POLÍTICA
La dura multa que tendrían los congresistas que lleguen tarde a las sesiones, ¿tendrá futuro esa propuesta?
La sanción también aplicaría para los ministros que no asistan a los debates de control político, según un proyecto de ley radicado en el Senado.
Por estos días ha empezado a surgir una ‘lluvia’ de proyectos que buscan disminuir los amplios privilegios de los que gozan los congresistas. Pero, sin duda, uno de los más llamativos es el que pretende hacer más riguroso el control de asistencia a la sesiones, pues tiene impacto en uno de los asuntos que más les duele a los parlamentarios: el bolsillo.
La iniciativa, de autoría del senador de Alianza Verde Fabián Díaz Plata, establece que los parlamentarios tendrán que atender el llamado a lista no solo al llegar a la sesión, como ocurre hoy en día, sino en tres oportunidades: al ingreso, durante el desarrollo del debate y al final de la sesión.
Pero, además, se establecen duras sanciones económicas para los congresistas que no asistan a las sesiones.
“Se producirá una sanción correspondiente a un salario mínimo mensual vigente (que hoy está en un millón de pesos) por cada inasistencia injustificada. Todo ello sin perjuicio de la pérdida de investidura a la que hubiere lugar”, señala el texto de la iniciativa.
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Y, además, “no se causarán salarios ni prestaciones correspondientes”. Es decir, le descontarán el día que no asistió sin justificación.
El texto señala que, mensualmente, el presidente del Senado y la Cámara, así como los presidentes de las comisiones del Congreso deberán enviar un informe al Consejo de Estado indicando las ausencias por cada congresista. Con base en esto, el alto tribunal procederá a decretar la pérdida de investidura en los casos en los que hubiere lugar.
Esto quiere decir que, por ejemplo, si un congresista decide no asistir un día a sus labores y para esa fecha había citación de comisiones y plenaria de su respectiva corporación, no se le pagaría el día correspondiente y se ganaría una multa de dos salarios mínimos (dos millones de pesos), una por la comisión y otra por la plenaria.
Además, estas faltas le contrarían para un eventual proceso de pérdida de investidura (pérdida de la curul). Actualmente, el límite para que se decrete esta sanción es de seis inasistencias sin justificación durante una legislatura, que dura un año.
Pero, sin duda, el punto que tiene más preocupados a los parlamentarios es el que indica que “se considerará ausente quien no registre su asistencia dentro de los primeros 30 minutos al inicio de la sesión”.
Esto quiere decir que los congresistas que lleguen tarde tendrán el descuento salarial por inasistencia y la multa de un salario mínimo.
De esta manera, se busca acabar con aquellos parlamentarios que tienen por costumbre llegar dos y hasta tres horas tarde a las sesiones o aquellos que asistan al llamado a lista y luego se van.
Pero el proyecto va mucho más allá al establecer también altas multas a los ministros que no vayan a los debates de control político.
“Los ministros, superintendentes y directores administrativos que se ausenten de una citación para debates de control político en el Congreso de la República sin justificación alguna, deberán pagar una multa de un salario mínimo mensual legal vigente”, indica el proyecto.
Esta iniciativa debe superar cuatro debates en el Congreso para convertirse en ley de la República.
Pero no es la única que busca llamar al orden a los congresistas. Otro proyecto con el que se busca que el Congreso dé muestras de querer renovarse es el que reduce a la mitad las vacaciones de los congresistas. Actualmente, los parlamentarios gozan de cuatro meses de receso. El periodo legislativo hoy va del 20 de julio al 16 de diciembre y del 16 de marzo al 20 de junio.
La idea es que ahora el receso sea solo de dos meses. “Con la reforma, el receso legislativo va del 20 de julio al 20 de diciembre y se retoma desde el 20 de enero hasta el 20 de junio”, explicó la representante de Alianza Verde Catherine Juvinao.
“El receso legislativo interrumpe de forma brusca el control político y la discusión de proyectos”, agregó Juvinao.
Además de reducirles las vacaciones, la reforma también plantea que los congresistas no podrán reelegirse por más de tres periodos, esto con el fin de que no se presenten casos en los que los parlamentarios duran más de 20 años en sus curules.
“La idea es que el límite sea a tres periodos sin importar si es en la Cámara en el Senado, vamos a hacer claridades en ese sentido”, manifestó el senador Cepeda.