Bogotá
SEMANA llegó al corazón de Lagos de Torca y la ampliación de la Boyacá en Bogotá. Contrario a lo dicho por Petro, no se afectará la reserva Van der Hammen
SEMANA visitó las hectáreas que la CAR aprobó sustraer de la reserva Thomas van der Hammen para ampliar la Boyacá. Pese a los temores, en el lugar hay muy poco de bosque natural y de conexión hídrica.
“Terrible. Con esto se acaba la reserva Thomas van der Hammen”. Esa fue la reacción airada del presidente Gustavo Petro, antes de finalizar 2023, cuando la CAR aprobó la licencia ambiental para la extensión de la avenida Boyacá entre las calles 183 y 235, con la construcción de 4,9 kilómetros de vía en zona rural de Suba.
Desde septiembre del año pasado, cuando la CAR anunció una audiencia pública, Petro se mostró reacio a que se le diera el visto bueno a la extensión de la Boyacá. De hecho, su postura desató un rifirrafe con la entonces alcaldesa Claudia López. Ella lo señaló de querer hacerle un “daño a Bogotá y a la región” que “perduraría en el tiempo”.
López le explicó a Petro que la prolongación de la Boyacá, “en vez de fragmentar, restaurará la conexión hídrica y ecosistémica entre los cerros orientales, la reserva y el río”. Pero no solo Petro estuvo radicalizado en su posición, también lo hizo la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, quien señaló de manera tajante que ampliar la avenida Boyacá –que no solo es una necesidad de Lagos de Torca, sino de toda la ciudad–, “es hacerle un daño irremediable a la Van der Hammen”.
Sin embargo, contrario a lo dicho por Petro y Muhamad, la realidad es diferente. En un recorrido que hizo SEMANA por el corazón del megaproyecto de Lagos de Torca, observó que la sustracción de 20,87 hectáreas para prolongar la Boyacá no afectará la Van der Hammen.
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Hoy, gran parte de esas hectáreas que se van a sustraer y que serían de gran utilidad para desembotellar el noroccidente de la capital no son más que un patio taller de maquinaria amarilla. Una zona con muy poca reserva natural y bosque.
En total serán tres tramos en los que se hará el recorte de la reserva Thomas van der Hammen. El primero será entre la avenida Guaymaral y la calle 121; el segundo entre la avenida 215 y la avenida El Polo, mientras que la tercera será sobre la calle 200.
“Nosotros tuvimos que meternos en la reserva por dos razones. La primera, porque teníamos que pasar por el cementerio La Inmaculada, y en esa zona en especial había tumbas, que son folios de matrícula independientes, lo que nos obligaba a negociar con miles de terrenos, y en muchos casos es imposible, entonces ahí nos tocó bajar un poco el trazado de la Boyacá y entrar a la reserva, pero pocos kilómetros más adelante el trazado vuelve y se incorpora al área del proyecto”, afirmó Alejandro Callejas, gerente de Lagos de Torca.
La segunda razón, de acuerdo con Callejas, de sustraer algunas hectáreas de la Van der Hammen, tiene que ver con no afectar ni el humedal La Conejera, ni el humedal de Torca Guaymaral.
“Esta vía no pasa realmente por ningún bosque, ni tampoco por ninguna zona que tenga hoy un activo ambiental real. Claro, pasa por la reserva Van der Hammen, pero nosotros tenemos que compensar más de 120 hectáreas, es decir, debemos comprar 120 hectáreas de la reserva, de las cuales hoy el 95,8 por ciento es privado, y reforestarla”, enfatizó Callejas.
En los próximos días se espera que la CAR deje en firme la licencia ambiental para la ampliación de la Boyacá. Ahora, hay un tramo de la ampliación de este corredor vial que iría hasta la avenida Polo, al cual ya se le abrió licitación para contratar las obras.
Conexión hídrica
Otro de los fuertes cuestionamientos que ha recibido Lagos de Torca por la ampliación de la avenida Boyacá es por la afectación que estas obras podrían causarle a la conectividad hídrica entre los cerros orientales y el río Bogotá.
Sabina Rodríguez, quien forma parte de la veeduría de la reserva, ha manifestado en varias ocasiones que a pesar de que son solo 20 hectáreas las que se van a sustraer, estas están ubicadas en un punto esencial y muy delicado del suelo.
La nieta de Thomas van der Hammen ha manifestado públicamente que la intervención que se busca hacer con la ampliación de la Boyacá hasta la avenida Guaymaral fragmentaría la reserva.
No obstante, estas obras, en vez de fragmentar la conectividad hídrica, por el contrario, como se lo advirtió la propia exalcaldesa López al presidente Petro, lo que van a lograr es una verdadera conexión entre los cerros orientales y el río Bogotá.
“La prolongación de la Boyacá, al igual que la ampliación de la autopista Norte, en vez de fragmentar, restaurará la conexión hídrica y ecosistémica entre los cerros orientales, la reserva y el río, como acertadamente propuso el científico Thomas van der Hammen”, decía López, quien en aquel entonces acusó al jefe de Estado de “sabotear” a Bogotá.
Y aunque el presidente Petro respondió en su momento que “quienes acaban las reservas forestales y los árboles sabotean la vida”, en el terreno lo que se ve es una realidad totalmente diferente.
“Los colectivos ambientales aseguran que la zona a intervenir es muy importante desde el punto de vista del agua, pero nosotros realizamos varios estudios para entender qué pasa con el agua en este lugar. Los sitios donde eventualmente pueden localizarse acuíferos quedan a 100 metros bajo tierra, pero resulta que la cimentación nuestra no supera los ocho metros”, indicó Callejas.
El gerente de Lagos de Torca puntualizó: “Por aquí también hay unos vallados, que es el agua superficial que va bajando de los cerros orientales, pero son vallados que son mínimos y que cualquier persona puede saltar de un lado a otro”.
“Lagos de Torca, por el contrario, tiene diseñadas ocho quebradas, es decir, ocho pasos de agua con pontones, de varios metros de ancho, que serían como especies de puentes para que el agua corra y además estamos incluyendo pasos de fauna”, precisó Callejas.
“Los ambientalistas y concejales de Bogotá dicen que vamos a afectar la conectividad de la reserva, pero no es así, lo que estamos es creando la conectividad entre los cerros orientales y la cuenca del río Bogotá”, enfatizó Callejas.
Inicio de obras
Lagos de Torca contempla la construcción de 36 kilómetros de nuevas vías como las avenidas Boyacá, Guaymaral, El Polo, Santa Bárbara y Laureano Gómez, entre otras.
SEMANA visitó parte de las obras que ya se están adelantando para la construcción de las avenidas El Polo y Santa Bárbara, las cuales, en algunos tramos, antes de finalizar 2024, podrían ser inauguradas por el alcalde Carlos Fernando Galán.
La inversión total del proyecto Lagos de Torca, en cuanto a equipamientos de ciudad y servicios públicos, se estima entre 3 y 5 billones de pesos.
A eso se suma la inversión de cada constructora para ejecutar cada uno de los 34 planes parciales allí aprobados, en donde se construirán 135.000 unidades de viviendas nuevas, de las cuales el 20 por ciento debe ser de interés prioritario (VIP) y otro 20 por ciento de interés social (VIS). Ya fueron vendidas y se están edificando las primeras 10.000 unidades.