EL DEBATE
Advierten qué les sucederá a “todos los que se están reuniendo con Benedetti para aprobar la consulta popular”
En El Debate, de SEMANA, se analizó el trámite que está teniendo en el Senado de la República dicha consulta.
Hay expectativa en Colombia por cuenta de la decisión que adopte el Senado de la República. Decirle no a la denominada consulta popular, promovida por el presidente Gustavo Petro, o decirle sí y convocar a los colombianos a las urnas.
“¿Está de acuerdo con que el trabajo de día dure máximo 8 horas?” Con una consulta popular, el presidente colombiano Gustavo Petro quiere someter a aprobación de los ciudadanos sus reformas, ya rechazadas por el Congreso.
El mandatario presentó el 22 de abril las 12 preguntas que desea llevar al proceso electoral, tachadas de obvias y populistas por la oposición.
¿En qué consiste la consulta?
Petro busca el apoyo de los colombianos para reformar los sistemas de salud y trabajo, luego de que sus proyectos se hundieran en el Legislativo.
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La consulta, para ocurrir, primero tiene que pasar un filtro en el Congreso: el voto del Senado. Si dicha corporación no la avala con 53 de sus 105 votos, no habrá consulta popular.
El segundo filtro será la participación ciudadana. Para que sea válida, al menos 13,6 millones de personas deben participar en la votación, por encima de los 11,2 millones que votaron por Petro en 2022.
De superar el umbral, las preguntas con respuesta afirmativa se harán realidad si obtienen la mitad más uno de los votos válidos. “La consulta obliga en menos de seis meses a aprobar como leyes las preguntas aprobadas por el pueblo, y si el congreso no las aprueba, el presidente queda facultado a aprobarlas por decreto”, advirtió Petro en la red X. Los congresistas han rechazado la mayoría de sus proyectos.
Las preguntas
Las preguntas están diseñadas con dos únicas respuestas posibles: Sí o no.
“¿Está de acuerdo con que se pague con un recargo del 100 % el trabajo en día de descanso dominical o festivo?”, dice otra de las preguntas anunciadas por los ministros del Interior y Trabajo. Armando Benedetti y Antonio Sanguino, respectivamente.
En su mayoría los interrogantes conducen a reducir la jornada y ampliar los derechos laborales. Una de ellas, por ejemplo, plantea que las trabajadoras obtengan licencias por “periodos menstruales incapacitantes”.
La oposición al mandatario sostiene que Petro en realidad está intentando ganar electores para la izquierda con miras a las presidenciales de 2026, en las que por ley él no podrá buscar la reelección.
En El Debate, de SEMANA, Lina Garrido, representante a la Cámara por Cambio Radical, aseguró que las gestiones que Armando Benedetti, ministro del Interior, está haciendo con tal de obtener votos con miras a aprobar la consulta popular terminarán mal.
“Yo creo que esto debe pasar como el peor accidente en la historia de los colombianos y cada cosa que tenga y que lleve la firma del Gobierno nacional, hoy la presunción está en que eso está totalmente contaminado. Y yo vuelvo y repito y lo he dicho en estas cámaras y en estos micrófonos, todo el que haga acuerdos con el gobierno, todos los que hoy se están reuniendo con Benedetti para aprobar la consulta popular van a terminar mal, porque este gobierno solo los utiliza para que después, cuando estén metidos en una cárcel, simplemente diga el presidente Petro: ‘Yo no sabía, no los nombré, yo no los crié’. Se lava las manos. Y aquí los únicos que están llevando toda el agua sucia es el Congreso de la República, mientras el Gobierno nacional se las da de inocente ante todo este escándalo que él mismo ayudó a propiciar”, dijo la representante.

Y agregó: “Entonces yo, la verdad, creo que todo esto debe dar un valor patriótico a los congresistas, a los representantes a la Cámara de que todo lo que tiene que ver con este gobierno es impunidad, es corrupción, mermelada, clientelismo, mientras el presidente Gustavo Petro desenfunda una espada y nos amenaza, nos perfila y nos pone a todo un país en contra de lo que se está haciendo, desconoce y pretende lavarse las manos y siendo que desde el mismo Gobierno, desde la misma Casa de Nariño, le entregaron mermelada a congresistas con tal de sacar adelante las reformas”.
Vea El Debate, completo:

Presión en las calles
Los últimos dos procesos de este tipo en el país fracasaron. Una consulta anticorrupción de 2018 promovida por políticos de centro-izquierda que no alcanzó el umbral necesario y el plebiscito de 2016 para aprobar el histórico acuerdo de paz con las Farc.
El expresidente Juan Manuel Santos perdió en las urnas y tuvo que reformular el acuerdo con los guerrilleros. En 2017 el grueso de las Farc depuso las armas.
Convencido de conservar el apoyo popular que lo llevó a ser el primer presidente de izquierda de Colombia en 2022, Petro jugará sus cartas en la consulta.
El mandatario ha convocado en distintas ocasiones a sus seguidores a marchar en las calles a favor de sus reformas y en contra de lo que llama un bloqueo institucional en el Congreso.