Crisis de la salud
Nueva EPS suspenderá pagos a más de 140 IPS por incrementos exagerados de cobros en servicios en salud; esto es lo que se sabe
Las IPS están ubicadas en ciudades como Bogotá, Medellín, Ibagué, Pasto, Tunja, Bucaramanga, Neiva, Cartagena y Santa Marta.
En abril de este año, Nueva EPS, la más grande del país, con más de 12 millones de afiliados, fue intervenida por parte del Gobierno Nacional y nombró a un agente interventor, Julio Alberto Rincón, quien desde su llegada denunció un serio problema financiero en la entidad, que tenía gran parte de su origen en miles de costosas facturas que radicaban los prestadores de servicios de salud.
En su momento, Rincón se refirió a casos de solicitudes de pago desbordadas, la duplicación de facturas e inclusive una presión hacia la Nueva EPS para pronta la cancelación de dichos pagos, bajo la amenaza de no seguir prestando servicios en salud a los usuarios.
En junio pasado, Rincón entregó cifras en una rueda de prensa: habló de 5,3 billones de pesos ocultos, los cuales corresponderían a facturas sin procesar y que salieron a la luz producto de una auditoría forense. Ante ello, el interventor explicó que se había encargado a varias firmas auditoras para revisar la certeza de dicha facturación sin procesar, y que además se solicitó a todas las instituciones prestadoras de salud radicar nuevamente las facturas correspondientes al periodo comprendido entre 2019 y 2023.
Como consecuencia de esta situación, la Nueva EPS determinó que se suspenderán los pagos adicionales a más de 140 IPS de todo el país, en ciudades como Bogotá, Medellín, Ibagué, Pasto, Tunja, Bucaramanga, Neiva, Cartagena y Santa Marta.
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Rincón señala que se evidenció un significativo incremento en los cobros radicados por parte de las IPS, y en los últimos meses han recibido cerca de 3 millones de facturas, que no son posibles sustentar contablemente y además pertenecen a años anteriores.
“Nosotros hemos recibido este año facturas del año 2022 hacia atrás; cobros que pueden sumar 1.5 billones de pesos (...) lo primero es saber hasta dónde esas facturas son legítimas. Nuestros jueces han permitido que nos facturen cosas viejas y hay que aceptarlas, es cuestión de revisar el sistema y no tiene ninguna lógica. Nos toca a nosotros mirar si el paciente existía, si se le prestó el servicio y si no había sido facturado”, señaló Rincón.
Además indicó que la facturación es desbordada, y apuntó a que las IPS podrían incurrir en la duplicación de las facturas para cobrar montos exagerados. Rincón señaló que miles de prestadores de servicios de salud estaban desbordados en su facturación: pasaron de 125.000 millones a facturar 195.000 millones solo este año. Se mencionó, por ejemplo, el caso de un hospital que pasó de facturar, al mes, 27 millones de pesos a unos 233 millones. “Presentó la misma factura con diferentes números, nueve veces”, denunció el agente interventor.
Adicionalmente, la Nueva EPS encontró que, durante los últimos seis años, a algunos prestadores de servicios de salud se les pagó más que lo que facturaron, por un valor que ronda los 308.000 millones de pesos.
Lo grave, indica, es que los prestadores de servicios en salud comienzan a presionar a la entidad: “Si no le pago, me cierra los servicios y por eso aumentan las PQRS (…) Me siento presionado por la red”, advirtió el agente interventor.
De otro lado, apunto a que desde agosto pasado he logrado conciliaciones con 1.514 prestadores de servicios.