Política
Otro exministro petrista buscará la Presidencia de Colombia. El anuncio lo hizo presentando su polémica gestión
Mauricio Lizcano también se metió en la carrera presidencial aunque intentando desmarcarse de Gustavo Petro.

El paso de Luis Gilberto Murillo por el Gobierno del presidente Gustavo Petro fue bastante polémico. Cuando fue nombrado como embajador de Colombia en Washington, el pasado 12 de julio de 2022, su nombre fue bien recibido porque venía de ser candidato vicepresidencial de Sergio Fajardo en la primera vuelta presidencial y la visión era la de un hombre de centro que le aportaría al progresismo.
Su trabajo diplomático fue importante, pero su sueño de ser ministro de Relaciones Exteriores podría ser una de sus peores experiencias políticas. Murillo fue designado en mayo de 2024 para reemplazar a Álvaro Leyva y desde allí su carrera se puso en entredicho por las débiles posturas ante el régimen de Venezuela y el lío de los pasaportes que aún no se ha solucionado.
En total fueron ocho meses llenos de polémicas y convulsiones los que Murillo soportó en la Cancillería. Aunque fue un corto periodo en el cargo, la realidad política es que dejó muchas deudas en su gestión y mostró complacencia con el chavismo y las políticas del Gobierno Petro.

Murillo siempre fue ambiguo frente al reconocimiento o no de Nicolás Maduro tras el fraude electoral en Venezuela y poco o nada dijo frente a la violación de derechos humanos en ese país.
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Frente al tema de los pasaportes, el excanciller dejó a Colombia metido en un lío porque, siguiendo instrucciones de la Casa de Nariño, ideó una fórmula para que la producción esté a cargo de la Imprenta Nacional, entidad que no tendría la capacidad ni experiencia para elaborar el documento, sobre todo, por factores de seguridad.
En materia diplomática, también tuvo varias polémicas al no cumplir con el nombramiento de embajadores de carrera, pero sí designó a polémicos personajes como Daniel Mendoza Leal como embajador en Tailandia. Ese tema se cayó por la presión mediática y finalmente el entonces canciller salió a decir que era “inviable”. Sebastián Guanumen fue otro de los polémicos nombramientos, en este caso en la embajada en Chile.
No soy el candidato de ningún político. Pero soy consciente de que nuestro país necesita y merece un candidato de la gente y diferente.
— Luis Gilberto Murillo (@LuisGMurillo) May 22, 2025
Hace un año asumí el mayor honor de mi vida: ser Canciller de Colombia. Hoy, un año después, reafirmo mi compromiso con lo que verdaderamente… pic.twitter.com/stxgJSChPR
A pesar de la evidente cercanía con el Gobierno Petro y su polémico paso por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Murillo anunció en sus redes sociales que será candidato presidencial, eso sí, intentando desmarcarse del Gobierno Petro. “No soy el candidato de ningún político. Pero soy consciente de que nuestro país necesita y merece un candidato de la gente y diferente”.

Aunque las polémicas en la Cancillería están documentadas, Murillo presenta su aspiración presidencial con base en el trabajo hecho en esa cartera.
“Hace un año asumí el mayor honor de mi vida: ser Canciller de Colombia. Hoy, un año después, reafirmo mi compromiso con lo que verdaderamente importa: servir a nuestro pueblo, unir al país y construir una nueva Colombia desde el territorio”, dice.

Por eso, asegura, llegó la “hora de escribir una nueva página de la historia de Colombia. Una historia con alma. Y de todos”.
Murillo es la muestra perfecta de cómo una perspectiva ideológica puede cambiar rápidamente. El excanciller fue más un activista que la cabeza del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia.
Del Murillo de centro no queda nada, ahora está la imagen del Murillo de extrema izquierda que siempre estuvo de acuerdo con Petro en todo. Su apuesta de consolidarse como una figura del petrismo le salió mal y ahora jugará por desmarcarse para mantenerse en el sonajero presidencial, aunque todos sus errores podrían generar que su carrera política llegue a su final.