Johana Contreras

Johana Contreras: Abrir el sistema financiero a los más vulnerables

Administradora especializada en mercadeo, se dedica a asegurar a la población más vulnerable de la región, como los domiciliarios y los vendedores ambulantes.

Redacción Semana
27 de junio de 2025

Encontró en su trabajo un propósito de vida. Como líder de una empresa internacional enfocada en seguros inclusivos, siente que todos los días aporta un grano de arena para mejorar la vida de las personas con menos recursos económicos en Suramérica.

Al terminar sus estudios de Administración de Empresas en la Universidad Externado, sin tener muy claro el rumbo, se inscribió en una convocatoria para hacer su práctica profesional en una reconocida empresa de seguros.

La asignaron al departamento de Rentas Vitalicias. Ahí empezó a surgir su sensibilidad social hacia jóvenes con enfermedades y adultos mayores que quedaban solos y recibían un salario mínimo, el cual muchas veces no les alcanzaba para cubrir todas sus necesidades. “Esta experiencia me sirvió para reconocer que hay otras realidades y miles de personas viviendo en condiciones críticas”.

Con esa inquietud latente, pasó a una aseguradora cooperativa de seguros enfocada en los estratos socioeconómicos medios y bajos. “Era novedoso porque no buscábamos a personas de altos ingresos, con patrimonios que proteger, sino que el objetivo era ofrecer apoyo a la base de la pirámide: gente que no tiene acceso a estos servicios financieros”.

En el proceso conoció la multinacional en la que trabaja actualmente, especializada en este tipo de seguros. Ingresó hace 15 años y, gracias a sus habilidades y a su pasión por el tema, en 2016 asumió la dirección para Suramérica. En los últimos cinco años han protegido a 452.000 personas en seis países, incluido Colombia, y han atendido 35.000 reclamaciones por enfermedades, accidentes, incapacidades, hospitalizaciones y fallecimientos, por más de 3,5 millones de dólares.

Las personas beneficiadas son domiciliarios de aplicaciones digitales, promotoras de productos de belleza por catálogo y vendedores ambulantes, entre otros oficios informales. “En general se trata de personas que, si no trabajan un día, no comen. Por eso, contar con un respaldo económico en menos de 48 horas cuando enfrentan situaciones inesperadas hace una gran diferencia en términos de su bienestar físico y emocional”, afirma Contreras.

Sabe que aún queda mucho por hacer. “Mientras más abajo en la pirámide podamos ir, mucho mejor. El 60 por ciento de la población está en la base y la gran mayoría todavía no tiene acceso a esta protección. No me imagino vendiendo seguros tradicionales para carros o casas. Quiero seguir aportando a que la gente viva un poco mejor, con la certeza de que así se construyen sociedades más justas y prósperas”.

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