Entrevista
“La energía debe ser considerada como un derecho fundamental”: Néstor Fagua, vicepresidente del Grupo de Energía de Bogotá
En medio de los debates sobre la transición energética en Colombia, la compañía pone este tema sobre la mesa para que la Corte Constitucional amplíe sus pronunciamientos sobre el acceso a la energía en Colombia.
SEMANA: El tema de la energía en Colombia cada vez es más importante y se han abierto varios frentes de discusión sobre el asunto. En medio de esta coyuntura, ustedes han lanzado la propuesta de que la energía sea un derecho, ¿por qué?
Néstor Fagua (N. F.): Esta discusión es importante por varias razones: en primer lugar, porque la energía, digamos, como un hecho físico, como lo que nosotros percibimos diariamente en nuestra casa, en las industrias, pues va más allá de ser un hecho físico, en realidad es un derecho, porque la disponibilidad y el uso de la energía está presente en todas las actividades de las ciudades, de la sociedad o de cualquier persona. Y esa disponibilidad y ese uso de la energía que tenemos nosotros en las neveras, cocinas, carros eléctricos, alumbrado público y en general en todas las actividades, en realidad son un derecho en la medida en que todos los ciudadanos deben tener ese garantizado.
Esa disponibilidad es la que permite que usted pueda habilitar otros derechos, por ejemplo, el derecho a la vida, el derecho a la salud;, por ejemplo, en la confiabilidad que deben tener los hospitales para la atención de sus pacientes. En el derecho a la educación, si usted necesita usa internet o si se comunica diariamente con otras personas, pues necesita energía. Todos estos derechos, todas estas actividades que nosotros hacemos requieren realmente del uso de la energía y por eso es que nosotros creemos que es un derecho.
SEMANA: Por lo que nos está diciendo, entonces sería un derecho esencial. ¿Es así?
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N. F.: La energía debería ser un derecho esencial, nosotros creemos que hace parte de los derechos fundamentales y en esa medida deberían ser considerados como parte de los derechos humanos. La ciudadanía puede exigir que las políticas públicas que desarrolla el Gobierno nacional estén orientadas a garantizar ese derecho, esa disponibilidad, garantizar el derecho de las ciudades, de los comerciantes y de los industriales, el que tienen los habitantes en sus viviendas. Asimismo, se relaciona con otra cantidad de fenómenos, por ejemplo, temas asociados con el calentamiento global, con la transición energética, con el uso de energías limpias y todo ese conjunto hace que sea necesario que comencemos a considerar la energía como un derecho claro.
SEMANA: La Corte Constitucional se ha pronunciado sobre este asunto y ha dicho que es un derecho esencial. ¿Cabe la posibilidad de que la energía sea considerado un derecho fundamental?
N. F.: Sí, la energía debe ser considerada como un derecho fundamental y yo creo que ese es el propósito. Nosotros hemos venido buscando de diferentes maneras poder llegar a una acción adecuada ante la Corte Constitucional para que aborde este tema y pueda llegar a esa conclusión. De hecho, la Corte Constitucional, por ejemplo, en una sentencia de noviembre pasado declaró que el internet es parte de los derechos humanos y bajo los mismos razonamientos, uno debe considerar la energía como parte de esos derechos fundamentales y derechos humanos. Entre otras cosas porque toda esa gran cantidad de derechos que hemos mencionado y todas esas grandes necesidades y el uso que tiene la vida cotidiana requiere realmente que se trate como un derecho. Usted no tendría la posibilidad de tener el uso de internet si no tiene energía y por eso es que vemos que esto necesariamente debe considerarse como parte de los derechos fundamentales.
SEMANA: ¿Qué están haciendo concretamente para que la energía sea considerada un derecho fundamental?
N. F.: Debe ser la propia ley, la propia Constitución la que desarrolle eso, pero creemos que la instancia adecuada son los pronunciamientos de la Corte Constitucional con relación con los derechos fundamentales.
SEMANA: Claro que hay quienes dicen que la producción de energía genera impactos negativos en el país...
N. F.: Esa es una parte que tiene que ver mucho con el calentamiento global y con la transición energética. Los temas en la generación y transmisión pueden entrar en una colisión con otros derechos, por ejemplo, con el derecho al medioambiente sano. Y la verdad es que la posibilidad de tratar la energía como un derecho, lo que permite es una discusión que permita hacer un balance entre otros tipos de derechos y el derecho a la energía.
En este caso creo la discusión más importante se daría frente al derecho al medioambiente sano porque la producción de energía tiene efectos sobre la naturaleza y sobre el medioambiente, pero finalmente se trata de que la producción y el transporte cumpla con estándares medioambientales para que no haya problemas. Se pueden desarrollar proyectos de transmisión de energía y proyectos de generación totalmente amigables con el medio ambiente. Todo el movimiento que se viene haciendo con la generación a través de energías limpias, finalmente tiende a eso y es perfectamente posible compatibilizar el derecho a la energía y la producción de energía con un medio ambiente sano y con otro tipo de derechos.
SEMANA: Le entiendo que sin energía no habría lugar a que otros derechos humanos se garanticen...
N. F.: Claro, en realidad es un derecho habilitador de otros. Usted puede habilitar con eso el derecho a la vida, el derecho a la salud con el servicio que prestan los hospitales y la confiabilidad en el uso de sus equipos, el derecho al agua, el derecho a un ambiente sano o el derecho a condiciones de vida digna.
SEMANA: Si ocurre lo que ha venido explicando, ¿se impulsará el desarrollo económico en Colombia?
N. F.: Totalmente. Parte del desarrollo del nivel de vida y de crecimiento económico de los países siempre está asociado con el crecimiento de la demanda de energía. Todas las actividades que desarrolla en este momento la sociedad, los países en general, todos siempre están asociados con la energía y el incremento en la demanda de energía siempre está asociada con el desarrollo.
SEMANA: Pero también habrá muchas personas que tengan dudas por lo que está pasando ya que se habla de una transición energética, pero también de un posible racionamiento y de todos los problemas que puede haber con la energía en nuestro país. ¿Se le puede dar una tranquilidad a la gente?
N. F.: Yo creo que sí. Es un tema crucial, coyuntural y extremadamente importante. Todo lo que se viene haciendo, permite que las políticas públicas puedan moverse a que se garantice la disponibilidad y la confiabilidad de energía como un bien de todos los ciudadanos.
SEMANA: ¿Este asunto lo han hablado con al alcalde Carlos Fernando Galán o con el Gobierno Petro?
N. F.: En el Grupo de Energía de Bogotá se viene conversando mucho con el Gobierno, con el ministerio de Minas y Energía, con los diferentes organismos que hacen parte de este tema, con la administración distrital y también en espacios académicos. Es un tema que se debe poner en la agenda de todos los ciudadanos, de todos los interesados y poderlos discutir con absoluta tranquilidad y amplitud para” entender la necesidad que se tiene el país de garantizar la confiabilidad y la disponibilidad de energía.