde hace un año y estoy en disposición de entregarme a las autoridades de mi país, pero temo por mi vida y por la vida de mi familia, y tengo información muy valiosa”, se manifestó. El emisor le anticipó a la embajadora María Antonia Velasco que estaba dispuesto a entregarse a la Justicia y solicitaba que sirviera de garante.
Aunque la Casa de Nariño y el Ministerio de Relaciones Exteriores también salieron a desmentir la cita del jefe de Estado con alias Fito, la noticia trascendió fronteras y coincidió con la solicitud de extradición de Estados Unidos de este criminal. El viaje del narcotraficante fue exprés, tomó por sorpresa a su país, y fue recluido en una prisión de alta seguridad, donde escasamente ha tenido conversación con su equipo jurídico y ya se enfrentó a la primera audiencia ante un tribunal de Nueva York. Estando tras las rejas, fue indagado por sus abogados sobre varios temas, y uno de ellos fue Gustavo Petro.
Las versiones de Fito
El abogado de alias Fito, Alexei Schacht, narró desde Estados Unidos las claridades que hizo su defendido sobre el jefe de Estado: no ocurrió ninguna cita en Ecuador y jamás tuvieron comunicación. “Mi cliente no tiene contacto con el presidente Petro, impersonal ni en persona, ni llamadas, no contacto”, agregó Schacht, quien también tiene a cargo los procesos que surten en contra de Dairo Antonio Úsuga David, excabecilla principal del Clan del Golfo, que responde ante la Justicia norteamericana por los cargamentos de cocaína que despachó desde el Urabá antioqueño y otros sectores del país.
Frente a los tentáculos que este hombre tenía en Colombia, el defensor los desconoció y aseguró que los datos que posee son exclusivos del crimen en el vecino país: “La realidad es que el señor Macías vive en Ecuador y tiene mucha información sobre cosas en Ecuador, pero no tiene mucho contacto con personas en Colombia, en realidad”. En cuanto a la veracidad del documento que llegó a la Embajada en Quito, donde el delincuente habría pedido pista para entregarse a las autoridades, él respondió: “Yo no tengo información sobre esta carta. Mi cliente no tiene contacto con el presidente Petro”.

Contrario a las versiones que han circulado en la región sobre los hechos que rodearon el operativo que terminó llevando a prisión a uno de los hombres más peligrosos de América Latina, Alexei Schacht confirmó que alias Fito no levantó la mano para ser privado de la libertad en Ecuador, sino que se trató de un operativo de las Fuerzas Armadas del vecino país que concluyó con su detención: “El Gobierno de Ecuador capturó a Fito en una casa”, y responde, por ahora, por los delitos que habría cometido en Estados Unidos, y no ha esclarecido si quiere contar la verdad de lo ocurrido y desenmascarar a los Choneros.
“En este momento, el caso es abierto y el señor Macías no se declaró culpable. La realidad (es que) los cargos son un poco complicados. Supuestamente, el señor Macías compró armas en los Estados Unidos para Ecuador. Eso es imposible. El señor Macías es la primera vez en su vida en los Estados Unidos, después de la extradición. El señor no compró armas en los Estados Unidos. Los cargos no son exactamente correctos. Obviamente, el señor Macías tiene problemas con la ley en Ecuador, pero es un diferente punto con los Estados Unidos”, detalló el abogado de alias Fito.
Por ahora, el narcotraficante no tiene un plan de colaboración con las autoridades, pero entregó insumos a su defensa para argumentar que no sería el criminal que se ha narrado frente a la opinión pública: “Obviamente, en el pasado, mi cliente es culpable de un crimen en Ecuador, pero yo creo que parte del problema para Fito es la prensa. En los medios, supuestamente, Fito es Pablo Escobar, pero eso es totalmente falso. Es un hombre mucho más normal, no es un capo o un actor supergrande, como Miguel Rodríguez o Pablo Escobar; no es este tipo de personas, no tiene contactos en todo el mundo”.
Sin embargo, otra es la evidencia que reposa en las fiscalías de Ecuador y de Estados Unidos, y en las unidades de inteligencia de ambos países y Colombia. El material probatorio indicaría que alias Fito, bajo la sombrilla de los Choneros, se habría convertido en un actor clave para el transporte de la cocaína que sale del Cauca, Nariño y Putumayo hacia diferentes rincones del mundo. Para ello, habría hecho alianzas con varios grupos armados ilegales y con carteles extranjeros. Los movimientos de su estructura han sido identificados en el suroccidente del país y Medellín.