
Sororidad
Carolina Benítez: El espacio donde ocurre la mística de la sororidad
Es microbióloga y gerenció la empresa de su familia. Inspirada por el ejemplo de su abuela materna, hoy codirige una de las redes de emprendimiento femenino más importantes del país.
Luego de una exitosa gestión como gerente de la empresa familiar, esta microbióloga bogotana decidió dedicarse a apoyar a las mujeres que quieren ser madres sin sacrificar sus ambiciones profesionales. Desde hace casi tres años, dirige la estrategia de Mompreneurs Colombia, uno de los ecosistemas de emprendedoras más importantes del país.
“Disfruto con que otras mujeres brillen y cumplan sus sueños”, comenta sobre la motivación para asumir este reto, que muchas veces no genera retornos económicos. “La gratificación está en ver que, gracias a las herramientas que compartimos en nuestros espacios, logran la sostenibilidad de sus negocios y, por ende, una mejor calidad de vida para ellas y sus familias”.
Lo que vive hoy la hace evocar a su abuela y a su mamá. “Ellas administraban su propio negocio de venta de ropa. Recuerdo perfectamente cómo la casa se convertía en un espacio de complicidad, risas y amistad. Esa imagen se me quedó grabada y creo que, de cierta manera, los encuentros y las actividades que hacemos buscan replicar esa dinámica”.
Mompreneurs Colombia es una plataforma que aglutina a 15.000 mujeres de Colombia y la región, las cuales reciben formación en emprendimiento, networking y autoconocimiento. Y también es un lugar que las distrae de las aflicciones. “Ese es el logro más importante para mí: recibir mensajes de agradecimiento por fomentar un espacio donde pueden encontrar amigas y volver a sonreír. Ahí es donde ocurre la mística de la sororidad”.
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Ese compromiso emocional que Benítez celebra es, al mismo tiempo, un desafío: “Nos involucramos de manera personal con muchas mujeres, conocemos sus historias y nos duele cuando tienen problemas. También nos afecta que, a pesar de tener un gran potencial, haya limitaciones que les impidan conquistar sus objetivos. No es fácil entender que, más allá de la disposición a servirles, ellas son las únicas responsables de sacar adelante sus sueños”.
Con todo, se declara “fascinada” de ayudarlas. “Llegan con temores, porque en muchos casos no saben por dónde comenzar ni cómo afrontar las dificultades que surgen. Acá les demostramos que, además de sus talentos y nuestro expertise, la mejor manera de hacerlo es en comunidad”.
Según ella, esta filosofía ha permitido que la plataforma funcione como una cadena de favores. Las participantes están dispuestas no solo a orientar, sino incluso a aportar capital semilla para otras sin esperar nada a cambio. “Así nos convertimos en un ecosistema autosostenible, un punto de encuentro donde la clave para cumplir los sueños de las mujeres no es la competencia, sino la solidaridad”.