Entrevista
Senador Juan Pablo Gallo reveló documentos que cuestionarían la responsabilidad que tuvo la UNP en el atentado contra Miguel Uribe
El congresista del Partido Liberal criticó la falta de atención por parte de la entidad que dirige Augusto Rodríguez en este caso.


SEMANA: ¿Qué responsabilidad tendría el director de la UNP, Augusto Rodríguez, en el atentado en contra del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay?
JUAN PABLO GALLO: Son absolutamente evidentes y notorias las fallas de la UNP en todo este caso y hay enormes responsabilidades por parte del director, Augusto Rodríguez. Miguel Uribe estaba mal clasificado, estaba categorizado con un riesgo extremo, que para nosotros esa categoría estaba mal ubicada. Miguel Uribe estaba en riesgo extraordinario y para nosotros esa categoría no correspondía a un riesgo extremo. Más allá de esa conclusión, era necesario cumplirle con las medidas de protección y esto no ocurrió. No solamente eso, sino que se pasaron por la faja todos los protocolos.
Pero, además, a través de una veintena de solicitudes realizadas por el mismo Miguel Uribe y su equipo, se solicitó el refuerzo de esas medidas de protección, cosa que nunca ocurrió. Ni se le cumplieron las medidas de protección para su nivel de riesgo, ni se le reforzaron, ni tampoco le hubo una recategorización. Estas conclusiones, que son ciertas, que son notorias, que son evidentes, demuestran el grado de responsabilidad del director de la UNP.

SEMANA: ¿El día del atentado, el esquema de protección de senador cumplió los requisitos y las necesidades de este tipo de casos?
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J.P.G.: Existen tres tipos de categorías en términos del riesgo. Está la categoría ordinaria, el riesgo extraordinario y el riesgo extremo. Miguel Uribe y los senadores en Colombia están en riesgo extraordinario. En esa categoría en particular se le asignó al senador Miguel Uribe el esquema de protección, conformado por cuatro hombres de la Policía y por parte de la UNP habían tres hombres de protección y dos vehículos blindados. Ese es el esquema que se le entrega, esa es la logística que se le entrega para esa categoría. Más allá de profundizar si se debía de reforzar o si debía pasar de la categoría de riesgo extraordinario a riesgo extremo, aquí en particular hubo fallas en el cumplimiento de esas medidas. Es decir, Miguel Uribe no contaba para el día del atentado con los siete hombres que debía de contar. Y es una conclusión que no solamente es apreciación de nosotros, sino que está fundamentado en documentos.
SEMANA: ¿Cuáles son esos documentos?
J.P.G.: Uno está firmado por la gerente de la Unión Temporal Andinos, por la doctora Clara Yaneth Rodríguez, donde el 8 de agosto, un día después del atentado hace unos señalamientos absolutamente contundentes de la ausencia de esa logística que debe ser proporcionada por el Estado para el cumplimiento de sus funciones, como preservar la seguridad y la vida en este caso del senador y precandidato.
Eso es clave porque se trata de un documento oficial, no son hipótesis. Y más allá de si se debía o no reforzar, que yo creo que sí, de si se debía o no aumentar el nivel de riesgo, que yo también creo que sí, se trata de que lo que le debían de proporcionar no lo hicieron. Miguel tenía que tener siete hombres. Según estos documentos, el día de los sucesos ocurridos, había solamente un hombre de la Policía Nacional y un hombre de la Unidad de Protección. O sea, Miguel Uribe, su esquema, estaba reducido a dos.
El tercero, otro de los hombres de la UNP, se encontraba en lo que se denomina el ‘autorrelevo’, que es una práctica, además de irregular, que no está permitida. En ese momento se encontraba de descanso. Y la otra persona se encontraba en cuidado y en protección de la familia.

SEMANA: ¿Cómo es el tema con el esquema de la familia? porque, según la información que hemos conocido, eso se consultó a la UNP y nunca contestaron.
J.P.G.: Como ustedes saben, se tenía información de seguimientos al hijo de Miguel. Y como no habían sido extendidas las medidas a la familia, entonces a él le tocó disminuir ese esquema de protección. La misma unión temporal en este documento solicita extender el esquema a la familia, que ya como sabemos, tenía algunos indicios y demás de seguimientos al hijo de Miguel. La Unión Temporal en este documento nos muestra un correo donde le pregunta si se le puede extender a la familia y la UNP nunca contestó. Como no se le pudo extender a la familia, entonces se toma la decisión de forma unilateral de dividir ese esquema. Por eso es que el día del atentado una de las personas que debería estar protegiendo a Miguel Uribe le tocó ir a acompañar a cubrir a la familia por una amenaza que era absoluta y evidente.
SEMANA: ¿Cuál es el problema con el “autorrelevo”?
J.P.G.: Es una práctica irregular con la que pusieron a descansar a una persona. Y es que en la evaluación del riesgo, en el otorgamiento de las medidas de riesgo, no habla de ningún tipo de práctica de autorrelevo. Es decir, aquí se le debía garantizar las siete personas de forma continua y permanente al señor Miguel Uribe en su categoría de riesgo.
SEMANA: ¿La categoría de Miguel Uribe de “extraordinario” es la correcta?
J.P.G.: Lo que se debía hacer era recategorizarlo a un riesgo extremo por las condiciones que tiene.
SEMANA: ¿Qué otros riesgos debió haber considerado la UNP para la protección de Uribe Turbay?
J.P.G.: Miguel Uribe no era un senador cualquiera. Ese riesgo extraordinario, en el cual recaía la clasificación de Miguel, lo comparten todos los senadores por el solo hecho de asumir su cargo, pero Miguel no era solamente un senador, tenía otras condiciones que lo hacían mucho más expuesto y vulnerable. Primero, era precandidato, desde mayo, según otro documento, del 6 de febrero de 2024, para la recolección para el estudio de nivel de riesgo por parte de la Policía, que finalmente se traslada al Cerrem, que es el comité que recomienda las medidas. En ese informe el mismo Miguel Uribe le comunica que él es ya precandidato. O sea, no solamente que es un hecho notorio, evidente, constatable por todo el país, sino que se lo había dicho directamente a la UNP a través de un informe recopilado y recolectado por la Policía. Él ya era un precandidato. No es lo mismo el riesgo de un senador cualquiera que un senador que además es precandidato. Sumémosle a eso que Miguel siempre fue un líder de la oposición, hace parte del Centro Democrático que se declaró desde el primer momento en la oposición, es objetivo militar en departamentos como Arauca, hace denuncias, es un actor presente en todos los debates, eso le generaba una mayor exposición, es hijo de Diana Turbay, nieto del expresidente Turbay. Según el Decreto 1066 de 2015, que es por el que se rigen los elementos y las medidas de protección, Miguel Uribe puede ser interpretado por grupos armados como continuador de un legado ideológico, de un legado político y eso lo hace mucho más vulnerable.
Pero, lo más sorprendente de todo esto es que, parece ser, que el nivel de seguridad, no solamente que no se le incrementó, sino que se le degradó, se le deterioró pasando de 60 puntos a 52. Esto si es muy grave. Pero, además, hubo más de una veintena de cartas y solicitudes por parte de Miguel, de su equipo de trabajo, donde demostraban lo preocupados que estaban por su por su riesgo, lo frágil que podía ser, llamados de atención continuos. ¿Por qué no se tuvieron en cuenta? ¿Por qué se hizo caso omiso de todo esto?

SEMANA: Más allá de que faltaran personas del esquema, ¿se cumplieron otros protocolos para estos eventos?
J.P.G.: Nunca hubo comunicación con la Policía para desplazamientos, para cierre perimetral, todos los protocolos donde debían de estar ubicados los escoltas. Los mismos vídeos muestran la fragilidad con la que el joven sicario se aproxima como Pedro por su casa y entra sin ningún tipo de limitaciones. No hay un perímetro, no existe un anillo, los protocolos también se violaron.
SEMANA: ¿Qué responsabilidad le cabe al director de la UNP en este caso?
J.P.G.: Toda. ¿Por qué no lo recategorizó? ¿Por qué no fue riesgo extremo? Pero segundo, listo, si no lo recategorizó, ¿por qué no le reforzó las medidas? Si habían llamados de atención, si tenía además todos los factores de riesgo, si era precandidato, si era jefe de la oposición, si tenía antecedentes familiares, ¿por qué no lo reforzó? Y no solamente eso, ¿por qué incluso no le garantizó lo básico que ya tenía? Lo que ya tenía, ¿por qué no se lo garantizó? Y eso nos tiene que generar indignación a todos los colombianos. Ni siquiera los siete hombres de protección. El señor director de la UNP no puede continuar, no tiene cómo continuar. Son evidentes, son notorias, las fallas y la negligencia que ocurrió en este caso tan lamentable y doloroso.