Bogotá
Secretaria de la Mujer de Bogotá, Laura Tami, habla con SEMANA: “Los feminicidios no son delitos inesperados”
“Este año hemos identificado 4 homicidios en la ciudad: uno en Ciudad Bolívar y otro en San Cristóbal. En Bosa y Kennedy, uno en cada una. Respecto del año pasado, fueron 23 feminicidios tipificados por la Fiscalía General y, en 2023, fueron 25 feminicidios”, reporta la funcionaria.


SEMANA: ¿Cómo va el balance de atención a mujeres en riesgo de feminicidio o acoso en Bogotá durante este año?
LAURA TAMI: Lo primero que hay que decir es que necesitamos seguir hablando de la prevención de violencias. En lo corrido de este año llevamos 10.000 atenciones en la secretaría y casi el 80 % de todo lo que hacemos está dirigido a atenciones por violencias contra la mujer y por eso creemos que hay que seguir insistiendo en el tema.

SEMANA: ¿Cuáles son los equipamientos con los que cuenta la secretaría para lograr la protección efectiva de las mujeres?
L.T.: Esta secretaría está comprometida con la prevención, atención y con la sanción de todos los temas de violencia contra la mujer. En el punto de prevención nos interesa dar a conocer la ruta única de atención a mujeres víctimas de violencia y en riesgo de feminicidio. Es importante que, si alguna mujer es víctima de alguna de estas conductas, pueda levantar la mano y acudir a las entidades competentes.
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En esta ruta hay varias entidades: la Secretaría de la Mujer está en orientación e información. Nos pueden llamar al 123, donde la Secretaría de la Mujer tiene la Línea Mujer, y si la vida está en riesgo, ahí las podemos atender de emergencia con una móvil. Ahora, si es un tema de escucha y requieren intervención de una psicóloga o una trabajadora social, entonces pueden llamar a la línea púrpura. Tenemos 25 manzanas del cuidado, donde hay duplas psicojurídicas que están listas para atenderlas. También tenemos una Casa de Igualdad y Oportunidad en cada localidad de la ciudad.
SEMANA: ¿Cuántos feminicidios se han registrado en Bogotá en lo que va de este año?
L.T.: Este año hemos identificado 4 homicidios en la ciudad: uno en Ciudad Bolívar y otro en San Cristóbal. En Bosa y Kennedy, uno en cada una. Respecto del año pasado, fueron 23 feminicidios tipificados por la Fiscalía General de la Nación y, en 2023, fueron 25 feminicidios. Estas cifras nos comprometen a seguir trabajando en prevención y, además, en el sistema de alertas tempranas con el que le hacemos seguimiento y monitoreo a las mujeres que están en riesgo de feminicidio que reporta Medicina Legal.

El año pasado tuvimos una cantidad importante de atenciones en punto de violencia contra las mujeres y, de la que más reportes tuvimos, fue de la violencia psicológica. Esto es clave decirlo, porque los feminicidios no son delitos inesperados, sino que vienen precedidos de unas violencias, principalmente, en entornos familiares que hay que aprender a identificar para tomar las acciones oportunas.
SEMANA: La violencia intrafamiliar aporta casi el 95 % de los casos de agresión a las mujeres y, de paso, es el delito que más ha crecido este año, alcanzando un 47 % de aumento. ¿Cuál es la estrategia de la secretaría para intervenir estos escenarios violentos?
L.T.: La violencia intrafamiliar el año pasado aumentó en un 28 % frente a 2023 y este es un delito de alto impacto que, para que el porcentaje se mueva, debieron ser muchos casos los que debimos afrontar como administración en los puntos de denuncia. Los servicios de la Secretaría de la Mujer están diseñados para toda clase de violencias y, entre esas, está la violencia intrafamiliar. En este momento tenemos 2.500 casos que estamos representando con la estrategia de justicia de género y, dentro de esos, la mayoría es de víctimas mujeres.
SEMANA: La violencia contra la mujer también hay que sacarla del ámbito doméstico y ponerla en contexto de ciudad, de espacio público, del sistema de transporte masivo. ¿Cómo se está equipando Bogotá para hacer que las mujeres caminen seguras?
L.T.: Tenemos la estrategia Mujer, con la que hemos venido trabajando en TransMilenio en temas de prevención y la creación del código TM26, que estamos potenciando desde el año pasado. Ese código lo que hace es que, si una mujer se siente víctima de violencia en el bus de TransMilenio, se puede dirigir al conductor, contarle lo que sucedió y él activa el código. Hemos capacitado a cerca de 3.000 conductores en TransMilenio, que ahora están en la capacidad de activar la ruta para saber si se envía a la policía o si contacta con nuestro punto en la Secretaría de la Mujer.
También tenemos las duplas psicojurídicas, que están compuestas por una abogada y una psicóloga, y con las que hemos atendido todos los casos de TransMilenio. Nos hemos dado cuenta desde los 12 talleres TransMiLabs con enfoque de género que hemos realizado con las usuarias que son violencias muy normalizadas y que los hombres no tienen identificados cuándo están siendo violentos en estos espacios. Además de esto, también vimos que estas violencias no están siendo rechazadas por terceros tampoco.

SEMANA: Y en las obras y el espacio público…
L.T.: Bogotá hace parte de la red feminista internacional ‘Change’ con una participación importante y les hemos pedido que, de otras ciudades que ya están más avanzadas en este tema, puedan venir a hacernos recomendaciones. Vino una firma londinense especializada en diseño público y estuvo visitando Bogotá por una semana y trajo recomendaciones para saber cómo tener un sistema mucho más seguro para las mujeres. Esas recomendaciones llegana principios de abril.
SEMANA: Usted pertenece a una administración que se ha trazado como meta que los bogotanos caminen seguros. ¿Usted, como secretaria de la Mujer, camina segura y cree que las bogotanas están caminando seguras?
L.T.: Yo creo que tenemos retos en seguridad, pero creo que venimos haciendo un gran trabajo por este tema, justamente porque uno de los legados del alcalde es que caminemos todos y todas seguros. El compromiso de esta entidad es que las mujeres vivamos una vida libre de violencias. El 56 por ciento de nuestro presupuesto está para los equipos de atención de violencias, o sea, estamos encaminando todos nuestros esfuerzos a que no sea solo una sensación, sino para poder decir que vivimos en una ciudad un poco más juntos. Esto tiene que ver con estereotipos, con pensamientos machistas y con apropiaciones distintas que hacemos las mujeres del espacio público que requieren una transformación muy a largo plazo. Eso no quiere decir que vamos a desistir en el trabajo de seguir creando canales. En eso estamos, no es sencillo, pero todo el trabajo está puesto para lograr eso.

SEMANA:¿Pero podemos decir que las mujeres sí están caminando seguras en Bogotá o no?
L.T.: Yo creo que podemos decir que las mujeres en este momento tienen mecanismos concretos, que estamos trabajando en tener cada vez más líneas de atención e, incluso, en tener una transformación cultural que nos implique algún día tener una sociedad que no se mire de manera diferencial entre hombres y mujeres. En eso estamos trabajando y la intención es, al final de este periodo, sí podamos tener una sensación todas de que sí podemos caminar seguras.
SEMANA: Hay una preocupación latente en el Concejo por el incremento en las cifras de casos, pero también por el crecimiento de la contratación que no se ve representada en mejores resultados…
L.T.: Las cifras y los análisis en estos temas pueden tener muchos puntos de vista. Si yo hago una insistente difusión de ruta, lo que tiene que pasar es que haya una mayor denuncia porque la violencia intrafamiliar hace mucho dejó de ser privada, que es pública y que nos interesa a todos. Entonces, cuando nos dicen que aumentaron las denuncias, yo en lo que pienso es en que también aumentó la posibilidad de determinar qué tan grande es el fenómeno. Las mujeres están accediendo a denunciar y, aunque de ninguna manera está bien que las mujeres pasemos por eso, sí nos permite identificar. Por ejemplo, el aumento de las mujeres en riesgo de feminicidio en Medicina Legal también significa que las mujeres aumentaron la ruta.
SEMANA: Una de las críticas de las mujeres en Bogotá es que los procesos de denuncia son engorrosos, que es como un “pimponeo” entre entidades…
L.T.: Yo no creo que la Secretaría de la Mujer haga parte de ese ‘pimponeo’porque nosotras lo que hacemos es estar en puntos de atención que le corresponden a otras entidades para garantizar que no se dé ese traslado de las mujeres por todas partes y que, además, viene acompañado de una revictimización que en nada beneficia a la denuncia. Nosotras lo que hacemos es capacitar a todas las entidades estatales para transversalizar el enfoque y dejar la capacidad instalada en cada entidad, porque nosotras no podemos ser responsables de toda la ruta; por ejemplo, hemos capacitado al sector salud, a la Fiscalía y a la Policía; pero como sabemos que eso de aprender el enfoque puede tardar, estamos presentes en ciertos puntos para apoyar el acceso a la justicia.

SEMANA: ¿Usted cree que Bogotá le ha fallado a las mujeres víctimas de feminicidio?
L.T.: Yo creo que a estas mujeres les fallamos todos como sociedad. Esto es un problema estructural de la sociedad y, por ejemplo, las mujeres que han sido víctimas este año no activaron las rutas por ningún lado, en ningún punto, y ahí tenemos que trabajar para poder saber hacia dónde vamos y poder identificar a esas mujeres vulnerables. Hay unos machismos estructurales que hacen pensar a los hombres que son dueños de nosotras, de nuestros cuerpos, y que también es algo que tenemos que evidenciar porque nosotras nos enfocamos en atender a las mujeres, pero los mayores agresores de nosotras son los hombres. Yo siento que cada feminicidio es una falla estructural y en eso todas y todos tenemos un compromiso muy grande porque nos están matando por ser mujeres.