Salud
“Hemos acompañado más de 155.000 interrupciones voluntarias del embarazo”, directora ejecutiva de Profamilia
Marta Royo, directora ejecutiva de Profamilia, conversó con SEMANA sobre los hitos en materia de salud sexual y reproductiva en Colombia tras seis décadas de la entidad.
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Profamilia, la organización pionera en salud sexual y reproductiva en Colombia, cumple 60 años de historia, marcando un legado invaluable en la defensa y promoción de los derechos sexuales y reproductivos en el país.
SEMANA habló con Marta Royo, directora ejecutiva de la entidad. Ella destacó que durante estas seis décadas se ha transformado profundamente la forma de entender y vivir la sexualidad en Colombia, lo que sitúa a la organización como un actor clave en la evolución social, cultural y política del país“. Hablar de los hitos de Profamilia es hablar de la historia misma de los derechos sexuales y reproductivos en Colombia.
“Nuestra organización ha sido la gran catalizadora de estos avances: no ha habido un solo debate en el que no hayamos estado presentes, proponiendo, incomodando, garantizando”, afirmó Marta Royo.
Destacó el papel activo y determinante de Profamilia desde su creación, en 1965. Según la directora, “lo que hicimos fue transformar la forma de entender la sexualidad en el país”, un cambio que acompañó la revolución sexual global y permitió desarrollar temas como libertad sexual, anticoncepción, equidad de género y diversidad, aspectos que en Colombia encontraron su punta de lanza en Profamilia.
Entre los logros iniciales, Royo recordó que fueron pioneros en introducir en Colombia procedimientos como “la primera ligadura de trompas y la primera vasectomía, cuando nadie hablaba de planificación familiar”. Y añadió: “Lanzamos la primera cuña radial sobre anticoncepción en América Latina. Piensa lo revolucionario que fue en ese momento”. Así se marcó un precedente histórico en la comunicación y educación para la salud sexual.

Más adelante, según la directora, “lideramos la formulación de la política nacional de sexualidad, derechos sexuales y derechos reproductivos, y tuvimos un rol clave en la despenalización del aborto y en la eliminación del matrimonio infantil”.
Estos hitos institucionales consolidan el rol de Profamilia como motor de cambio social y político. Las cifras hablan por sí mismas: en 1972, Profamilia realizó “solo 31 ligaduras de trompas”, mientras que en 2024 la cifra ascendió a “49.995 procedimientos”. En cuanto a las vasectomías, que comenzaron en 1970 con apenas “92 casos”, en 2024 superaron “las 21.000”.
Para Marta Royo, “este avance no solo refleja mayor acceso a servicios, sino un cambio cultural: por cada cuatro ligaduras se practican tres vasectomías. Indica que cada vez más hombres participan activamente en decisiones sobre su salud sexual”.
La directora destacó que, “históricamente, la carga de la planificación ha recaído sobre las mujeres, pero hoy trabajamos para equilibrar esa responsabilidad, logrando una corresponsabilidad real”. El acceso seguro y legal al aborto ha sido otro de los grandes retos en estas seis décadas. Marta Royo subrayó que la Sentencia C-055 de 2022 “marcó un antes y un después en Colombia, porque reconoció que el aborto no es un delito, y ninguna mujer ni persona gestante debería ir a la cárcel por ejercer su autonomía”.

Profamilia, dijo, “estuvo en el corazón de la discusión, aportando evidencia técnica, científica y médica que ayudó a un debate con rigor y altura”. Desde entonces, “hemos acompañado más de 155.000 interrupciones voluntarias del embarazo, el 80 por ciento de ellas en el primer trimestre y de manera farmacológica, gracias a nuestra red de más de 50 clínicas y el servicio de telemedicina Mía”. La directora subrayó la relevancia de estas cifras: “Es importante que cada una de esas cifras se entienda como mujeres que, gracias a que se ratificó que el aborto es un servicio esencial de salud y no un delito, no tienen que recurrir a procedimientos inseguros que ponían en riesgo su salud, bienestar y vida.
Es fundamental que se entienda así, porque hay quienes intentan sugerir que la sentencia genera que ‘aborten más’, y no. Ahora no deben hacerlo en la clandestinidad e inseguridad”. Frente a la persistencia de prejuicios y campañas desinformativas, Royo afirmó con convicción: “Nuestra apuesta es la educación integral para la sexualidad, clave para que las personas puedan tomar decisiones libres e informadas sobre su cuerpo y su salud”.

En materia de anticoncepción, Profamilia atiende a un 54 por ciento de su población con servicios relacionados con planificación familiar, equivalente a “622.413 personas en 2024”, según Marta Royo.
En cuanto a métodos preferidos, “los de larga duración, como los implantes y el diu, lideran las opciones por su seguridad y eficacia, seguidos por inyectables y anticonceptivos orales”. Destacó, además, que “la vasectomía gana terreno como símbolo claro de corresponsabilidad”.
Para la directora, “más allá del método, la calidad en la consejería es fundamental: brindar información clara, manejo de efectos secundarios, seguimiento y la posibilidad de cambiar cuando la vida cambia”. Con respecto al embarazo adolescente, que sigue siendo un desafío para Colombia, Royo presentó varios avances concretos. “Donde hay educación integral en sexualidad (EIS) y servicios amigables para adolescentes, las tasas de embarazo disminuyen.
Un ejemplo es nuestro programa Valiente, desarrollado entre 2019 y 2024, que llevó información cercana y de calidad a niños, niñas y adolescentes, logrando reducciones significativas en municipios como Caloto, Aracataca y Pivijay”.

También resaltó la acción de la Red Joven, un grupo de más de 1.700 jóvenes que actúan como agentes de cambio y promotores de la EIS y liderazgo juvenil en salud sexual.Para ampliar el acceso a información, Profamilia puso en marcha la Línea Zona Joven, que utiliza inteligencia artificial para brindar orientación segura y confiable. Esta línea atendió a “6.547 personas en 2022 y 74.371 en 2024”, lo que refleja un crecimiento considerable.
“El objetivo es apoyar a jóvenes en la construcción de proyectos de vida basados en una sexualidad libre, autónoma, informada y segura”, aseguró la directora. En cuanto a las barreras en materia de salud sexual, Marta Royo fue clara: “En Colombia persisten obstáculos como limitaciones geográficas, condiciones económicas, barreras culturales y la desinformación”. Para superar estos retos, Profamilia desarrolló estrategias innovadoras como “brigadas de salud, unidades móviles, teleorientación y telemedicina, que en 2024 llegaron a cerca de 700 territorios de difícil acceso con aproximadamente 4.000 brigadas extramurales.
Llevamos educación, servicios y bienestar a quienes antes no tenían acceso”.El compromiso de Profamilia no solo ha sido técnico, sino también cultural: “Hace 60 años, abrir camino fue incomodar y poner sobre la mesa temas que nadie se atrevía a nombrar. Hoy seguimos transformando esa conversación, promoviendo una visión positiva de la sexualidad, que reconoce prevención, placer, consentimiento, libertad, ausencia de violencias y respeto por la diversidad”.

Royo indicó que “hablar de sexualidad libre, informada y respetuosa es construir una sociedad más sana, justa y humana”. Pero también alertó sobre los desafíos actuales: “Aún enfrentamos discursos regresivos que atacan la anticoncepción y quieren limitar la autonomía reproductiva, además de esfuerzos para invisibilizar a la población LGBTIQ+, especialmente a personas trans y no binarias, poniendo en riesgo su salud y vida”. Para la directora, “el desafío es cuidar lo conquistado frente a discursos que desinforman y avanzan en la estigmatización”.
En el ámbito institucional, Royo manifestó la importancia de que “los avances se traduzcan en servicios reales y accesibles para todas las personas, sin importar dónde vivan o su condición socioeconómica”.
Insistió en que “la salud sexual y reproductiva debe ser central en cualquier reforma de salud”. Finalmente, Marta Royo lanzó un mensaje claro: “El gran reto de hoy es que no se dé por sentado lo avanzado. Debemos seguir trabajando para que nadie quede por fuera del derecho a decidir libremente sobre su cuerpo y proyecto de vida”. Y reafirmó la misión de Profamilia: “Somos una empresa social que derriba estigmas y transforma realidades, porque los derechos sexuales y reproductivos son derechos humanos, nunca privilegios”.