Bogotá

Las rutas de las armas y los explosivos que ingresan a Colombia. Clanes extranjeros surten a grupos criminales. Usan camiones de comida refrigerada

Organizaciones como los Cosos estaban encargadas de vender municiones de Indumil a bandas criminales en Kennedy, Bosa y Soacha. Otros elementos también llegan de Estados Unidos y Europa.

12 de abril de 2025, 7:47 a. m.
En lo que va de 2025 se han registrado cuatro atentados en el barrio San Bernardo. Autoridades les siguen la pista a los explosivos que llegan a la capital.
En lo que va de 2025 se han registrado cuatro atentados en el barrio San Bernardo. Autoridades les siguen la pista a los explosivos que llegan a la capital. | Foto: esteban vega la-rotta-semana

Cinco atentados con granadas de fragmentación en el sur de Bogotá en lo que va del año y la guerra entre bandas criminales venezolanas en la capital por el negocio de la droga son los hilos que están jalando las autoridades para desbaratar la red de tráfico de armas y explosivos que surten de municiones a los capos venezolanos y colombianos que se están matando entre sí en esta ciudad.

En medio de las pesquisas por los responsables de los atentados con explosivos, que han dejado cinco personas muertas y 18 heridas, el secretario de Seguridad, César Restrepo, confirmó que las granadas lanzadas este año en San Bernardo y Fontibón por los Venecos y los Costeños provienen de las fábricas de la Industria Militar colombiana (Indumil).

A finales de febrero cayeron los Cosos en Bogotá, un grupo criminal dedicado a traficar armas y explosivos que obtenían de manera irregular de Indumil y con los que surtían a bandas delictivas de Kennedy, Bosa y Soacha. Este municipio aledaño a la capital tiene una especial importancia dentro de la red de tráfico de armas y explosivos, pues es el punto de acopio de los encargos que llegan en camiones de otras regiones del país. Información de inteligencia que las autoridades han venido recolectando desde hace más de una década, y soportada en informes especiales de la ONU contra la Droga y el Delito, da cuenta de que hay cuatro principales canales de entrada de las armas al país.

Barrio San Bernardo, en Bogotá. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA-SEMANA

El corredor de Estados Unidos, desde donde provienen armas y municiones de origen legal, como los AK-47, los M60 y los revólveres; un bloque compuesto por Rusia, Bélgica, Israel y Turquía, desde donde se envían fusiles; otra ruta, y la más importante para el caso de Bogotá, es la que llega del mercado irregular venezolano, del que forman parte los grupos criminales que están al servicio del Gobierno Bolivariano; también hay otro grupo que nutre a Colombia de armas y explosivos irregulares y está incrustado en Brasil, donde los principales cabecillas del negocio son el clan de la Familia Mermelho, el Primer Comando Capital y la Familia del Norte.

Los informes conocidos señalan que las armas estarían llegando a Bogotá principalmente en camiones de comida refrigerada, que, por su naturaleza, pueden evadir los controles de las autoridades al existir regulaciones que prohíben que se rompa la cadena de frío de los alimentos. Esos camiones salen particularmente de zonas fronterizas o de los puertos marítimos.

Por el Amazonas llegan los envíos de Brasil; por Arauca, todo lo que se pide de Rusia y Europa. En los puertos de Urabá, Buenaventura y Turbo, llegan los cargamentos camuflados en contrabando de Estados Unidos y México, las mismas rutas que se usan para dispersar la cocaína en el país.

Sobre las 10 de la noche del 18 de febrero explotó una granada de fragmentación en el centro de Bogotá.
Explosión de una granada de fragmentación en el centro de Bogotá. | Foto: Policía Metropolitana de Bogotá

Dentro de las investigaciones adelantadas, también está registrado que las organizaciones delictivas que están encendiendo la guerra en Bogotá tienen dos formas de acceder a las armas: la primera, cuando los grupos armados, como el Clan del Golfo, el ELN y las disidencias, dejan de usarlas y las venden a grupos más pequeños.

La Defensoría del Pueblo ha alertado sobre la interferencia de grupos armados en la capital por medio de la figura de tercerización, que contratan con grupos extranjeros o bandas locales para prestar servicios criminales y para cuidar las líneas del narcotráfico.

El mercado de las armas y explosivos en Bogotá es uno que no se mueve a gran escala, sino que opera bajo la figura del menudeo, que es, básicamente, el encargo. En el caso de las granadas de fragmentación que han explotado durante el último mes, se trataría de artefactos que usualmente son robados en medio de los combates y puestos a la venta en el mercado negro por valores incluso inferiores a los 500.000 pesos.

Ante esta crítica situación, el secretario de Seguridad le ha repetido en varias oportunidades al Gobierno Petro sobre la importancia de recoger las armas que quedaron volando luego de la firma del acuerdo de paz y ponerle la lupa al control del contrabando. Se estima que en el país hay más de 21.000 armas circulando de forma irregular y cada año se contabilizan cerca de 10.000 granadas, adquiridas por grupos armados.