Política
Las novatadas del Pacto Histórico en el Congreso podrían generar que se repita la historia de la Alianza Democrática M-19 y la bancada se reduzca en el 2026
Aunque lleva más de dos años en el Congreso, la bancada de Gobierno sigue cometiendo errores que le han costado el hundimiento de varias iniciativas. Las primiparadas le siguen pasando una costosa cuenta de cobro.

Lo que pasó en la votación de la consulta popular en el Senado puede ser el mejor resumen del desorden que se vive en el Pacto Histórico y que se incrementó con la salida de figuras visibles como Roy Barreras, Gustavo Bolívar o Alexánder López, quienes intentaron cohesionar el partido y tener disciplina de bancada.
Pero lo ocurrido en esa sesión, así hablen de fraude, trampa, ventajas o lo que sea, sencillamente fue un descuido del petrismo, que lleva casi tres años sin aprender de las tácticas legislativas que se usan desde hace décadas en las cámaras y que están permitidas en la Ley 5 de 1992, que es el reglamento del Congreso.
Dicho de otra forma más coloquial, los petristas le dieron papaya a la oposición, que notó de inmediato que no tenían los votos para ganar y cerraron el registro en menos de tres minutos, en una decisión polémica, pero válida. Según el reglamento del Legislativo, hay hasta 30 minutos para adelantar una votación y será potestad del presidente de la corporación el momento de cerrarla, y como ya había 96 votos, 49 por no y 47 por el sí, se tomó la decisión.

En realidad, el error fue de Martha Peralta y de los congresistas del Pacto Histórico, que no cuidaron los votos ni garantizaron que todos los senadores estuvieran para la votación, algo fundamental en la labor parlamentaria y que aprende cualquier novato al pisar el Capitolio Nacional.
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Sin embargo, esta es la muestra fehaciente de que el petrismo sigue cometiendo los mismos errores y que haber metido en las listas, tanto en Senado como en Cámara, a personas sin preparación, les sigue pasando factura.
Son pocos los que en el Pacto tienen el perfil para estar en el Legislativo, y son los mismos que pusieron votos a las listas, pero la mayoría llegó gracias a Gustavo Petro, así no lo reconozcan. El petrismo ha pasado por polémicas como la de una congresista que fuma todos los días marihuana, la de no saber cómo se firma una proposición (propuesta legislativa), afirmar que los colombianos trabajan más de “60 horas al día”, no diferenciar un proyecto de ley con un acto legislativo, señalamientos de clientelismo, inasistencias, promover la reelección de Petro, falta de diálogo con los ministros y creer que los votos de Petro son los de ellos.

Todos esos errores sumados muestran el debilitamiento de la bancada del Pacto Histórico, que nunca ha actuado con disciplina de partido, y cuyos miembros únicamente se preocupan por figurar en redes sociales, en una especie de competencia para ver cuál es el que defiende más al presidente Gustavo Petro.
A diferencia de otros partidos, tampoco hay un liderazgo claro y esos matices generan divisiones internas que los han enfrascado en duras disputas que intentan no ventilar, pero la realidad es que hay una profunda división a menos de un año para las elecciones de Congreso.
En varias ocasiones, aunque ya ha pasado tiempo, las primiparadas del Pacto han costado el trámite de importantes iniciativas del Gobierno Petro que han naufragado por cuenta de que esta bancada no ha diferenciado entre los votos del Congreso y los que consigue el inquilino de turno en la Casa de Nariño.

Todo esto hace pensar que 35 años después el Pacto Histórico, que surgió como una alternativa política, podría repetir la historia del M-19. En la Constituyente de 1991 nació la Alianza Democrática M-19, fruto del acuerdo de paz, y obtuvo 19 curules en la Asamblea Nacional como consecuencia de un cansancio en el bipartidismo. Posteriormente, en las elecciones al Congreso, logró nueve curules en Senado y 13 en la Cámara, consolidándose como una tercera vía política, pero ese entusiasmo se apagó en 1994, cuando solo consiguieron una curul en la Cámara.
Cuando desapareció este movimiento político, por cuenta de errores en el Congreso, se abrieron paso, con los años, el progresismo, la Colombia Humana y el Polo Democrático, que ahora forman parte del Pacto Histórico. No obstante, se siguen cometiendo los mismos errores. Las novatadas de la izquierda se continúan presentando y en marzo de 2026, cuando los colombianos salgan a las urnas, se sabrá si están recorriendo el mismo camino del M-19 o aprendieron la lección.