Salud
La infección de “una especie distinta” que puede contraer si es mordido por un gato
Cuando los animales hieren a una persona se debe desinfectar rápidamente al parte afectada.
Las mordeduras de los animales podrían encender las alarmas, luego de observarse una reacción extraña en el organismo, tal y como le sucedió a un hombre en el Reino Unido, quien fue mordido por un gato callejero y lo que sucedió después resultó doloroso.
Tras 8 horas de la mordedura, al hombre se le empezaron a hinchar las manos, lo que lo llevó a acudir a urgencias médicas, en donde le limpiaron y vendaron las heridas e incluso le aplicaron una vacuna contra el tétano, y posterior a ello le formularon antibióticos, según indicó el portal Science Alert.
Sin embargo, las reacciones al día siguiente empeoraron, pues su meñique y corazón de la mano izquierda estaban totalmente hinchados y “ambos antebrazos enrojecidos e hinchados”.
El daño fue tan grave que tuvieron que pasarlo por el quirófano para extirparle el tejido afectado. Así como le aplicaron por vía intravenosa tres antibióticos, además de otros que le fueron prescritos.
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Dicho esto, los médicos que atendieron al hombre investigaron las muestras tomadas del tejido retirado y hallaron un microorganismo desconocido que era muy similar al afamado Streptococcus (”una bacteria relacionada con la faringitis estreptocócica, la conjuntivitis y la meningitis”, según el diario británico Independent).
Sin embargo, al indagar más, indica Science Alerta, los analistas de las muestras vieron que “no coincidía con ninguna cepa registrada. Se trataba de un nuevo germen que los científicos nunca habían documentado formalmente: bacterias grampositivas llamada Globicatella”.
Al parecer, el genoma de esta bacteria está relacionada con el G.sulfidfaciens en un 20 %, una especie “distinta y no descrita previamente”. Además, esta es resistente a varios tipos de antibióticos ‘comunes’, lo que dificulta su erradicación.
El caso en mención (ocurrió en 2020) fue investigado en el estudio titulado Infección de tejidos blandos de un hombre inmunocompetente con especies de Globicatella derivadas de gatos y fue publicado en el portal de Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
“Los tratamientos adecuados para usar con precaución fueron ampicilina, cefotaxima, penicilina, linezolid, ciprofloxacina, y moxifloxacina. […] La comparación con los genomas de Globicatella publicados usando FastANI mostró una divergencia de nucleótidos promedio de 20,29 % con respecto a su grupo más estrechamente relacionado (G. sulfidifaciens ), lo que sugiere una especie distinta y no descrita previamente”, indica el estudio.
La investigación concluye que “las mordeduras de gato son fuentes comunes de infección zoonótica. Este informe destaca el papel de los gatos como reservorios de especies bacterianas aún no descubiertas que tienen potencial patógeno humano”.
Además, “se puede esperar que los regímenes de fármacos antimicrobianos actualmente recomendados para el tratamiento de las mordeduras de gatos incluyan las especies de Globicatella descritas”.
La misma se hizo en cabeza del doctor NK Jones, quien “es registrador especializado en microbiología médica y enfermedades infecciosas en el Fideicomiso de la Fundación del Servicio Nacional de Salud de los Hospitales de la Universidad de Cambridge, Cambridge, Reino Unido”.
Finalmente, hay que decir que de acuerdo con el artículo Las mordeduras y los arañazos de los gatos a veces son más que un simple corte del Centro Nacional de Envenenamiento de la Capital, revelan que “los gatos tienen el potencial de causar enfermedades en los humanos como resultado de sus mordeduras y rasguños. En los EE. UU., se estima que hay 400.000 mordeduras de gato que resultan en 66.000 visitas a las salas de emergencia cada año”.
Ello debido a que “las mordeduras y los arañazos de gato pueden propagar una infección bacteriana llamada enfermedad por arañazo de gato (CSD, por sus siglas en inglés) causada por la bacteria Bartonella hanselae. La enfermedad se propaga cuando un gato infectado muerde o araña lo suficientemente fuerte como para romper la piel o cuando lame la herida abierta de una persona”.