REPORTAJE

SEMANA llegó hasta El Ubérrimo y recorrió las 143 hectáreas que Álvaro Uribe le venderá al Gobierno de Gustavo Petro. Esto fue lo que encontró

El expresidente Álvaro Uribe acompañó la visita y explicó sus motivos para la transacción.

 Francisco  Argüello

Francisco Argüello

Periodista Semana

15 de febrero de 2025, 4:17 a. m.
Álvaro Uribe acompañó a SEMANA en su recorrido por El Ubérrimo.
Álvaro Uribe acompañó a SEMANA en su recorrido por El Ubérrimo. | Foto: FOTOS: SEMANA.

Con una temperatura de 37 grados bajo sombra, un verano que arrecia y unos pastizales que se mantienen verdes, el expresidente Álvaro Uribe recibe a SEMANA en su hacienda El Ubérrimo, una tierra dedicada al ganado de ceba y producción de leche, de moda por estos días porque una parte de sus terrenos podrían, eventualmente, quedar en manos del Gobierno de Gustavo Petro.

El líder del Centro Democrático presentó una propuesta para vender 143 hectáreas y contribuir con la compra de tierras y la reforma agraria de Petro. La Agencia Nacional de Tierras (ANT) ha realizado varias visitas, tiene en su poder la propuesta del exmandatario, los certificados de libertad y tradición, los títulos y las pruebas de uso de suelo para confirmar la viabilidad y las propiedades de la tierra. El director, Juan Felipe Harman, confirmó que la negociación avanza bien.

“La agencia presentó una oferta formal por uno de los predios, El Porvenir, la cual fue aceptada por Agropecuaria El Ubérrimo. Las demás tierras se encuentran en estudio jurídico con el fin de garantizar las condiciones requeridas para la compra. Luego de la aceptación de la oferta se procede a escriturar, entregar y pagar el predio”, explicó Harman.

Un equipo de SEMANA llegó a El Ubérrimo. | Foto: esteban vega la-rotta-semana

No obstante, hay más dudas que certezas frente al futuro de la tierra después de que Uribe la entregue. Un equipo periodístico de SEMANA recorrió los terrenos donde, según el Gobierno Petro, vivirían 30 familias, pero cuyos beneficiarios se desconocen. Está ubicada entre Montería y San Carlos, Córdoba, a menos de 20 minutos del aeropuerto Los Garzones, una región rica en pasto, agua –pese al inclemente verano– y ganado brahman blanco, además de cruces con animales red sindhi, que se distribuyen en gran parte del país.

SEMANA recorrió las 143 hectáreas que el expresidente Álvaro Uribe le venderá al Gobierno Petro

Uribe aparece en su oficina para recibir a los periodistas: unas sillas plásticas bajo un frondoso árbol nativo, uno de sus sitios ideales, el lugar por donde han transitado compradores de bovinos, políticos, figuras influyentes y las comunidades del corregimiento El Sabanal, un caserío humilde, con viviendas a lado y lado de la carretera que, como gran parte de la Colombia profunda, tienen necesidades. Tras tomarse un café, el exmandatario, acompañado de un bastón con el que camina y apoya una de sus rodillas, y un sombrero que lo cubre del fuerte sol, recorre gran parte del ala central de su hacienda. Una hoja blanca en la que traza un mapa improvisado de El Ubérrimo le permite explicar con sus propias manos la ubicación del Porvenir Uno y Porvenir Dos, divididos por un canal de drenaje.

En El Ubérrimo le reconocen su labor. | Foto: esteban vega la-rotta-semana

Uribe, quien no se queda quieto un minuto, habla de la propuesta que el Gobierno tiene en su escritorio porque “todo es público”. Y deja claro que El Ubérrimo está compuesto por retazos de tierra que no están unidos. SEMANA confirmó que la propiedad, en algunos tramos, está separada por fincas de vecinos cuyos nombres recita el expresidente cuando los recorre en carro o en mula.

Uribe se refiere en su propuesta a 143 hectáreas (todas las propiedades de la familia tienen 1.600 hectáreas) de una zona conocida como Porvenir Uno y Porvenir Dos, que, según su iniciativa, tiene 192 potreros, seis compuertas (presas pequeñas) y 106 bebederos, todo con acueducto de agua construido en cemento y con un sistema de bombeo que le permite distribuir agua. El líquido proviene de dos pozos profundos a través de un sistema de acueducto interno que se reparte por gran parte de El Ubérrimo.

En esa porción de tierra pastan 450 vacas girolandas, que producen hasta 20 litros de leche al día (en El Ubérrimo se producen hasta 1.800 litros de leche diarios y 134 quedan en manos de los empleados), y ganado brahman de alta genética obtenido a través de un sistema de producción de embriones doble propósito. “Lo que ellos quieran comprar de ganado se los fío, que lo escojan, saquen lo bueno, lo mejor y lo evalúen. Y con el resto de animales tendré que buscar un terreno arrendado”, dice el expresidente, quien acudió en 2023 a las oficinas del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, en Montería, a plantear su propuesta de venta hasta por la mitad del valor sugerido por el Estado.

    El expresidente Uribe enseña en un mapa la ubicación de los predios Porvenir Uno y Dos, ubicados entre Montería y San Carlos.
El expresidente Uribe enseña en un mapa la ubicación de los predios Porvenir Uno y Dos, ubicados entre Montería y San Carlos. | Foto: esteban vega la-rotta-semana

Uribe –quien deja claro que su familia es desprendida de lo material y él no tiene afán de vender el predio, irreemplazable por sus características– empezó el recorrido con SEMANA por el Porvenir Dos, una propiedad de Agropecuaria El Ubérrimo, en cabeza de su hijo Jerónimo Uribe. Es un terreno rodeado de tortugas y monos aulladores que saltan entre los samanes, ceibas, matarratones, cultivos de palma amarga y unos árboles mágicos que, según el expresidente, caminan por su gran cantidad de raíces que parecen pies. Al predio, que produce maíz, árboles frutales y otros productos, se llega hasta cierto lugar por una placa huella construida en el Gobierno de Juan Manuel Santos.

Es una tierra plana, fértil, rodeada de árboles nativos y un cultivo enorme de pasto estrella africana mejorada, que resiste fuertes temporadas de verano, características en esta región del Sinú. Por instrucción de Uribe, hay pasto tanzania y mombasa que se reproduce bajo la sombra.

¿Qué pasará después de la venta? ¿Los campesinos sostendrán los predios? ¿El Gobierno los capacitará? Son algunas preguntas que quedan en el ambiente. Esa zona –vecina del Laguito II, 8 hectáreas que El Ubérrimo entregó a la Asociación de Campesinos del Caribe el 20 de febrero de 2024– ya la recorrió el director de la ANT, Felipe Harman, y le gustó. Si se llega a un acuerdo con el Gobierno, Uribe no solo entregará la tierra. Cederá dos campamentos (viviendas), energía solar (12 paneles) y convencional, corrales con piso y postes construidos con cemento, bretes para palpación y siembra de embriones bovinos, desembarque de ganado, canales internos de drenaje y compuertas para el manejo del agua. Además, dos ordeños mecánicos, cada uno con cuatro cubículos que funcionan simultáneamente.

   Álvaro Uribe recorrió El Ubérrimo y reiteró que con Gustavo Petro u otro presidente hubiera vendido parte de las tierras para beneficio de los campesinos.
Álvaro Uribe recorrió El Ubérrimo y reiteró que con Gustavo Petro u otro presidente hubiera vendido parte de las tierras para beneficio de los campesinos. | Foto: esteban vega la-rotta-semana

Como si fuera poco, proporcionará dos tanques de enfriamiento de leche. Los nuevos vecinos podrán disfrutar de una de las cuatro canchas de fútbol que él le entregó a la comunidad y que conoce el futbolista James Rodríguez. Un solo establo podría bordear los 700 millones de pesos.

SEMANA le preguntó a Uribe qué podría hacer la ANT en las 143 hectáreas. Él respondió que no es prudente la construcción de 30 viviendas, como lo plantea el Gobierno, porque hay zonas húmedas que en invierno se vuelven intransitables. “Mi recomendación es que no se dañen. Así como está el terreno es muy sostenible y lo pueden manejar los campesinos”, sugirió.

En El Ubérrimo estiman viables unidades productivas para cría de ganado de ceba y leche, tal como ocurre hoy.

 El expresidente Álvaro Uribe le mostró a SEMANA las hectáreas de tierra que el Estado evalúa comprarle.
El expresidente Álvaro Uribe le mostró a SEMANA las hectáreas de tierra que el Estado evalúa comprarle. | Foto: esteban vega la-rotta-semana

Uribe, por ejemplo, cree que no se puede destruir lo que él y su familia han construido durante años, que sin duda ha costado dinero y puede ser productivo para los nuevos propietarios: cercas eléctricas, bebederos y corrales, entre otros. Si se siembra maíz, tendrían que talar árboles y destruir el pasto tecnificado que se ha plantado.

“Las familias campesinas que reciban el predio se escogerán en el comité de reforma agraria. Deben cumplir los requisitos exigidos por la ley, es decir, no contar con otras propiedades rurales y no superar determinados montos de patrimonio. La agencia espera que los beneficiarios pertenezcan a una asociación de víctimas del conflicto, con participación de mujeres campesinas”, le dijo Harman a SEMANA.

En El Ubérrimo hay ganadería. | Foto: esteban vega la-rotta-semana

El expresidente luce preocupado cuando habla de la oferta que le hizo el Estado, porque la ANT promete pagar 120 millones de pesos por hectárea del Porvenir Dos, según el avalúo catastral, que se disparó en la región. A Uribe le parece exagerado el valor y dejó claro que no venderá si le pagan ese precio. Puso como condición que el Estado debe bajar el avalúo de los terrenos catastrales a sus vecinos de la región. “Le solicité al doctor Harman, en una de sus visitas a El Ubérrimo, reconsiderar los avalúos en la región para que quienes allí trabajamos podamos seguir en la ganadería”, explicó.

La disparada en los precios de los avalúos llevó a la familia Uribe Moreno a ofertar parte de la hacienda, que tiene más de 37 años de adquirida. Sobre el tema, Felipe Harman le respondió a SEMANA: “El avalúo catastral es competencia del Igac. La ANT realizó un avalúo independiente para determinar el valor comercial del predio, el cual fue aceptado por Agropecuaria El Ubérrimo”.

Siguiendo con el recorrido, a tiro de piedra, casi al lado, está ubicada Porvenir Uno, la otra tierra que ofreció Álvaro Uribe, pero la ANT no le ha informado cuánto está dispuesta a pagar porque la está estudiando. Estima que podría aumentar su valor, pues tiene más arborización que el Porvenir Dos. El problema no es el pago del impuesto, sino el impacto en el patrimonio.

Los potreros también están divididos por cerca eléctrica, ya que las vacas se rotan y el pasto rinde en verano. Los broches –contrario a lo que se piensa– son sencillos y permanecen sostenidos por troncos nativos. En algunos se observan los caballos de vaquería. Cada año, Uribe regala dos o tres equinos a la Iglesia católica en su pueblo. Mientras tanto, él prefiere montar una mula que se llama Jornalera.

El expresidente está negociando un terreno con el Gobierno. | Foto: esteban vega la-rotta-semana

Uribe, quien llegó al campamento Porvenir Uno tras más de hora y media de recorrido en carro y luego de impartir instrucciones a los mayordomos, revisar el ganado, las cercas eléctricas y detallar los árboles nativos en El Ubérrimo, dice que le daría rabia que el país interprete mal la venta de las 143 hectáreas para campesinos, pues esa tierra ha requerido centenares de horas de trabajo de su familia. Su intención es contribuir con la reforma agraria y lograr que se reduzca el avalúo catastral del Igac en esa región de Córdoba.

Sin embargo, hay sectores que estiman que él no debería venderlas al Gobierno. Temen que Petro, tan pronto compre la tierra, llegue a El Ubérrimo y se tome fotos con los beneficiarios, capitalizando políticamente el momento. El expresidente y su familia tienen certeza de que con Petro o cualquier otro presidente se hubiera vendido tierra para distribuirla entre campesinos.

En el campamento Porvenir Uno, Álvaro Uribe muestra sus carneros y un tanque gigante en cemento hasta donde sube el agua del pozo profundo y la reparte a todos los alrededores. También quedarán en manos de la ANT si se concreta la compra. Uribe –el líder político serio, que frunce las cejas cada vez que desnuda su preocupación por las reformas del Gobierno Petro– es más divertido de lo que parece. Y en El Ubérrimo, aún más. A la hora de describir parte de la propiedad, recordó: “Tuve que hacerles carretera a las vacas aquí adentro. Una va para Venezuela, se llama la Troncal de las Américas, y otra para la Argentina, se conoce como la Panamericana”. Cada potrero tiene un nombre que evoca memorables vallenatos y algunos escritos literarios: Bonita, Alicia Adorada, La Casa en el Aire, Diosa Coronada, Helena y gran cantidad de chapas de toros de lidia.

Uribe cuida cada detalle de El Ubérrimo. | Foto: esteban vega la-rotta-semana

La historia se repite con los animales. El Doctor Rafael Correa, por ejemplo, es un burro que le perteneció a Uribe y a quien bautizó en honor al expresidente de Ecuador. En el Porvenir Uno, Uribe se encuentra a Claudia, una de sus primeras empleadas, a quien no ve hace meses. “¿Cuántos nietos?”, le preguntó el expresidente. “Estoy condenada a la finca suya, no me quiero ir”, le respondió ella, quien se jubiló de Agropecuaria El Ubérrimo hace un par de años tras permanecer más de 33 al lado del exmandatario. Otra mujer, mucho más joven que Claudia, saluda efusivamente al “presidente” y no le oculta su molestia, porque, según ella, “le venderá la tierra a Petro”.

Él sonríe y se despide. La preocupación en San Carlos, donde Gustavo Petro le ganó en la segunda vuelta presidencial de 2022 a Rodolfo Hernández por escasos 154 votos, no se esconde, pues se desconoce cuál será el futuro de ese pedazo de El Ubérrimo. No se sabe quiénes serán los nuevos vecinos, y algunos temen que el Gobierno traslade a familias que hayan pertenecido a grupos armados, porque en la zona hoy se respira paz. Frente a esas preocupaciones, Uribe es prudente. Guarda silencio.

  La tierra es plana, de las más fértiles de Colombia, rica en agua y donde el pasto se resiste a ocultar su color verde, pese a la inclemencia del verano por esta época.
La tierra es plana, de las más fértiles de Colombia, rica en agua y donde el pasto se resiste a ocultar su color verde, pese a la inclemencia del verano por esta época. | Foto: francisco argüello-semana

Más allá de eso, “lo importante es que a quienes lleguen les enseñen a trabajar el campo y no les regalen el predio, les tomen la foto y el terreno termine en ruinas”, dijo un morador de la zona. El Ubérrimo es una finca de trabajo que escapa a las excentricidades y donde Uribe dedica la mayor parte de su tiempo a producir leche, comercializar ganado y defenderse de sus líos judiciales. Bajo los ventiladores que espantan el calor del Sinú, el expresidente, como si fuera un campesino más, lee su expediente judicial, llama por teléfono, contesta chats y, en ocasiones, descansa bajo la vegetación. Algunos árboles sembrados por él durante la pandemia por covid-19, cuando estuvo capturado por la presunta manipulación de falsos testigos, dan fe de cómo transcurre el día a día de uno de los políticos más influyentes del país. A todos los bautizó con los nombres de sus contradictores. “Les va bien a los arbolitos porque son muy bonitos”, le dijo el exmandatario a SEMANA. Si Uribe era conocido en la Casa de Nariño por la microgerencia, en El Ubérrimo el asunto es impactante: puede hablar durante minutos sobre varillas, sales mineralizadas y pasto. No descuida ningún detalle. Ahora, parte de lo que construyó durante décadas podría pasar a manos del Gobierno Petro.