
Liderar para servir
Diana Lorena Gómez, una visión transformadora desde el servicio público
Esta ejecutiva ha convertido su gestión en una herramienta para abrir caminos reales en los territorios más apartados del país. Su liderazgo no se basa en cargos, sino en inspirar, incluir y servir.
“El liderazgo no se impone, se ejerce abriendo caminos e inspirando desde el servicio” Con esta declaración de principios, trabaja sin descanso no para dirigir, sino para abrir puertas que otros no ven. Se siente plenamente identificada con la inclusión financiera en lugares históricamente olvidados, que promueve el banco, porque — reitera— las oportunidades son para todos.
Después de casi tres décadas liderando en el sector público y privado, ha aprendido que el poder no reside en el cargo que se ocupa, sino en inspirar a otros a creer en sí mismos.
“Nuestro impacto real va más allá de las oficinas, con proveedores locales que trascienden su rol de contratistas para convertirse en aliados estratégicos.
Juntos estamos rediseñando la banca pública como un tejido vivo que llega a las veredas más apartadas del país”.
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Su rol en el Banco Agrario abarca la contratación, la infraestructura y el bienestar institucional. Sin embargo, su verdadero objetivo va más allá del cumplimiento de las metas operativas, y es que cada acción tenga un impacto significativo y duradero en las vidas de las personas.
“¿De qué sirve un indicador perfecto si no cambia vidas?” –subraya–.
Durante su gestión en Aguas de Manizales, enfrentó la emergencia invernal que dejó a la capital caldense y al municipio de Villamaría sin acceso al agua potable. Coordinó esfuerzos entre instituciones, gestionó temas logísticos y puso en marcha soluciones.
“Las crisis no se enfrentan con manuales, sino con humanidad. Es en los momentos difíciles cuando se revela el propósito del servicio público”, señala.
En la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, lideró equipos para llevar soluciones a las poblaciones más vulnerables, con la filosofía de que la gestión pública no se limita a los despachos, sino que requiere acciones en los territorios.
Se formó en Administración de Empresas con varias especializaciones y una maestría. A su experiencia como ejecutiva se suma el grado de capitán de la Reserva de la Policía Nacional, donde lidera actividades pedagógicas, campañas sociales y jornadas de integración con comunidades. “Son experiencias que enriquecen profundamente en lo personal”, afirma.
No busca ser una figura inspiradora, sino una facilitadora de caminos. “Ser líder es ser tejedor de futuros. Por eso, cada decisión que tomo es a partir de la pregunta: ¿Esto ayuda a alguien a creer que sí puede cumplir sus sueños?”.