María Carolina Hoyos: “La resiliencia no es resistir, es transformar la existencia en propósito”

Cuando asesinaron a su madre, el 25 de enero de 1991, María Carolina Hoyos se prometió nunca volver a sonreír. Tenía solo 17 años y una herida tan profunda como inexplicable, pero rápidamente entendió que su dolor podía transformarse en una fuerza positiva y convirtió la resiliencia en su “única” opción. “Ser resiliente no es resistir: es transformar la existencia en propósito, la pérdida en amor y los obstáculos en oportunidades. No es olvidar el dolor, sino aprender a caminar con él”.

En ese proceso tuvo la fortaleza para reunirse, en 2015, con alias Popeye, uno de los secuestradores de su mamá, la periodista Diana Turbay. Con lágrimas en los ojos, escuchó la narración del sicario sobre los últimos días de su madre, y lo perdonó. No por él sino por ella.

Le apasiona el buceo no solo porque le permite compartir tiempo con sus hijos, sino porque le ha enseñado la importancia de respirar, identificar redes de apoyo y comunicarse asertivamente. Como testimonio del valor terapéutico que le atribuye, en 2019 publicó el libro Desde el fondo del mar: así me recuperé del asesinato de mi mamá.

Hoy está al frente de la Fundación Solidaridad por Colombia, institución pionera en el trabajo social en Colombia, fundada por su abuela Nydia Quintero (ex Primera Dama de la Nación). “A mí me dieron la solidaridad en el tetero”, afirma. Y como prueba exhibe una foto de ella, a los 5 años, en la que aparece junto a su abuela preparando una de sus famosas caminatas de la solidaridad.

Hace casi nueve años puso su larga experiencia al servicio de la fundación. Primero como periodista, carrera de la que se graduó en la Universidad Javeriana, y luego en el sector público, en el que incluso fue viceministra de las TIC.

“Crecí viendo a mi abuela transformar la solidaridad en motor de cambio. Pero fue el contacto con las comunidades lo que convirtió esa herencia en convicción. Hoy concentro mi vocación en fortalecer sus capacidades y lograr una transformación estructural de los territorios”.

Si bien, Solidaridad por Colombia comenzó atendiendo emergencias como el maremoto de Tumaco (1979) o la destrucción de Armero (1985), Hoyos le ha ayudado a ampliar su campo de acción en proyectos enfocados en educación, becas universitarias, programas de bilingüismo, formación STEAM, potabilización de agua, emprendimiento y liderazgo social.

Opina que las mujeres líderes, sobre todo en el sector social, han desarrollado competencias diferenciales: “Tenemos una alta capacidad para construir confianza, una persistencia admirable y visión a largo plazo. Y nos destacamos por conectar con autenticidad, mantener el rumbo ante la adversidad y priorizar lo sostenible sobre lo inmediato”.