EL DEBATE
El precandidato presidencial Andrés Guerra cuenta la historia de sus 114 perros: “Braco es el jefe”
Andrés Guerra contó cómo terminó cuidando a tantos caninos luego de adoptar a uno de ellos, el que ahora considera como el principal del grupo.
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Andrés Guerra, precandidato presidencial por el Centro Democrático, habló con El Debate, de SEMANA. En el marco de la entrevista, en la cual habló de la coyuntura política colombiana, el también senador contó detalles de su historia con los perros.
“Son 114 perros que tengo en el Parque del Buen Trato Animal, 114 perros de todas las razas, criollas, los que decimos chanditas. Empezó en el 2016 en Amagá (Antioquia). Eso me dejaron las dos campañas a la Gobernación. Yo sentado, escuchando unos discursos largos, muy aburridores, me ponía a mirar las mascoticas que estaban en los parques principales en estado muy deplorables, con cáncer de piel, sin pelo y me encontré con un perro que todavía conservo, ya está veterano, pero es como el alfa de la manada, de los 114, se llama Braco. Lo vi que se quejaba y lo cogí, lo llevé a Medellín esa noche. Y me dijo una veterinaria que tenía una fractura de cadera, que si lo dormíamos o lo operábamos. Yo le dije: ‘Ni más faltaba, yo no soy nadie para dormir un animalito’. Se operó y hoy ya conserva 8 años. Desde ahí empezamos un proceso”, contó el precandidato presidencial.
De igual manera, dijo Guerra, él tiene otra historia “brava” que lo llevó a tener amor por los perros de la calle. “Son 114 recogidos en muchos municipios de Antioquia, me han visto pasar con ellos. Una anécdota muy brava: 2019, campaña con Aníbal Gaviria dentro a Yarumal y los muchachos que me estaban ayudando, muy ecologistas, me dicen: ‘Andrés, han matado 76 perros hoy en Yarumal, los envenenan’. Lamentable, muy mal. Y si nosotros llegamos a esa condición, el ser humano pues tiende a desaparecer. Les dije: ‘Llévenme, ¿dónde están, en el Coliseo?’ Y estaban todos cubiertos, parecía un campo santo. Yo entro al baño del Coliseo y siento un ruido detrás de un sanitario. Cuando voy a mirar, allá está una perrita lo más chandoso del mundo, una pastora alemana. Y la cogí y le dije: ‘Hoy te salvo’. Y hoy está conmigo. Esa fue la número 23 y así han sido 114 historias“. señaló, al contar que la bautizó como Venus.

“Los bautizo, me reconocen, los reconozco y trato de ir todos los sábados a llevarles el alimento”, agregó el precandidato presidencial Andrés Guerra. “En las dos campañas a la Gobernación (de Antioquia) dije que Colombia debería ser el primer país del mundo sin tener perros de calle y gatos de calle. Ha crecido mucho la comunidad de la mascota, hoy ya es el 60% de las familias colombianas y 60% es perros y 40 % es gatos”, aseguró, al indicar que se trata de “saber administrar” para poderlos sostener.
“Son tres toneladas de comida mensuales. A nadie le pido un peso para ese recurso y, además, me voy para la plaza mayorista. Me ven todas las mañanas, los sábados, buscando las bodegas para que me ofrezcan el alimento más adecuado para llevar. También la vacunación, los cuidados, el bravecto (medicamento antiparasitario). Está en 114.000 pesos, más o menos la cajita de 40 a 56 kilogramos. Entonces, lo parto en tres para que me rinda un poquito entre 114″, agregó Guerra.
En el marco de su relato, Andrés Guerra contó que su pasión lo llevó a generar empleo. “En eso generamos seis empleos, tres en el día y tres en la noche y no tenemos perreras, que es lo más impresionante, porque hicimos unos tornos que no van con aserrín porque el aserrín le hace daño al perrito en la respiración. Es viruta. Y un camión de viruta hoy vale 1′350.000 pesos y necesitamos dos carros, quincenalmente, para cambiar la viruta".
Vea la entrevista completa con el senador Andrés Guerra:

Luego, explicó cómo duermen allí los perros. “Ellos entran a los tornos, son como dormitorios. Y Braco, que es el jefe, pasa revisando, mirando todo y a las 8 de la noche está en total silencio”.

También recordó otra historia con Luna, una perra a la que le dejaron encerrada en un costal. “Una muy linda historia es que hace dos meses, en la puerta, había un costal grande y lo abrí y era una perrita a punto de parir. Ella se llama Luna. Le puse Luna porque se noche hizo luna llena y me nacieron 13 cachorros, los más chandosos del mundo, pero que los amo. Y entonces los conservé y seme estaba quedando atrás para la leche y se me estaba enflaqueciendo. Entonces, hay que buscar menudencias, hay que buscar caldo de pollito sin sal y hay que empezarles a dar una nutrición diferente. Eso es una belleza”.

“Es una manera de tranquilizar el alma y el cuerpo”, agregó Guerra, aunque reconoció que también sufre cuando alguno se muere. “Se me han ido, se me fue uno que me dolió mucho, se llamaba El Pastor. Tenemos dos veterinarios, Juan y Santiago. Y me dijeron: ‘tiene epilepsia’. Y me dijeron: ‘démosle una pastilla humana cada 8 horas’. Y me mandaron el medicamento. Se le daba una, dos, tres y hace 2 años en un ataque se me murió. Doloroso. Los entierran en en el mismo lugar del parque ambiental, todos están capados, esterilizados, tanto la hembra, como el perro, y eso nos da la oportunidad de mantenerlos en muy buen estado", puntualizó sobre el particular.