Política

Petro trinó con apartes en lengua indígena: ‘Nu pirau’ como el Estado y mencionó el ‘namtrik’, ¿qué quiso decir el presidente?

El presidente realizó una particular reflexión en sus redes sociales.

15 de julio de 2025, 2:26 p. m.
Gustavo Petro arremetió contra los dueños de Sanitas: “Keralty ha sido, inconstitucionalmente, un comprador de la política”.
Presidente Gustavo Petro. | Foto: Presidencia

Pese a que, de manera sorpresiva, el presidente Gustavo Petro canceló dos eventos clave que tenía programados para el lunes de esta semana, el mandatario ha publicado varios trinos en su cuenta personal de X.

Uno de los mensajes llamó la atención, pues el mandatario realizó una llamativa reflexión en donde escribió apartes en una lengua indígena, hablando del Estado como nu pirau y mencionó el namtrik.

“Este es el discurso de Barbara Muelaa, de más de 80 años para onhresar a la academia Colombia a de la lengua. Miren el espectácumo del diacurso y la filosofía dialéctica indígena sin que se gibiera leido aLao Tse, Heráclito o Hegel. Una sabiduría hermosa y ancestral del conquistado que se libera integralmente. De emancipación colombiana y ancestral”(sic), inició el enredado trino.

Además, afirmó: “El namtrik y el español. Discurso de Bárbara Muelas, la primera mujer indígena en entrar a la Academia Colombiana de la Lengua.

El mandatario publicó todo el discurso de Muelas que dice así:

La paz total ha sido una de las principales banderas del presidente Gustavo Petro, la cual pidió priorizar en todo el Gobierno.
Gustavo Petro | Foto: Presidencia

Honorables académicos, distinguida doctora Cecilia Balcázar de Bucher, queridos asistentes, recibo este nombramiento con profunda gratitud, humildad y alegría. Hoy no solo se abre una puerta para mí, Bárbara Muelas Hurtado, sino que también se abre una ventana a través de la cual mi pueblo misak y muchos otros pueblos indígenas podrán mirar y ser mirados, escuchados y comprendidos”, dice la publicación.

Sumado a ello, manifestó en esa plataforma digital: “Nací en ɵskɵwampik, en Silvia, Cauca, hace ya casi ochenta años. Crecí inmersa en una cosmovisión donde el mundo no es simplemente algo externo a nosotros, sino una red compleja de relaciones en la que cada palabra tiene vida propia.

Para los misak, nombrar es un acto íntimo con la naturaleza que implica gran responsabilidad y conciencia, pues al nombrar no solo describimos el mundo, sino que lo creamos, lo sostenemos y lo comprometemos con nuestro propio destino.

Sin embargo, este camino hacia la palabra no siempre fue sencillo para mí“.

En mi familia crecimos en un entorno marcado profundamente por una tradición en la cual el silencio era especialmente valorado, sobre todo en las mujeres. Mi padre, un hombre querido y respetado por nosotros, solía decirme con firmeza: “Bárbara, una mujer no debe hablar mucho, no debe hacerse notar”.

“Aquellas palabras quedaron grabadas profundamente en mí, y por mucho tiempo condicionaron mi manera de expresarme y relacionarme con el mundo. Sin embargo, con los años aprendí a transformar ese silencio impuesto en una herramienta poderosa de reflexión, observación y paciencia. Poco a poco, el silencio inicial se convirtió en escucha atenta, sensible, y finalmente, en una voz madura y clara que comprendió que hablar conlleva una responsabilidad enorme, porque detrás de cada palabra pronunciada, había un largo proceso de reflexión silenciosa”.

Con esta voz recuperada y consciente asumí responsabilidades en mi comunidad, llegando a ser miembro permanente del Consejo de Mayores de Guambía y, posteriormente, primera vicegobernadora de mi cabildo en el año 2005.

“En cada una de estas funciones, comprendí que hablar no solo era expresar mis ideas, sino representar las voces silenciadas durante generaciones enteras, especialmente las voces femeninas que habían aprendido a callar para sobrevivir.

Quizás una de las experiencias que más ha marcado mi vida personal y profesional fue cuando, en 1992, fui convocada junto con representantes de otros siete pueblos indígenas para ayudar a traducir los apartes de la Constitución Política de Colombia al namtrik, nuestra lengua materna. Aquel ejercicio no fue simplemente trasladar palabras; fue un desafío que nos llevó a construir conceptos completamente nuevos en nuestra lengua.

 “Recuerdo especialmente las largas discusiones que sostuvimos alrededor de cómo traducir el término “Estado”, un concepto inexistente en nuestro imaginario. Finalmente, decidimos utilizar ‘Nu pirau’, que puede traducirse como ‘territorio mayor’. Este término, lejos de la frialdad y jerarquía propias del concepto occidental, expresó una idea cálida y colectiva, de responsabilidad y armonía comunitaria.

“Cada palabra traducida fue un proceso de profunda reflexión y consenso comunitario. Este ejercicio de traducción no solo marcó mi vida profesional, sino que también abrió en mí un interés genuino por profundizar en mis estudios lingüísticos, lo que me llevó a obtener una maestría en Lingüística y Español en la Universidad del Valle. Allí comprendí mejor el valor profundo que tiene la educación intercultural bilingüe.

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