Política
“Petro, mande militares al Huila, no a Gaza”: Salud Hernández-Mora recorrió La Plata, donde las FARC preparan nuevas asonadas
La periodista colombo-española recorrió la zona donde hombres armados, al servicio de Iván Mordisco, pretenden atemorizar a los pobladores.
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Desde La Plata, Huila, donde quieren más Fuerza Pública para frenar el crecimiento de las FARC, que está adquiriendo un enorme poder en la zona rural, resulta incomprensible que el presidente Gustavo Petro pida voluntarios de Policía y el Ejército para luchar en Gaza.
En agosto de 2025, los campesinos se vieron obligados a protagonizar una asonada contra el Ejército en el corregimiento de Belén, un caserío ubicado a dos horas de La Plata, obligados por la guerrilla de Iván Mordisco.
En el municipio no hay cultivos de coca ni marihuana, es un gran cultivador de café y despensa agrícola, y sus gentes no tienen conexión alguna con la banda criminal, pero están bajo su yugo.

Para las FARC, el municipio, lindante con el Cauca —uno de los principales bastiones de Iván Mordisco—, es importante por su posición geográfica, porque lo utilizan como un corredor de movilidad que comunica varios departamentos.
Y por la vía que recorrió Salud Hernández-Mora se moviliza muchísima de la marihuana que producen en el norte caucano, en dirección al Putumayo y al interior del país.

Ante la falta de Ejército y Policía en al área rural, cada día dicho grupo armado tiene más poder e impone nuevas normas.
A diferencia de otros lugares, en Belén, Villalosada, Gallego, entre otros corregimientos y veredas de La Plata, las FARC visten de civil, van en pequeños grupos y siempre con arma corta.
En la cabecera municipal, todos los negocios pagan vacuna o extorsiones, algunas millonarias, y no olvidan la moto bomba del Jueves Santo pasado, que estalló junto a la estación de Policía y a pocos pasos del parque principal.
La Plata jamás había sufrido un atentado de ese tipo. La explosión mató a los hermanos Sergio Esteban, de 17 años, y Luisa Fernanda, de 20.

La escena fue trágica. Sacudió la estación de Policía del caserío y decenas de feligreses que salían de la eucaristía en la iglesia principal del pueblo se vieron afectados.
Los pobladores cuentan con nostalgia que su pueblo era un paraíso. Y aún están a tiempo de recuperarlo, pero necesitan que el Ejército y la Policía recobren el control y les devuelvan la tranquilidad perdida.
Hoy, en La Plata, Huila, se respira una calma ‘chicha’. Hay Ejército, Policía, pero no es suficiente porque el municipio tiene arterias que comunican con el Cauca y por donde las FARC se mueven como pez en el agua.
Entre ellos, el cruce que conduce a Itaibe, un lugar que se ha convertido en un sitio estratégico para que la guerrilla robe vehículos y los interne en las profundidades del Cauca.
Allí ocurrió el ataque contra el congresista de Cambio Radical por el Huila, Julio César Triana, cuya camioneta blindada de la Unidad Nacional de Protección fue baleada por hombres armados.
Triana dijo que fue un ataque en su contra por parte de las FARC, mientras que Gustavo Petro le bajó a la espuma y aseguró que el parlamentario cayó en un retén de hombres armados. Ambos hechos son preocupantes.