Innovación
Janeth Rodríguez: liderar con el corazón y por la innovación
Una publicista convencida del poder transformador de la tecnología le abre los mercados de la región al primer unicornio croata. Liderazgo al servicio del otro.

Una innovación que no se mida sólo en avances tecnológicos, sino en su capacidad de romper barreras, generar oportunidades equitativas y dejar huella. Eso es para ella la verdadera innovación.
Su carrera comenzó en 1999. Graduada como profesional en mercadeo y publicidad, empezó a abrirse camino en las áreas de estrategia, marketing y áreas comerciales especializándose en soluciones de alta tecnología. Luego dirigió unidades de negocio y producto, y creó su propia firma de mercadeo en inteligencia de datos y comportamiento del consumidor.
Hoy hace parte del equipo directivo de Infobip, una empresa que nació como startup en una pequeña ciudad de Croacia, que se convirtió en el primer unicornio de ese país europeo y hoy es un referente global en plataformas de comunicación onmicanal.
La innovación continua es el eje de esta compañía, que integra soluciones de comunicación, inteligencia artificial, automatización, la analítica avanzada y canales como WhatsApp, RCS, SMS, email y voz entre muchos más en lo que se conoce en la industria como experiencia omnicanal.
“En Infobip no sólo conectamos canales de comunicación: aceleramos la transformación digital de las organizaciones”, destaca Rodríguez, la única vicepresidenta de Revenue de la firma en el ámbito global, donde sus cinco pares son hombres.
Su misión allí es impulsar el crecimiento regional y maximizar los ingresos. Lo que vende, a empresas de todos los tamaños y sectores, es el diseño de estrategias de engagement. Esto significa, en sus propias palabras, innovación al servicio de la conexión humana.
Esta forma de abordar la tecnología está ligada a su estilo de liderazgo, campo en el que se especializó en México. Hace quince años, en uno de sus momentos de mayor éxito profesional, su hija nació con una compleja condición de salud. “Con el corazón en la mano, decidí hacer una pausa profesional para atravesar por un duelo que me transformó”, confiesa.
Cuatro años después, regresó al mundo corporativo con una mirada diferente: “Comprendí que el liderazgo no se trata solamente de alcanzar metas, sino de acompañar a otros en sus procesos. Aprendí que detrás de cada colaborador hay una vida, una lucha silenciosa. Desde entonces, mi liderazgo es más empático. Empecé a trabajar para las personas, y fue entonces cuando los resultados superaron todo pronóstico”.
Esa visión le ha permitido dirigir equipos diversos dentro de modelos colaborativos, implementar metodologías más ágiles y hasta crear líneas de negocio. “Soy visionaria porque anticipo, empática porque lidero desde la comprensión de personas y contextos, y transformadora porque genero impacto real. Esa es mi forma de innovar”.