Portada
Los secretos de la guerra en el Gobierno Petro: así es la confrontación entre Laura Sarabia, Armando Benedetti, Mauricio Pava y Angie Rodríguez
Laura Sarabia, Armando Benedetti, Angie Rodríguez y el abogado Mauricio Pava protagonizan una batalla por el poder en el círculo más cercano del presidente Gustavo Petro. SEMANA revela los secretos de esa confrontación.

Como si Colombia no tuviera incendios por apagar, el presidente Gustavo Petro enfrenta un nuevo conato de conflagración en su círculo más cercano y que ya está generando las primeras heridas: se trata de una guerra intestina y pública entre el ministro del Interior, Armando Benedetti, y la canciller, Laura Sarabia.
A medida que pasan los días, las dos fichas claves y de mayor confianza para Petro intentan sacarse los ojos y de las disputas personales pasaron al plano jurídico. La principal razón de la confrontación, que puede poner en jaque la estabilidad del Gobierno, es una clara pelea por el poder.
Lara Sarabia, cercana a la primera dama, Verónica Alcocer, perdió terreno porque ahora despacha desde el Palacio de San Carlos, a pocas cuadras de la Casa de Nariño, mientras la nueva directora del Dapre, Angie Rodríguez, una administradora pública especializada en gestión pública, se convirtió en la nueva mano derecha de Petro y la mujer que tiene las llaves de la oficina privada del jefe de Estado. Rodríguez fue ungida por los ministros Benedetti y Guillermo Alfonso Jaramillo, y se convirtió en la fórmula perfecta de la izquierda y del ministro del Interior para desplazar a Sarabia.
Este novelón sobre la pelea entre Benedetti y Sarabia tiene otro protagonista: el reconocido abogado Mauricio Pava, conjuez de la Corte Suprema de Justicia, quien esta semana saltó al ring públicamente a favor de Sarabia, con quien los une una estrecha amistad.
Lo más leído

Pava fue defensor de Petro en la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes, también de Verónica Alcocer, y en el pasado defendió a Benedetti, entre marzo de 2022 y mayo de 2023, en los procesos penales contra el actual ministro ante la Fiscalía y la Corte Suprema. “Todo lo que corresponda a ese periodo está guardado en una tumba de parte de esta oficina”, le aclaró Pava a SEMANA.
El abogado explicó que dejó de defender a Benedetti porque, según informó su despacho, llevaba al mismo tiempo procesos del político barranquillero y de Sarabia. Pava prefirió marcar distancia de ambos luego de que este medio, en mayo de 2023, denunció el escándalo del polígrafo y las interceptaciones a las que fue sometida la niñera Marelbys Meza, quien trabajaba con Sarabia, en medio de una investigación por un extraño robo de dinero y documentos reservados en la casa de la ahora canciller.
Hoy, dos años después, Pava está del lado de Sarabia, una acérrima contradictora de Benedetti. La defiende en uno de sus temas: denuncias penales que ella instauró por injuria y calumnia contra varias personas.
SEMANA conoció que, paradójicamente, Pava fue quien le recomendó a Benedetti contratar los servicios del abogado David Benavides. Pero, al mismo tiempo, le sugirió a ella asesorarse con el penalista Jorge Mario Gómez para sus temas judiciales.
Pava se despachó esta semana contra Benedetti en una columna de opinión en el diario El Tiempo titulada ‘El señor de los anillos y la lengua de la serpiente’. Aunque no mencionó al ministro, no fue necesario hacerlo para que el mundo político tuviera claro que hablaba de él. Allí dijo: “¿Quién le habla hoy al oído del poder? ¿Una voz que envenena o una que construye? Porque, a veces, un susurro basta para cambiar el destino de todos, como, por ejemplo, manipular la designación del presidente encargado por ocho días”.
“Su rey ha sido manipulado por un consejero siniestro (Lengua de Serpiente), que con palabras suaves lo ha aislado de la realidad, debilitado su voluntad y entregado el control del reino a intereses oscuros. A su alrededor, muchos guardan silencio, algunos murmuran sin actuar, y unos pocos, incapaces de aceptar esa deriva, se marchan para no traicionar sus principios”, agregó Pava, en un lenguaje que causó más de una inquietud.
Según dijo Pava en su columna, ese consejero no actúa solo: “Responde a un poder mayor, un mago que renunció a su misión original para servir a fuerzas oscuras. Juntos han intentado convertir al rey en una figura influenciada, alimentando sus temores más profundos y manipulando sus deseos más íntimos”.
SEMANA le preguntó a Pava si se refería a Benedetti, y se limitó a responder que no se saldrá de lo que dijo en su columna. “Es una opinión”, afirmó. “¿O se refiere a Angie Rodríguez, la directora del Dapre?”, insistió este medio. “No voy a particularizar la columna”, respondió.

Esta no es la primera vez que Pava lanza críticas contra funcionarios del Gobierno Petro. El 16 de mayo escribió otro texto en el que habló del “club de la pelea” y se refirió al consejo de ministros del 4 de febrero, que fue televisado y se convirtió en una especie de casa estudio donde Petro salió sacrificado. “Quedó en evidencia que la política se ha convertido en un cuadrilátero de egos y estrategias de descrédito. Se señalaban, se acusaban, se interrumpían, se lanzaban versiones contradictorias”, opinó.
Pava –quien dejó claro que hoy Benedetti es su contraparte en un litigio– formó parte de pleitos en el Gobierno de Juan Manuel Santos y defendió a personas cercanas a Álvaro Uribe, como Óscar Iván Zuluaga. También participó en consejos directivos en la administración Duque y defendió a Petro. Sin embargo, con Laura Sarabia fue más allá y adoptó la pelea de la canciller contra el ministro del Interior como propia. “En las defensas de alto impacto, los abogados terminamos subidos en el ring”, le explicó a SEMANA.
Pava insiste en que siempre se entrega a sus causas y las defiende, mientras que en la Casa de Nariño crece el ruido que apunta a que él tendría una supuesta relación que trasciende la amistad con Sarabia. “No me parece respetuoso”, respondió Pava.
Por su parte, Sarabia le dijo a SEMANA que tampoco se referirá al tema. “Nunca lo he hecho ni lo haré y no hablaré de mi vida privada en un medio de comunicación. Esa información solo le compete a mi familia y es el único escenario donde hablaré de ello”.

En la Casa de Nariño repiten que el interés de Pava con Sarabia, presuntamente, iría más allá de una supuesta relación sentimental. En los pasillos del palacio presidencial se refieren a negocios, lobby y gestiones, entre otros temas que comprometerían a Pava y a Sarabia. Incluso, una fuente de alto nivel le contó a SEMANA que la relación entre ambos y la influencia que el jurista ejerce sobre la canciller no le gustó a Petro, pues el abogado también es el apoderado de Air-e, la distribuidora de energía en el Caribe del poderoso empresario Alberto Ríos Velilla, intervenida por la Superintendencia de Servicios Públicos. Desde hace años, Petro ha tenido una pelea jurídica y pública con los Ríos, a quienes se les atravesó en el negocio de las basuras en Bogotá cuando fue alcalde.
Pero en un sorpresivo giro de la historia, Alberto Ríos Velilla terminó acercándose a Petro siendo presidente, gracias a las gestiones de la entonces directora del Dapre, Laura Sarabia, quien cuadró una cita para ambos en Antioquia, según pudo confirmar SEMANA, para hablar de los temas de Air-e. “Sería atentar contra la inteligencia del presidente si uno pretende intentar engañar o influir. Si él decide sentarse en una reunión con equis o ye persona, es decisión del mandatario. Él no es ajeno, ni le borré la historia que tiene con Alberto Ríos Velilla”, respondió Sarabia. La cita había sido solicitada por escrito por Air-e a la Presidencia de la República. Aunque inicialmente se iba a dar en la Casa de Nariño, por la agenda de Petro ocurrió en Antioquia.
En esta guerra de poderes, en el Pacto Histórico dicen que Ríos Velilla habría estado detrás de la salida de Dagoberto Quiroga de la Superintendencia de Servicios Públicos, pues, al parecer, se habría convertido en una piedra en el zapato por la supervisión que él venía realizando a los contratos en los que Electricaribe le cedió operaciones a Air-e y a Afinia. “Eso lo conoce el país”, le ratificó Quiroga a SEMANA. Sarabia, según el propio exsuperintendente, fue insistente en pedirle la carta de renuncia. Uno de los grandes interrogantes en este escenario es por qué la superintendencia, en ese momento, no multó ni a Air-e ni a Afinia, si la supervisión era tan estricta. Antes de renunciar Quiroga, también hubo una controversia por unas fotografías en las que aparecía Carlos Diago, el interventor de Air-e, nombrado por el entonces superintendente, con el alcalde de Barranquilla, Álex Char. Esa imagen le habría caído mal a Petro dada su pelea con esa familia.

La molestia de Petro
La relación Pava-Ríos-Sarabia habría incomodado a Petro, según funcionarios cercanos a él. Pava ha dicho que siempre informó al presidente de su cercanía profesional con el empresario.
En todo caso, el mandatario tomó distancia de Pava a finales del año pasado y lo apartó de su defensa ante la Comisión de Acusación de la Cámara. Sin embargo, el abogado publicó otra versión en diciembre de ese año e informó que su trabajo como defensor de Petro, realmente, había concluido en lo penal.
“Ha sido a todas luces una experiencia profesional muy gratificante”, dijo. Para él, la investigación contra Petro en la Comisión por la presunta financiación irregular de la campaña presidencial se volvió un “asunto político” y no podía interferir. En febrero de 2025, Pava fue nombrado conjuez de la Corte Suprema de Justicia.
En esa confrontación, esta semana Benedetti asestó un duro golpe. En su cuenta en X se preguntó: “¿Qué tienen en común Laura Sarabia, Mauricio Pava, Daniela Andrade, el Fomag, la Fiduprevisora y Luis Alfredo Quesada, Óscar Ibáñez, Sergio Ramírez Corredor, Ibáñez Abogados SAS, Conlegales, Taxa Consultores SAS? Ya hay respuesta de la investigación”, escribió. SEMANA contactó a Benedetti para profundizar en ese mensaje y solo respondió: “No hablaré de ese tema”.
No obstante, gente cercana al ministro del Interior le dijo a SEMANA que el arquitecto que estaría detrás de los ataques de Sarabia contra Benedetti sería Pava. Es decir, la exsecretaria del ministro y su exabogado de confianza estarían jugando en contra del funcionario más poderoso de la Casa de Nariño. “Me parece irrespetuoso que digan que una mujer tenga que ser influenciada por un hombre para tomar una decisión. El único hombre por el que puedo tomar una decisión se llama Alejandro Parra Sarabia, mi hijo”, le dijo Sarabia a este medio.
Sin embargo, Pava le respondió a Benedetti en las redes sociales: “Ministro, no sé qué tengan que ver las otras firmas, pero le refresco la memoria: en 2015, con la Fiscalía, metimos presos a una parte de corruptos del Fomag en Córdoba por más de 64.000 millones de pesos. ¿Le suena?”. Pava anexó una certificación de la Fiscalía y promete seguir respondiendo con pruebas, pues tiene claro que, por defender a Sarabia, la pelea con Benedetti no terminará y va para largo.
SEMANA le preguntó a Pava si tenía negocios o contratos con el Estado a través de la canciller, y lo negó. “Esa es una especulación, un rumor. ¿Dónde?, ¿cuándo?, ¿con quién?”, dijo. Este medio también le preguntó a Sarabia por esa misma versión. Su respuesta fue casi idéntica a la de Pava: “¿Qué?, ¿cómo?, ¿cuándo? y ¿dónde?”.

Pava también negó que Sarabia hubiera intentado incluir su nombre en la terna para la Defensoría del Pueblo. Según explicó, fue él mismo quien solicitó directamente a Petro no considerar su candidatura, argumentando que prefería no distraerse de sus responsabilidades como abogado.
El rol de Angie Rodríguez
La pelea entre Benedetti y Sarabia está para alquilar balcón. Es silenciosa, bajo la mesa, con jugadas estratégicas de un lado y del otro, y ninguno pone la cara, salvo en ocasiones como las que se han visto recientemente en redes sociales. Benedetti es un viejo zorro de la política y sabe que todo este ruido le hace daño a Petro.
Sarabia ha sido directa, se ha dirigido a la Fiscalía para desafiar a Benedetti, ha hablado de violencia política en su contra ante Estados Unidos y ha mostrado carpetas con supuestas pruebas contra quien fue su jefe y mentor en la política y en el Congreso. Sin embargo, ella le dijo a SEMANA que no tiene “guerra con nadie” y que separa los temas legales de los profesionales.
La canciller se alió en esta pelea con Pava, y Armando Benedetti, con Angie Rodríguez, la directora del Dapre, una mujer espiritual, seguidora de Dios, quien no esconde que proviene de un hogar humilde, con trayectoria pública y hoy le habla al oído a Petro.
En la Casa de Nariño la describen como el “reemplazo de Sarabia” y la llaman “la mujer más poderosa del Palacio”. Llegó al cargo porque fue asesora del ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, y trabajó con Clara López, la senadora del Pacto Histórico.
Rodríguez, según dicen en la Casa de Nariño, se convirtió en una “pesadilla” para Laura Sarabia, pues tan pronto llegó al cargo barrió con la mayoría de personas que creía cercanas a la canciller.
“Cada persona llega con su equipo de confianza y son cargos de libre nombramiento y remoción. Es lo lógico en cualquier parte”, le dijo Rodríguez a SEMANA. José Alexis Mahecha Acosta, recién designado director administrativo y financiero del Dapre, retiró de la entidad a 32 personas, incluyendo asesores, profesionales y secretarios, entre el pasado 10 de marzo y el 23 de abril.
Rodríguez trabaja de la mano con Benedetti y lo reconoce públicamente. “Él es el ministro del Interior, pero sigue siendo jefe de despacho presidencial. Yo tengo que trabajar con él de manera coordinada, articulada, y ha sido un trabajo maravilloso en el marco del respeto y colegaje. He aprendido a conocer su otra faceta, es un gran ser humano”, dijo Rodríguez en diálogo con este medio.
Ella asegura que no tiene nada que ver con la pelea entre Benedetti y Sarabia, pero terminó involucrada porque trabaja al lado del ministro del Interior, y en la Cancillería la perciben como si hubiera tomado partido a su favor. “Han ventilado que odio a Angie Rodríguez; no la odio”, aseguró Sarabia.

Estar en medio de esta disputa le ha generado más de un lío a Rodríguez. Ya fue denunciada por fraude procesal, y falsedad ideológica y/o material en documento público porque autorizó la firma de un decreto de Petro en el que delegó a Benedetti con funciones presidenciales en su viaje a China, pese a que él no forma parte del partido político del jefe de Estado, como lo ordena la ley. En la Casa de Nariño no descartan que detrás de esta acción judicial esté la misma Sarabia.
Sarabia y Rodríguez han hablado sobre los roces en el Gobierno, según estableció SEMANA. “No me tomo nada personal. Eso se lo he manifestado a la señora canciller, yo soy muy profesional. No tengo ningún interés personal en estar en este cargo; no estoy pensando en cosas que van más allá de mis funciones. Me formé para ser administradora pública; además, yo no estoy aspirando a ningún cargo de elección popular”, dijo Rodríguez.
Por su parte, Sarabia manifestó: “Es una relación profesional, he respetado su posición. El presidente tomó la decisión de que ella fuera la persona más cercana en este momento, y yo, como todas sus decisiones, la respeto”.
Los misiles
Benedetti y Sarabia se siguen disparando misiles, casi uno por semana. El pasado 2 de mayo, la Procuraduría recibió una queja disciplinaria contra Sarabia, pues, al parecer, incurrió en una falta gravísima, ya que utilizó el atril y otros recursos de la Cancillería para referirse a la disputa judicial que tiene con el ministro del Interior.
Por su parte, Benedetti cree que quien está detrás de la filtración de audios en su contra y demandas ante la Justicia es su “exsecretaria”, como ahora la llama. La semana pasada, el columnista Yohir Akerman reveló unas grabaciones en las que Benedetti se mostraba preocupado por la posibilidad de que Elsy Mireya Pinzón, su ex secretaria privada, se acogiera a un principio de oportunidad en medio de la investigación que lo compromete por presunta corrupción en el Fonade en su época de congresista.
Benedetti, quien se escucha hablando del pago de dineros en los audios, explicó que son grabaciones sacadas de contexto, y en su círculo más cercano señalan que Pava estaría detrás de la filtración. El ministro le dijo esta semana a La W que Pava le presentó en 2022 a Akerman y lo identificó como un aliado.
Otra grabación, en la que se escucha a Benedetti hablar con Sarabia sobre su nombramiento en el Gobierno y dice que sus procesos están controlados en la Justicia, al parecer, la habría filtrado la canciller, según le dijeron a SEMANA fuentes cercanas al ministro del Interior.
El audio estalló a la luz pública en abril de 2025, un día después de que la exembajadora Ángela Benedetti, hermana del ministro del Interior, denunciara en sus redes sociales lo que llamó el “roscograma” de supuesta corrupción, en el que aparece Sarabia involucrada con diferentes entidades del Estado.
En la Cancillería no tienen dudas de que Ángela Benedetti ataca a la hoy funcionaria del Gobierno Petro por petición de su hermano. “Yo soy una mujer independiente y capaz. Mi hermano no me dicta lo que escribo en mis redes sociales”, le señaló Ángela a SEMANA.
Laura Sarabia está borrada de la Casa de Nariño. No la llaman con frecuencia, no la consultan y acude al palacio presidencial exclusivamente cuando la convoca Petro, con quien se escribe vía Line. La relación entre ella y el presidente es fría y no es cercana como antes. Personas allegadas a la canciller dicen que detrás de ese enfriamiento estuvo la mano de Benedetti.

En la más reciente edición del periódico Vida, que financia la Presidencia, Sarabia no apareció en las fotografías del viaje a China con Gustavo Petro. El diario dedicó seis de sus 27 páginas a hablar sobre la visita diplomática al país asiático, y la canciller no apareció referenciada por ningún lado. Además del presidente, se publicaron fotografías del ministro de Minas, Edwin Palma, y del de Educación, Daniel Rojas. “Les tienen prohibido a los periodistas de Palacio tomar o registrar temas de la canciller”, confirmó una fuente del Gobierno.
El viaje de Petro a China demostró ese distanciamiento con Sarabia. El presidente desautorizó a su canciller y le pidió a la directora del Dapre, Angie Rodríguez, que estuviera al frente del documento oficial que se suscribió en ese país. “Él me lo delegó directamente, me lo manifestó, y acato sus instrucciones”, confirmó la directora del Dapre.
En medio del viaje a Asia se filtró un chat del gabinete que desnudaba la molestia del presidente con Sarabia: “Desde Cancillería habían cambiado el documento sin autorización del presidente, pero logramos a último momento volver al original que siempre trabajamos. Alegra porque, aunque desesperados, no pasarán”, escribió en ese chat la directora del Dapre, Angie Rodríguez. Algunos de los integrantes del gabinete celebraron esa arremetida contra Sarabia.
Varios ministros tienen bloqueada a la canciller y en China no la convocaron para las fotografías oficiales. Allí, las agendas de Sarabia y Petro fueron distintas, algo inusual cuando un presidente y un canciller, independientemente del Gobierno, viajan al extranjero.

Ella, por ejemplo, se reunió primero con delegados de la firma Huawei, y luego hizo lo propio, por aparte, el presidente Petro. En una conferencia de prensa, donde Petro habló del hundimiento de la consulta popular, Sarabia no estuvo al lado del jefe de Estado.
En ese momento, mientras Petro hablaba, Sarabia viajaba por su cuenta desde Beijing a Shanghái en un tren bala Gaotie, a 350 kilómetros por hora. Petro llegó a Shanghái en el avión presidencial.
SEMANA conoció que inicialmente el jefe de Estado contempló viajar en tren a Shanghái, pero lo hizo en avión y ya no había cupo para otras personas por la presencia de agentes de la seguridad china en la aeronave.
“Sarabia nunca estuvo montada en el avión”, dijo una fuente de la Cancillería, quien desmintió la teoría que apuntó a que habían bajado a la canciller del avión presidencial. “Colombia no debería estar hablando si me bajaron o no de un avión, sino de la guerra en el Catatumbo, entre otros temas”, afirmó Sarabia.
En el vuelo Roma-Bogotá, Laura Sarabia viajó en la silla ubicada al lado de Petro. Ambos visitaron al papa León XIV en el Vaticano. Es decir, la relación entre ambos se ha enfriado, pero no está totalmente rota.

“Mi relación con el presidente no cambia porque no esté en la oficina del lado o me siente a cinco puestos de él en el consejo de ministros. Si el presidente quiere hablar conmigo, lo hace y yo igual”, dijo.
SEMANA conoció que Petro se tomó una foto con Sarabia en Italia y, tras abrazarla, le dijo sonriendo: “Van a preguntar por qué estoy abrazando a Laura si estábamos peleando”. La embajadora de Colombia en Italia, Ligia Margarita Quessep, también apareció en la imagen.
En China, junto a Dilma Rousseff, expresidenta de Brasil, Sarabia le mostró a Petro una bandera en la que él estaba sonriendo. El mandatario le respondió: “Ya no me río tanto como antes”. Y la abrazó. “No se pueden perder esas buenas costumbres”, le respondió la canciller.
Petro no es ajeno a la disputa de Sarabia con Benedetti, pero no parece tener el poder para controlarlos y pedirles que frenen la confrontación. A juicio de varios sectores políticos, al presidente le ha faltado liderazgo para ponerle fin a este novelón, que no habría ocurrido con Álvaro Uribe o Juan Manuel Santos, cuando hubo muchas disputas internas entre ministros, pero nunca saltaron al escenario público.
“Petro sabía lo que iba a ocurrir desde noviembre de 2024 cuando sentó a Armando Benedetti y Laura Sarabia. Es como si hubiera dicho: ‘Tengo estos dos alacranes y los voy a meter en esta caja para que se maten entre ellos’”, le dijo un alto funcionario del Gobierno a este medio.
Sarabia le aseguró a SEMANA que no tiene problema en tomarse un café con Benedetti, y él también ha enviado señales de paz en los últimos días. “Yo he tomado muchos cafés con Armando Benedetti. En este momento, ¿por qué no? Si me toca trabajar con el ministro del Interior para el tema de la certificación de Estados Unidos, voy a trabajar. Yo no estoy en guerra con Armando Benedetti. Lo legal y lo demás es algo de lo que se encargan mis abogados”, dijo la canciller.
Y aclaró: “En la paz no solo se necesitan discursos. La voluntad debe ir con ellos. La paz no es solo discurso, también se necesitan los hechos”.
Si Benedetti y Sarabia siguen en la guerra que libran, lo más probable es que la predicción que hizo Gustavo Bolívar en una reciente entrevista con SEMANA se cumpla: “Van a desaparecer juntos. Se van a reventar en sus denuncias y se van a autodestruir. Al fin y al cabo, Benedetti tiene cosas de Laura como ella de él”.