
Resiliencia
María Alejandra Brijaldo: Constancia y alegría ante los obstáculos
Ya sea en busca de recursos, estabilidad, desarrollo profesional o vida en familia, esta especialista en Derecho de seguros ha sabido adaptarse a un entorno lleno de retos.
Para ella, la vida es como un baile con múltiples ritmos. “Hay momentos en los que sabes los pasos y la disfrutas, pero hay otros en los que no tienes ni idea y te toca seguir porque la música nunca para”. Esa es la filosofía que aplica esta abogada y profesora universitaria bogotana, experta en reaseguros (seguros para aseguradoras), para superar los obstáculos que se le presentan.
Nacida en una familia de músicos, muy pronto decidió que no quería seguir el mismo camino, al menos no profesionalmente. Aunque heredó la sensibilidad artística, tomó la ruta del Derecho. Como en su casa no había recursos suficientes para su universidad, recurrió a un crédito público que pagaba con lo que recibía por cantar de jueves a domingo en distintos locales de la ciudad.
En un primer momento se interesó por los temas sociales y los derechos humanos, pero decidió especializarse en seguros con el fin de tener una mayor estabilidad. “Cuando me casé entendí que quería una vida más tranquila y dedicarle tiempo de calidad a mi familia. Eso fue lo que me llevó a cambiar de rumbo”, dice.
Su decisión no estuvo exenta de retos. Algunas exigencias profesionales entraron en tensión con sus anhelos personales, y tuvo que tomar decisiones que hoy, en retrospectiva, definen para ella el significado de resiliencia.
La primera vino cuando, luego de tener a su primera hija, obtuvo el ascenso que buscaba desde hacía años. “Recuerdo que me dieron la noticia el día que regresé de la licencia de maternidad. La felicidad del anuncio se vio empañada por la preocupación sobre el efecto que tendría en el cuidado de mi recién nacida. Pese a que varias veces me dije que no sería capaz con ambas responsabilidades, lo logré gracias a mi esposo y a la red de apoyo familiar”.
El segundo gran desafío llegó tras el nacimiento de su segundo hijo, pero esta vez su decisión fue en sentido contrario. Ante la posibilidad de otra promoción, que implicaría viajar con frecuencia, escogió el tiempo en familia y declinó la oferta. “En el primer momento me demostré que soy una persona fuerte y en el segundo, que soy valiente”, afirma.
Hoy, a punto de emprender un nuevo reto laboral como directora de una empresa del sector reasegurador, siente que el tiempo le ha dado la razón. “Me ha servido tener fe en algo superior que nos guía, y también la constancia para buscar mis objetivos, pero sin duda el secreto de mi éxito personal y profesional ha sido mantenerme siempre fiel a mí misma, incluso cuando no conocía los pasos del baile”.