Entrevista
“Tengo la tranquilidad de mi inocencia”: Richard Aguilar lanza un libro y habla de su candidatura al Senado por el Partido Liberal
El exgobernador de Santander Richard Aguilar habló con SEMANA sobre su nueva aspiración al Senado, esta vez por el Partido Liberal, y del libro El foso de los leones, en el que plasma su defensa frente al caso que tiene pendiente en la Corte Suprema de Justicia.
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SEMANA: ¿Por qué decide romper su silencio, luego de haber sido capturado por presuntos hechos de corrupción que aún hoy son materia de investigación en la Corte Suprema de Justicia?
RICHARD AGUILAR: Mi libro El foso de los leones es esa voz que surge de la soledad. Rompo varios años de silencio con la verdad. La historia de mi vida no puede estar escrita por un difícil invierno. En este libro, sin tapujos, con firmeza, hago una propuesta de país y está mi testimonio, con la sabiduría y la serenidad del tiempo.
SEMANA: Usted ha decidido aspirar al Senado por el Partido Liberal. ¿Por qué lo hace si su proceso sigue abierto? Usted recobró la libertad en noviembre de 2022 por vencimiento de términos, pero la investigación continúa y tiene que ver con hechos graves cuando usted fue gobernador de Santander.
R.A.: En la profundidad de mi interior está la seguridad de la inocencia. El proceso avanza normalmente y ello no es impedimento para postular mi nombre, nuevamente, al Senado de la República. La mejor muestra de esa tranquilidad de mi inocencia está en volver a esos escenarios. Que la Justicia se encargue de los procesos, pero aquí estaremos haciéndole una clara propuesta al país.
SEMANA: Su caso no es menor. Una exsecretaria suya, Claudia Toledo, contó cómo se repartían y direccionaban, presuntamente, los contratos bajo su administración…
R.A.: Cuando la nombré como secretaria, confié en ella, por supuesto. Pero todos los actos que cometió son de su absoluta responsabilidad y constituyen un desacato a mis órdenes. En mi caso, hubo filtraciones manipuladas, selectivas, que generaron una confusión en la opinión. Mucho de lo que se ha dicho es falso.
SEMANA: ¿Claudia Toledo mintió?
R.A.: Se han dicho tantas versiones que se generó una confusión entre la opinión, pero lo paradójico es que eso no está ahí en el proceso.

SEMANA: ¿Pero su exfuncionaria dijo mentiras?
R.A.: En el primer capítulo de mi libro, cito a un profesor argentino, Eugenio Zaffaroni, que habla sobre esos instrumentos legales a los cuales ella acudió desesperadamente. Tienen un efecto noble, pero son de una ejecución perfecta, porque se debe acudir a una mentira, mirar a qué persona grande señalar, por un simple salvavidas, que es un beneficio propio. Se utilizan a veces las penas como una moneda de intercambio. Como lo que pueden ganar más es su libertad, inescrupulosamente mienten y mienten y mienten. Es una teoría y la explico en detalle, basado en la ciencia del derecho, también como doctor en derecho.
SEMANA: Ella señaló, por ejemplo, que en los alrededores de la Gobernación de Santander funcionó una casa arrendada donde se cuadraban las licitaciones.
R.A.: Todos esos señalamientos son ajenos a mi actuación. Eso se caerá de su peso porque hay un centenar de testimonios y ninguno avala lo dicho por ella. Eso será en las instancias adecuadas y confío en que todo va a salir muy bien.
SEMANA: Se cuestionan las obras de remodelación del estadio Alfonso López, que al final terminaron costando 40 por ciento más. ¿Cuál es su defensa?
R.A.: Ese proyecto lo viabilizó Coldeportes, lo aprobó MinHacienda. Muchas cosas que se han dicho no lo son, no están en la realidad de mi proceso. Una mentira repetida se volvió una verdad.
SEMANA: ¿Por qué no espera a que su investigación concluya para aspirar electoralmente?
R.A.: Tengo la tranquilidad de la inocencia. Con devoción enfrento las denuncias y ese es el deber, defendernos con acervo probatorio. Pero eso no impide ejercer esta vocación. Un momento de mi vida no puede marcar la historia de más de 20 años de trabajo social y político, como lo hice por Santander. A mí me duele Colombia, estoy acá después de recorrer 20 departamentos. He hablado con la gente. Hace poco escuché a un adulto mayor, que llevaba seis meses esperando un medicamento. He propuesto que la tecnología debe ser el motor de la equidad, necesitamos proyectos con alta tecnología e inteligencia artificial para hacer de Colombia un Estado ágil y eficaz. Hablamos de la cuarta revolución, pero mire que todavía tenemos trámites con papel. El 85 por ciento de los ministerios necesita un trámite personal o de papel y solamente el 14 por ciento está interconectado. Quiero ver una Colombia reconciliada. Quiero que el tono baje, quiero seguir luchando para reducir la brecha entre el campo y la ciudad, y un proceso en la Justicia no es impedimento para ello.
SEMANA: Su aspiración por el Partido Liberal ha causado polémica en Santander. Hay sectores liberales que no ven con buenos ojos esa aspiración. ¿Qué les responde?
R.A.: Nosotros no somos ajenos a trabajar con el Partido Liberal. Logramos esos buenos indicadores en Santander porque convoqué a ese partido a gobernar conmigo. Gracias a ellos logramos esa gran inversión. Como me lo dijo el expresidente César Gaviria, vine a sumar, a reconciliar y aportar. Necesitamos unidad. Con aquellos que han manifestado sus opiniones tendremos que tomarnos un café. El debate no puede ser el insulto, la mentira, sino el argumento y la verdad, y la solución de los problemas de Colombia.
SEMANA: ¿No cree que el Partido Liberal puede terminar dividido con su llegada?
R.A.: No quiero eso porque vengo a sumar, y seguimos trabajando día a día para conformar las listas y a trabajar por esa efervescencia liberal en todo el país. Es un partido que ha trabajado durante años por Colombia, y esa vocación hay que continuarla. Por ejemplo, entiendo la preocupación del partido porque los jóvenes no se quieren incorporar en la fuerza pública. Por eso, proponemos un sistema de incorporación subsidiado. El partido ha dicho que la paz no puede ser un sueño inalcanzable. Mi partido hoy está preocupado por el cambio climático, tenemos el 62 por ciento de los suelos degradados, pero también es el partido que convoca a que el campo se fortalezca. Llego a este partido con la convicción de que es la mejor decisión para seguir trabajando por nuestra nación.
SEMANA: ¿Qué le dijo el expresidente Gaviria?
R.A.: Lo más importante que me dijo es que tenemos que unirnos, que aquí no podemos entrar en discusiones, que debo entrar a sumar. Tenemos que ser la principal fuerza del país.
SEMANA: En Bucaramanga se comentaba que a Bogotá llegaría una carta de los liberales de Santander quejándose por su aterrizaje en el Partido Liberal.
R.A.: Usted está más enterado que yo. La única carta que conozco es la que firmaron las directivas del partido donde nos piden trabajar de forma unida.
SEMANA: En su libro, usted cuenta que, después de todos los problemas que ha enfrentado, mucha gente le pregunta por qué razón decide de nuevo incursionar en la política…
R.A.: Hace poco me reuní con una joven de 16 años, de Amazonas, y me decía: “Richard, no hagas que perdamos la esperanza”. En mi carrera, no tuve un punto final, sino unos puntos suspensivos. Como en las mejores películas, ¿qué viene después de los puntos suspensivos? Lo mejor, los nuevos comienzos. No quiero ver más confrontación, quiero ver esperanza. Cuando tenemos rabia en la cabeza y no tenemos nobleza en el corazón, vienen las decisiones más impulsivas, y ahí vamos a terminar como el náufrago en un mar de incertidumbres.
SEMANA: ¿Usted se sintió abandonado por su entonces partido, Cambio Radical?
R.A.: No lo niego, sentí la ausencia de pronunciamientos públicos de mi partido, los extrañé. Pero con muchos compañeros de Cambio Radical sigo teniendo una profunda amistad. Sané, me transformé, me dolió, sí, pero aquí estoy avanzando.
SEMANA: ¿Qué piensa del exvicepresidente Germán Vargas Lleras?
R.A.: Lo respeto, creo en la jerarquía de los partidos, pero no basadas en la imposición, sino en procesos colectivos. Me encanta verlo ahora convocando a las uniones que en el pasado no quiso.
SEMANA: ¿Vargas Lleras será candidato presidencial?
R.A.: No lo sé, perdí contacto con él, sé que está afrontando un problema de salud, esperamos que salga avante.

SEMANA: ¿Qué les dice a esas personas que tendrán indignación al ver que usted buscará nuevamente llegar al Senado, pese a los enredos con la Justicia?
R.A.: Creo que no conocen mi caso, no conocen mi verdad. Por eso los invito a que lean el libro. En todo lo que se ha dicho se ha omitido algo: la verdad.
SEMANA: ¿Usted será declarado inocente?
R.A.: Tengo la plena seguridad y sé que en un periodo no muy largo voy a obtener mi absolución.
SEMANA: En el libro, usted recuerda una anécdota que tuvo con Rodolfo Hernández, quien fue uno de sus grandes contradictores. Dice que se lo encontró frente a frente, pero no hubo cruce de palabras.
R.A.: En Colombia no se puede normalizar el escándalo y la difamación. No podemos dejar que el ruido destruya personas, está socavando la confianza. Esperamos que los odios no se hereden. El ensayista Ignacio Ramonet dijo que la política se redujo a odios dirigidos e indignaciones fabricadas. Colombia necesita soluciones, oportunidades, emprendimiento. Aquí hay experiencia, dolor, sentimiento, pero también esperanza y un nuevo comienzo.
SEMANA: ¿Qué piensa su padre, el coronel (r) Hugo Aguilar, de su candidatura al Senado?
R.A.: Mi padre, después de todos los avatares de la vida y de las pruebas que ha superado, está dedicado a lo más hermoso, a la familia y a sus nietos.
SEMANA: ¿Pero lo está impulsando?
R.A.: ¿Y qué padre no quiere que su hijo triunfe? A veces los sueños de los padres se cumplen en sus hijos.
SEMANA: ¿Cómo fueron esos días de prisión junto a él, en un batallón en Bogotá?
R.A.: Volví al Richard Aguilar de 5 años, que se levantaba con su peinilla, su pañuelito, y lo acompañaba a los entrenamientos de la Policía Nacional.

SEMANA. En Santander también hay críticas por la persona con la que usted hará fórmula a la Cámara en ese departamento. Se trata de Cristian Argüello, hijo de un contratista muy cuestionado, Jorge Argüello, a quien se conoce como ‘Bachiller’. ¿Qué responde?
R.A.: Las mentiras repetidas no se pueden convertir en verdad. ¿Por qué van a juzgar a un joven preparado de 25 años, ingeniero civil, con especialización en gerencia de proyectos? Quiero que los jóvenes se lancen a la política. Ahora no es que lleguen las multitudes anónimas a atacar a un joven que con valentía decide postular su nombre al Congreso de la República.
SEMANA: ¿Qué opina de la gestión de Gustavo Petro?
R.A.: No confió en los alcaldes, no confió en su equipo, no confió en los gobernadores. Y si no hay confianza, reitero, no hay democracia que aguante. La polarización es la mayor amenaza de la democracia liberal, y estamos ante esa amenaza.