
Resiliencia
Laura Tarazona: La importancia de saber enfrentar los cambios abruptos
Adaptarse, resolver y avanzar. Con esta fórmula, que aprendió en su hogar, sacó adelante su carrera, estudió en París y superó la pandemia al frente de una cadena de restaurantes.
Una de sus frases favoritas es “búscate la vida”. Eso es lo que ha hecho desde que dejó su Pamplona natal, en Norte de Santander, para educarse y buscar el éxito profesional.
Llegó a Bogotá para estudiar Finanzas y Relaciones Internacionales, y en segundo semestre tuvo que enfrentar las limitaciones económicas de su familia. “Así aprendí que uno debe superar los obstáculos que se le presentan –subraya–.
No dejé la universidad, sino que me propuse -y logré- ganar la beca de excelencia que entregan cada semestre. Estudiaba para el quiz más sencillo como si fuera elexamen más importante. Si quería mantenerme en la carrera, tenía que ser la mejor. No había alternativa”.Esta consistencia le permitió obtener, al final de la carrera, una beca de profundización en Sciences Po. Además de cumplir con las altas exigencias de la prestigiosa universidad francesa, se dejó seducir por la vida artística y cultural de París. “Creo que toda esa creatividad y gusto estético me inspiraron mucho”.
Una década después cursó el MBA en Finanzas de la IE Business School, en Madrid. A su regreso a Colombia, trabajó en empresas de diferentes sectores. En 2015 ingresó como Ministra del Tesoro a Andrés Carne de Res, uno de los restaurantes más famosos del país. Y en 2018 asumió la presidencia de Divina Providencia, la unidad de servicios compartidos de Inmaculada Guadalupe y Amigos, grupo que, además de la marca creada por Andrés Jaramillo, cobija a Kokoriko y Mimo’s.
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En este cargo tuvo que sortear el desafío más grande de los tiempos recientes: la pandemia. “El sector de los restaurantes fue de los más golpeados y uno de los menos apoyados. Fue una etapa muy difícil, con la dicotomía de morir o seguir adelante. Gracias al esfuerzo de un gran equipo, hoy podemos contar esta historia”.
Esa etapa no solo fortaleció su resiliencia, sino que le aportó nuevas perspectivas sobre el ejercicio de esta cualidad en el campo corporativo. “No significa soportar cualquier cosa –aclara–, sino prepararse cada vez mejor para la incertidumbre, que hoy es la regla. Saber enfrentar los cambios abruptos tiene unas connotaciones muy técnicas, pero en general tiene que ver con un mayor control sobre todos los procesos”.
El éxito de su fórmula de liderazgo la llevó a estar entre los nominados por el diario La República para el premio al empresario del año, que finalmente ganó Jaime Gilinski. Según los organizadores, sus méritos fueron los resultados que obtuvo con la llegada de Andrés Carne de Res a Estados Unidos y la expansión local de Mimo’s y Kokoriko.