
Innovación
Johana Neira: innovación para la inclusión financiera
Con el objetivo de ampliar el acceso al crédito en el país, aplica la filosofía de desaprender lo que ha funcionado en el pasado y abrir la mente a nuevas formas de hacer las cosas.
Atreverse a replantear procesos para hacerlos más eficientes y humanos. Eso es la innovación para Johana Neira. “No siempre se trata de crear algo nuevo, porque a veces es posible alinear lo que existe a los nuevos desafíos del entorno”, aclara.
Así lo viene haciendo desde hace 17 años, cuando empezó a trabajar en el sector financiero, en el que se ha especializado en las áreas de nuevos negocios y garantías de crédito.
Graduada de Finanzas y Comercio en la Universidad Sergio Arboleda y con un MBA de la Escuela Europea de Dirección y Empresa (Eude), actualmente es vicepresidente de Negocios de FGA Fondo de Garantías S.A., una sociedad de economía mixta que actúa como fiador para respaldar créditos.
Uno de sus principales desafíos en este cargo ha sido la digitalización de los procesos de fianza para eliminar los documentos físicos y reducir los tiempos de respuesta. “Un proceso que tomaba semanas pasó a tardar minutos. Esto ha tenido un impacto significativo en el aumento de la cobertura del sistema financiero en Colombia”.
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El acceso a los recursos, objetivo por el cual se crearon instituciones como FGA Fondo de Garantías S.A., en el que Neira lleva más de 10 años, sigue siendo uno de los grandes retos del país. Y la innovación es la llamada a sortear los obstáculos de inclusión que aún persisten. “La gran pregunta es cómo usamos la tecnología para transformar la industria de manera que ofrezca soluciones financieras más intuitivas, adaptadas a las personas del común. Por ejemplo, tenemos el reto de lograr que quienes usan teléfonos sin acceso a datos también puedan obtener créditos en el sistema formal. Eso no solo impactaría positivamente la economía, sino también a la sociedad”.
En su opinión, el cumplimiento de metas como esa requiere de una cultura más inclinada a innovar. “Es necesario que adoptemos una visión de cambio continuo, con un enfoque más colaborativo y, sobre todo, más flexible en términos de aprendizaje. Es fundamental entender que la tecnología tiene riesgos, pero también el potencial de acercarnos cada vez más a los clientes y a sus necesidades”.
Uno de los secretos de su crecimiento profesional, anota, ha sido desaprender todo lo que le ha funcionado en el pasado y abrir la mente a nuevas formas de hacer las cosas. Esta perspectiva, aplicada a un sector tan “tradicional” como el financiero, implica “aceptar la incertidumbre e incluso fomentar el error como parte del aprendizaje. Sin esa nueva actitud, no vamos a lograr mantenernos y crecer para llegar a las poblaciones no bancarizadas”.