Salud
Asociación Colombiana de Endocrinología hace un llamado urgente para tratar la prediabetes en Colombia
Estudios indican que se proyecta que hasta 3.2 millones de adultos colombianos tienen prediabetes, de los cuales 2.1 millones no han sido diagnosticados ni tratados.
Según la Federación Internacional de Diabetes, FID, la prediabetes afecta a 541 millones de adultos entre los 20 y los 79 años en el mundo. Se proyecta que para el año 2045 la cifra subirá a 730 millones, mientras que en América Latina alrededor son 80.5 millones los pacientes con esta condición.
En Estados Unidos, la situación es igualmente alarmante, con 97.6 millones de adultos afectados, un 38 por ciento de la población, y una incidencia aún mayor entre los mayores de 65 años (48.8%).
La prediabetes es una condición crítica que afecta los niveles de glucosa en sangre. Actualmente, se encuentra en aumento a nivel global y eso incluye a Colombia, donde la prevalencia se estima entre el 8% y el 10% de la población adulta.
Esta condición conlleva un alto riesgo de progresión hacia la diabetes tipo 2 y de complicaciones cardiovasculares. La Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo recoge varios estudios que indican que se proyecta que hasta 3.2 millones de adultos colombianos tienen prediabetes, de los cuales 2.1 millones no han sido diagnosticados ni tratados.
Tendencias
Esto significa que dos de cada tres colombianos con prediabetes no reciben la atención necesaria para evitar el riesgo de desarrollar diabetes o sufrir problemas cardiovasculares.
Para la entidad, es esencial mejorar el acceso al diagnóstico temprano a través de una búsqueda activa de estos pacientes, así como fortalecer los sistemas de salud y adaptar estrategias exitosas a las necesidades locales.
Además, “es importante resaltar la importancia de promover un diagnóstico temprano para mitigar el impacto de la diabetes, invitando a la población a acceder a pruebas regulares para identificar riesgos,” afirma la doctora Katherine Restrepo, presidente de la asociación.
La especialista agrega que las complicaciones asociadas a la prediabetes representan una preocupación para la salud pública. Según un análisis de 2020, esta condición está relacionada con un aumento significativo en el riesgo de mortalidad por diferentes causas, entre ellas enfermedad cardiovascular compuesta, enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular.
Comparativamente, en cada grupo de 10,000 personas con prediabetes, se estima que ocurren hasta 66.19 muertes adicionales y 189.77 casos más por año de eventos cardiovasculares compuestos, en comparación con individuos con niveles de glucosa normales.
Si no se aborda adecuadamente, el riesgo de progresar a diabetes tipo 2 es significativo, con un porcentaje de progresión anual en Colombia de hasta el 9%.
A nivel global, se estima que hasta el 39% de los adultos con prediabetes podrían desarrollar diabetes tipo 2 en un periodo de diez años. “Estas estadísticas resaltan la urgente necesidad de intervenciones preventivas y un manejo temprano de la prediabetes para reducir su impacto devastador en la salud pública. La carga de estas patologías en Colombia requiere una respuesta integral y urgente”, señala la doctora Restrepo.
Así, en opinión de la especialista, la prevención en la progresión de la prediabetes a la diabetes debe convertirse en una prioridad máxima, con un enfoque en la educación continua, la implementación de políticas de salud pública efectivas y la promoción de estilos de vida saludables. “Educando sobre nutrición y promoviendo la actividad física podemos reducir significativamente la incidencia de estas condiciones,” comenta.
Las intervenciones destinadas a evitar que la prediabetes avance a diabetes han demostrado su efectividad. Por ejemplo, el Programa de Prevención de la Diabetes en Estados Unidos logró reducir en un 58% la incidencia de diabetes entre participantes que adoptaron cambios en su estilo de vida.
El llamado que se hace desde la asociación es promover actividades tanto individuales como colectivas que aumenten la conciencia sobre estas enfermedades. “Esto implica campañas educativas para informar a la población sobre los riesgos asociados con la prediabetes y la diabetes, así como la importancia de un diagnóstico precoz y el manejo del autocuidado, que incluya programas de ejercicio físico y campañas de concienciación nutricional”, dice la experta.
Dichas estrategias deben incluir también la implementación de programas de detección a gran escala dirigidos a poblaciones de alto riesgo para desarrollar diabetes. “Prevenir la progresión de la prediabetes a diabetes debe ser una prioridad máxima.
“Con una prevalencia alarmante y creciente de estas condiciones, es fundamental que cada individuo asuma un papel activo en la prevención y detección temprana. Solo mediante una acción conjunta podemos mejorar el acceso a servicios de salud, implementar estrategias educativas efectivas y promover hábitos de vida saludables que ayuden a mitigar esta crisis de salud pública. Cada paso que damos hacia adelante, fortaleciendo nuestros sistemas de atención médica y fomentando la conciencia pública, nos acerca más a un futuro donde la diabetes y la prediabetes no sean una amenaza tan grave para nuestra sociedad”.