Juliana Posada: La valentía como motor de la innovación

Para esta comunicadora social, una de las claves de la innovación es la valentía, que “nos permite levantar la voz cuando queremos cambiar algo que no funciona o cuando un proceso puede hacerse de mejor manera”. Por eso, una de las pruebas que aplica cuando necesita contratar a alguien es poner al aspirante en situaciones hipotéticas que permitan valorar su disposición a asumir una actitud valiente.

A la valentía le atribuye su llegada a Oracle, una de las tecnológicas más influyentes del mundo. En su momento no solo tuvo el arrojo de medirse con profesionales más experimentados que ella, sino que se atrevió a innovar frente al jurado de admisión: en lugar de recurrir al clásico Power Point para exponer las bondades de un ERP (Enterprise Resource Planning), uno de los productos estrella de la compañía, apareció con una caja llena de objetos y echó su cuento. No solo les ‘vendió’ el software, sino que superó a más de 2.000 candidatos y se quedó con el puesto.

“Algo que me ha movido en mi carrera es el gusto por aprender, desafiar los patrones convencionales y mantenerme en movimiento. Estoy en una búsqueda constante por no ser siempre la misma”, afirma.

Hoy lidera un equipo regional que usa tecnologías como la inteligencia artificial y la realidad virtual para mejorar la experiencia de empleados, periodistas y usuarios de sus redes sociales. Uno de sus principales logros, destaca, es haber unificado las comunicaciones internas y externas en siete países.

Confiesa que a veces lucha contra el síndrome de la impostora, es decir, la creencia infundada de que no está suficientemente preparada para las responsabilidades que tiene. Cuando este se manifiesta, vuelve a salir a flote la valentía: “El miedo no puede ser un impedimento para actuar. Más bien debe ser el impulso para alcanzar lo que soñamos y lo que creemos que podemos hacer”.

A través de su liderazgo, espera dejar huella en la industria. “Me inspiran los líderes apasionados, que creen en sus ideas y apuestan siempre por cosas diferentes. Eso es lo que trato de proyectar a las personas de mi equipo, para alentarlas a alcanzar metas que parecen imposibles. Si yo logré llegar a este cargo cuando todo parecía en mi contra, cualquiera puede alcanzar lo que se propone”.

Su siguiente reto es la maternidad. “Tras ocho años de liderar un equipo que pasó de tres a 30 personas, es el momento de ser promovida al rol de mamá. Para muchas mujeres es importante tener la oportunidad de nivelar el éxito profesional con las vocaciones personales. Estoy segura de que lo voy a lograr”.