POLÍTICA

Gustavo Petro quemará sus últimos cartuchos en el Congreso con la ley que promueve Eduardo Montealegre, que está satanizada y tiene las alarmas encendidas

El tiempo y la disposición de los grupos armados, entre los enemigos del polémico proyecto.

20 de julio de 2025, 8:44 p. m.
Eduardo Montealegre. Gustavo Petro, Epa Colombia
De izquierda a derecha: Eduardo Montealegre, Gustavo Petro, Epa Colombia. | Foto: SEMANA

El Gobierno del presidente Gustavo Petro no dejará la polémica, ni siquiera en la recta final de su mandato. Este domingo 20 de julio, tal como lo anunció el ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, se radicará el proyecto de ley por medio del cual se establece un tratamiento penal diferenciado para el desmantelamiento y sometimiento de organizaciones al margen de la ley y se definen reglas claras para la consolidación de la paz total, el orden público y la seguridad ciudadana.

El objetivo primordial es el desmantelamiento de la mayoría de grupos armados en Colombia y actores de la protesta social. Sin embargo, la iniciativa que tiene buena intención, difícilmente se podrá consolidar sobre el terreno.

Eduardo Montealegre. Gustavo Petro, Epa Colombia
De izquierda a derecha: Eduardo Montealegre, Gustavo Petro, Epa Colombia. | Foto: SEMANA

Montealegre le explicó a SEMANA que la idea es establecer un marco jurídico para el sometimiento de estos grupos en distintas regiones del país, una reducción de penas, una negociación, verdad y reparación y, a diferencia de la Justicia Especial para la Paz (JEP), el pago de unas penas mínimas y una privación de la libertad. No será en cárceles, pero sí en espacios establecidos entre el presidente Gustavo Petro, el Ministerio de Justicia y el Inpec.

Como el proyecto de ley tiene un componente de beneficio a los hoy capturados y condenados por la protesta social, hasta la influenciadora Epa Colombia podría beneficiarse y quedar libre.

El ministro Montealegre tiene claro que el proyecto difícilmente arrojará grandes resultados en este Gobierno, pero al menos se dejará toda la estructura para que el nuevo presidente (a) lo consolide.

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El Gobierno radicará el proyecto de ley “por medio de la cual se establece un tratamiento penal diferenciado, para el desmantelamiento y sometimiento de organizaciones al margen de la ley, y reglas para la consolidación de la paz total, el orden público y la seguridad ciudadana”. | Foto: Fotomontaje SEMANA

La razón obedece a que la iniciativa se radicará este domingo y empezará a discutirse como ley ordinaria en la Comisión Primera de la Cámara. Como el tema genera polémica, el Gobierno estima que estaría aprobada en diciembre de 2025. Es decir, podría empezarse a aplicar en enero o febrero de 2026 y el período de Gustavo Petro terminará el 7 de agosto del próximo año.

Los grupos armados, sin duda, acudirán al llamado del Gobierno porque apenas empiecen a hablar de paz, habrá un cese al fuego bilateral con la fuerza pública que los beneficiará.

Congreso de la República, Presidente Gustavo Petro
Congreso de la República y el presidente Gustavo Petro. | Foto: GUILLERMO TORRES REINA / PRESIDENCIA

Pero, ¿a qué grupo armado le interesa firmar la paz con un presidente que va de salida? En mayo de 2025, Alexander Díaz Mendoza, alias Calarcá Córdoba, comandante de una las disidencias de las Farc, específicamente del Estado Mayor Central (EMC), habló con SEMANA desde las profundidades del Guaviare y habló de la importancia de esperar al nuevo gobierno. Reiteró que, aunque no tiene problema en hablar de paz con el Gobierno Petro, no firmará la paz ni entregará las armas en este mandato.

Históricamente esa ha sido la posición de los grupos armados en Colombia: negociar con los presidentes que tengan maniobra de negociación y Petro no la tiene por falta de tiempo.

Como si fuera poco, el proyecto que será radicado por Eduardo Montealegre aterriza en el Legislativo con varios vacíos, entre ellos, la creación de unas zonas de paz o lugares donde pagarán sus penas los temidos jefes de bandas criminales y grupos armados. Para eso, tendrá que definir recursos económicos para la preparación de esos escenarios que también requerirán de un tiempo.

El expresidente Juan Manuel Santos, un político convencido de la paz, ya se opuso a la iniciativa. También el exjefe negociador del Gobierno con las Farc, Humberto de la Calle. “Peligroso e inoportuno el proyecto de favorecimiento a grupos armados ilegales. Peligroso porque salen a la calle capos pura sangre. Inoportuno: este es un momento de debilidad del Estado. Una cosa es montar mesas cuando el Estado llega con éxitos militares. Y a 11 meses de elecciones, ¿tiene efectos sobre el resultado?”, preguntó.

Petro está dispuesto a quemar sus cartuchos con el Congreso en este último año legislativo de su Gobierno con este polémico proyecto y su controvertida reforma a la salud, así sea consciente de que obtendrá pocos resultados porque la campaña política para el Congreso y las presidenciales está a la vuelta de la esquina.