La ciencia revela por qué algunas personas se enferman más que otras

Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Texas, en San Antonio (EE. UU.), revelóun concepto innovador en el campo de la salud: la resiliencia inmunológica. Este estudio, llevado a cabo con una muestra de 48.000 personas, destaca la importancia del equilibrio entre la inmunocompetencia y la inflamación como un factor determinante en la salud y la longevidad, más allá de la edad.

La capacidad de resistir y recuperarse de infecciones y otros tipos de estrés inflamatorio, conocida como resiliencia inmunológica, varía ampliamente de una persona a otra. El doctor Sunil K. Ahuja, experto infectólogo de la Universidad de Texas y líder de la investigación, explica que este nivel de resistencia inmunológica puede influir en la calidad de vida y la esperanza de vida de una persona.

A medida que las personas envejecen, su sistema inmunológico se enfrenta a desafíos cada vez mayores, como infecciones agudas, enfermedades crónicas y cáncer. Estos desafíos pueden debilitar la salud inmunológica de la mayoría de las personas. Sin embargo, algunos individuos de 90 años o más aún conservan una salud inmunológica excepcional, lo cual refleja la capacidad de su sistema inmunológico para controlar la inflamación y preservar o restaurar rápidamente la actividad inmunológica asociada con la longevidad.

El concepto de resiliencia inmunológica se basa en el equilibrio entre la competencia inmunológica y la inflamación. El doctor Ahuja explica que la resiliencia inmunológica óptima implica mantener una inflamación controlada y una competencia inmunológica elevada. Si la inflamación es demasiado alta o demasiado baja, puede ser perjudicial para la salud. Por lo tanto, el cuerpo debe ser capaz de controlar la inflamación de manera proporcional, lo que permite una mejora rápida de la competencia inmunológica una vez que la inflamación está controlada.

El estudio realizado por el equipo de la Universidad de Texas evaluó los niveles de resiliencia inmunológica en más de 48.000 personas de diferentes edades. Aquellos individuos con niveles óptimos de resiliencia inmunológica tenían más probabilidades de vivir más tiempo, resistir infecciones como la gripe, el VIH y la covid-19, y sobrevivir a la sepsis y al cáncer de piel.

La resiliencia inmunológica se determinó mediante el equilibrio entre las células T CD8+ y CD4+ y los niveles de expresión de genes relacionados con la inmunocompetencia y la inflamación. Estos hallazgos tienen implicaciones significativas en la medicina personalizada, la investigación biomédica y la salud pública. En el futuro, podrían utilizarse para predecir el pronóstico de enfermedades, mejorar la respuesta a la vacunación y desarrollar estrategias para mitigar el deterioro de la resiliencia inmunológica.

Además de los enfoques terapéuticos, hay medidas que se pueden tomar a nivel individual para mejorar la resiliencia inmunológica. Algunas recomendaciones incluyen:

• Mantener una alimentación saludable: consumir una dieta equilibrada y rica en nutrientes es fundamental para fortalecer el sistema inmunológico. Incluir frutas, verduras, proteínas magras, granos enteros y grasas saludables en la dieta puede proporcionar los nutrientes necesarios para un sistema inmunológico fuerte.

• Realizar actividad física regularmente: el ejercicio regular puede fortalecer el sistema inmunológico y reducir la inflamación. Se recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a vigorosa por semana.
• Mantener un peso saludable: el exceso de peso y la obesidad pueden tener un impacto negativo en el sistema inmunológico. Mantener un peso saludable a través de una alimentación equilibrada y ejercicio regular puede ayudar a mejorar la resiliencia inmunológica.
• Dormir lo suficiente: el sueño adecuado es crucial para el funcionamiento óptimo del sistema inmunológico. Se recomienda dormir de 7 a 9 horas por noche para promover una buena salud inmunológica.
• Reducir el estrés: el estrés crónico puede debilitar el sistema inmunológico y aumentar la inflamación. Practicar técnicas de manejo del estrés, como la meditación, el yoga o la respiración profunda, puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la resiliencia inmunológica.

Es importante tener en cuenta que la resiliencia inmunológica es un concepto emergente y que aún se requiere más investigación para comprender completamente sus implicaciones y aplicaciones clínicas. Sin embargo, los hallazgos actuales sugieren que fortalecer la resiliencia inmunológica puede ser un enfoque prometedor para mejorar la salud y la longevidad.